Las organizaciones civiles mexicanas, Dañes Voz y UNNA, se han unido a la denuncia internacional en apoyo a Lisdany, una madre cubana que enfrenta presiones por parte del gobierno de Cuba para que aborte, a pesar de su deseo de llevar a término su embarazo. Este caso ha levantado preocupación por el desconocimiento de diversos derechos humanos fundamentales de la madre.
Según Damaris Espinosa de la Organización Dales Voz, el médico tratante del sistema penitenciario ha iniciado trámites para interrumpir el embarazo de Lisdany sin su consentimiento, alegando la falta de comida y medicinas para la población carcelaria como motivo. Esta situación representa una clara violación de los derechos de Lisdany, quien debería tener el derecho a decidir sobre su propio cuerpo y el futuro de su hijo.
“El médico tratante del sistema penitenciario comenzó a hacer los “trámites” para cancelar la vida de su hijo o hija, sin su consentimiento, todo porque no hay suficiente comida ni medicinas para la población que está tras las rejas”
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Asociaciones mexicanas condenan los actos intimidatorios
La madre de Lisdany, a su vez, ha alzado la voz a nivel internacional para denunciar la presión que su hija está enfrentando por parte de las autoridades cubanas. En México, las organizaciones Dañes Voz y UNNA han condenado los actos de intimidación, maltrato y coacción contra Lisdany, subrayando su derecho fundamental a la maternidad y a tomar decisiones sobre su propio cuerpo.
“El doctor empezó a llenar papeles para hacerle análisis y sacarle la barriga, sin contar con ella"
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La situación en Cuba es preocupante, ya que el sistema de salud pública permite la interrupción del embarazo hasta ciertas semanas de gestación, pero la decisión de abortar se toma sin el consentimiento pleno de la madre y bajo condiciones que pueden resultar represivas.
El caso de Lisdany refleja una violación flagrante de los derechos humanos básicos, incluido el derecho a la vida y el derecho a la autodeterminación reproductiva. Las organizaciones civiles mexicanas han instado a una acción internacional para proteger los derechos de Lisdany y garantizar que pueda ejercer su derecho a la maternidad de manera libre y sin coacción por parte de las autoridades cubanas.
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