Velan a Kevin, el pequeño que fue mordido por una araña violinista

NAYARIT.

Decenas de personas acudieron a la casa de los suegros de Rubí Martínez, madre de Kevin Cataño, el bebé de 10 meses que fue mordido por una araña violinista y quien falleció minutos antes del viernes, para acompañarla en su dolor y despedirse del pequeño.

“Estamos inconsolables, muy tristes… Desesperadas, por mi hija, que se le fue su bebé, tanto que lucho él”, comentó Olga Sánchez Contreras, abuelita del menor.

El pasado 14 de julio, Kevin fue atacado por la araña cuando dormía en un colchón en el suelo junto con su madre, quien se dedica a vender pasteles y a veces ropa en los tianguis.

“En esas condiciones vivía, desgraciadamente ese día se fue la luz, durmieron en el suelo y esa fue la desgracia de Kevin”, continúo Doña Olga.

El dolor invade a los familiares, pero también el pensamiento de que se pudo haber hecho más para salvarle la vida.

“Yo pienso que, si a mi niño lo hubieran mandado a otro lado, con otros especialistas, o por lo menos hubieran hecho otra poquito más de lucha, siento que el niño hubiera vivido”, afirmó la abuelita de Kevin.

Y es que, aseguran que, desde un principio, la atención médica fue tardía.

“Ellos se basaron en que ella llevaba un papel donde le decían que era fractura, pero yo, como le dije al director, tenían el derecho de haberlo checado, mandarlo con una pediatra para valorarlo”, mencionó Doña Olga.

Rubí fue regresada a Acaponeta con su hijo, en donde un médico particular les dijo, sin revisarlo, que Kevin estaba grave y tenía que ser llevado a urgencias de un hospital para que lo canalizaran a Tepic.

“A las 11:00 de la noche me lo enviaron a Tepic, desgraciadamente no tuve dinero para mandarlo en ambulancia, porque me cobraran mil 800 pesos, sólo traía 600 pesos; yo le dije a la doctora: ‘mándamelo, el día que me paguen, yo le pago’, pero no quisieron, me dijeron que no podían porque tenían que pagar gasolina y casetas”, relató la abuelita de Kevin. “Entonces, tuve que mandar a mi hija y a su esposo en un camión; mi niña destrozada”.

Para los familiares de Kevin es necesario que en hospitales de Nayarit estén preparados para este tipo de situaciones.

“Que la busquen y la sigan apoyando, o por lo menos le den un trabajo a ella, para que pueda sacar a su otro hijo adelante, al que le queda, y sí, pido también que la chequen psicológicamente, porque mi hija está dañada”, aseveró Doña Olga. “Ella me dice que se va a matar, que no quiere vivir, que se quiere ir con Kevin”.

Hasta el momento, las autoridades apoyaron con los gastos funerarios y prometieron darle una vivienda para que tenga donde estar en condiciones más dignas.

dre