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Democracia estancada

Francisco Guerrero Aguirre

Francisco Guerrero Aguirre

Punto de equilibrio

Este Índice utiliza como marco de referencia cinco categorías que incluyen: procesos electorales y pluralismo, libertades civiles, funcionamiento del gobierno, participación y cultura política. Con base en dichas variables, el estudio elabora un índice en el cual clasifica los sistemas de gobierno en cuatro categorías: democracia plena, democracia defectuosa, régimen híbrido y régimen autoritario.

Entre los 165 países analizados, sólo 20 países cuentan con democracias plenas, 55 tienen democracias defectuosas, 39 tienen regímenes híbridos y 53 tienen regímenes autoritarios. Con base en esos datos, un 43.2% de la población a nivel mundial vive en países con democracias defectuosas, un 35.6% en regímenes autoritarios, un 16.7% en regímenes híbridos y tan sólo un 4.5% en democracias plenas, en esta categoría sólo aparecen Costa Rica y Uruguay de nuestra región.

Los resultados del estudio son mixtos y seguramente polémicos. Por primera vez en tres años, la nota global para la democracia permaneció estable debido a variaciones entre regiones y categorías. Según el estudio, 42 países experimentaron una disminución en el índice comparado con el año anterior, mientras que 48 registraron una mejora.

Entre los principales hallazgos, destaca la mejora en los niveles de participación política a nivel global, lo cual coadyuvó, de alguna manera, a evitar un mayor deterioro en las mediciones. Si bien predominan altos niveles de insatisfacción ciudadana con la política y bajísimos niveles de confianza en las instituciones democráticas, los votantes no son indiferentes a la democracia y, por ende, participan activamente en manifestaciones públicas, redes sociales y otro tipo de medios para canalizar sus demandas.

El Índice pondera, en su justa dimensión, el aumento de la participación política a nivel mundial, gracias, entre otras cosas, a la explosión global de las redes sociales. El estudio destaca que si bien la participación política es fundamental, no es suficiente para revertir el estancamiento o deterioro de los sistemas democráticos.

Una mayor participación coadyuva al fortalecimiento de la democracia en la medida en que esté orientada a fortalecer las instituciones democráticas. De lo contrario, puede llevar a la elección de autoridades que “sacuden” de manera inesperada los sistemas políticos y terminan debilitando aún más la democracia.

Por otro lado, de acuerdo con los últimos resultados de la medición, los datos para la categoría de procesos electorales y pluralismo se estabilizaron finalmente en el 2018, después de muchos años con tendencia al deterioro. En contraste, las mediciones para las categorías de libertades civiles, funcionamiento del gobierno y cultura política indicaron un continuo deterioro significativo.

BALANCE

La insatisfacción ciudadana con la democracia tiene un impacto significativo en la ponderación del gobierno y la cultura política. Por ello, la categoría de funcionamiento del gobierno es la que sufre mayor deterioro en el índice, dado los bajos puntajes en los niveles de transparencia, rendición de cuentas y corrupción. Esto refleja también los bajísimos niveles de confianza ciudadana en el sistema político de manera integral.

De acuerdo con el estudio, las libertades civiles, que constituyen la piedra angular de los valores democráticos, continúan siendo erosionadas a nivel global. Ejemplo concreto de ello son las persistentes amenazas a la libertad de expresión y el resurgimiento de la tortura como mecanismo de represión política.

El sistema democrático está en permanente cuestionamiento. Nadie duda que es el mejor sistema de gobierno y que en las últimas décadas hubo avances significativos. Sin embargo, la sensación general es que estamos estancados. Creemos en la democracia, pero desconfiamos de los políticos. Apreciamos las urnas, pero nos desilusionamos rápidamente con los servidores públicos electos, gracias a nuestros votos. Son, sin duda, tiempos de contradicciones.

                *Los puntos de vista son a título personal,
                no representan la posición de la OEA

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