Sana INE sobre violencia política; instaura protocolo

Hasta el pasado 18 de diciembre, el registro nacional de agresiones contra las mujeres en razón de género contaba con 502 registros, que fueron atendidos por personal del instituto

thumb
Sana INE sobre violencia política; instaura protocoloEspecial

Ante el crecimiento de la violencia política de género, y debido a que el personal del INE en todo el país es uno de los primeros contactos de estas víctimas para tratar de resarcir sus derechos, el Instituto Nacional Electoral construyó una Guía de Autocuidado para su personal, al reconocer que el impacto de la violencia política de género no se limita a quienes la sufren, sino que alcanza también a quienes la atienden, asesoran o acompañan.

“La violencia política contra las mujeres no sólo agrede a las víctimas”, señala el Instituto, “también puede desgastar emocional y profesionalmente a quienes escuchan, documentan y acompañan estos casos”.

De ahí surge la premisa esencial: cuidar a quienes cuidan es una condición para garantizar una atención de calidad y proteger derechos.

LA SITUACIÓN NACIONAL DE VPG

Hasta el pasado 18 de diciembre, el Registro Nacional de Personas Sancionadas en Materia de Violencia Política contra las mujeres en razón de género, contaba con 502 registros de sanciones, involucrando a 454 personas sentenciadas y sancionadas, es decir, una misma persona puede tener varias sentencias firmes en su contra.

Del total de 454 sancionados, 368 son hombres y 86 mujeres, repartidos mayoritariamente en Oaxaca con 155 personas, Veracruz con 55 y Chiapas con 40.

El 68.26% de las y los sancionados pertenecen al ámbito municipal, 16.17% en nivel estatal y 15.57% en lo nacional.

PORQUE IMPORTA: LA PRESIÓN SOBRE EL PERSONAL DEL INE

El contexto en el que estas recomendaciones se presentan no es menor.

Las quejas por violencia política en razón de género han aumentado de forma significativa en los últimos años.

Por ejemplo, entre 2020 y 2025 las denuncias pasaron de 21 a más de 500 en el registro del INE, un crecimiento que refleja mayor participación política de las mujeres… pero también mayores agresiones.

Además, la mayoría de las agresiones se concentran a nivel municipal, donde concejalas, regidoras y síndicas enfrentan conductas que van desde ataques psicológicos y simbólicos hasta obstáculos en el ejercicio de sus funciones.

En muchos de estos casos, el personal del INE se convierte en la primera línea de acompañamiento, orientación y gestión institucional, una labor que exige no sólo conocimientos técnicos, sino también habilidades de escucha, empatía y resistencia emocional.

UNA PRÁCTICA INDISPENSABLE

La guía del INE propone medidas de autocuidado que no sólo protegen al personal, sino que fortalecen la resiliencia institucional y la calidad de la atención a las víctimas de violencia política de género.

Enfatiza que sin acciones concretas para sostener el bienestar emocional y profesional de quienes están cerca de estos casos, la respuesta estatal también puede verse erosionada.

Agregar prácticas de autocuidado en los tres niveles, individual, colectivo e instituciona, es una apuesta por una atención que respeta tanto a las víctimas como a quienes tienen el difícil encargo de escucharlas, acompañarlas y proteger sus derechos en momentos de vulnerabilidad.

AUTOCUIDADO INDIVIDUAL: RECONOCER Y GESTIONAR EL IMPACTO EMOCIONAL

Una de las dimensiones de la guía está enfocada en el autocuidado individual. Este nivel invita al personal a identificar y gestionar las señales de desgaste que pueden surgir tras escuchar relatos de agresión, discriminación o ataques personales.

Entre los ejercicios sugeridos están: Diarios de reflexión personal para reconocer emociones acumuladas y distinguir entre experiencia laboral y vida personal; Pausas conscientes durante la jornada para respirar, estirarse o desconectarse brevemente de temas de alta carga emocional; técnicas de regulación emocional, como la atención plena o ejercicios de respiración, que apoyen la gestión del estrés derivado de la exposición continua a casos de violencia.

AUTOCUIDADO COLECTIVO: REDES DE APOYO DENTRO DEL INSTITUTO

El segundo nivel de autocuidado se centra en lo colectivo. La guía reconoce que ninguna persona debe enfrentar sola la carga de la atención continua a víctimas.

Por ello, propone ejercicios y acciones que construyan redes de acompañamiento dentro de los equipos de trabajo, como sesiones de escucha activa entre pares, donde quienes atienden casos puedan compartir experiencias, identificar puntos de estrés comunes y validar emociones; grupos de apoyo estructurados periódicamente, facilitados por profesionales capacitados, para ofrecer espacios seguros de diálogo y contención e intervención profesional (reuniones de reflexión estructurada entre colegas) para analizar casos complejos y generar estrategias compartidas de afrontamiento.

Este enfoque busca consolidar una cultura organizacional donde la corresponsabilidad y la empatía institucional se traduzcan en prácticas concretas.