Jesús en las religiones…
Los budistas lo consideran como un iluminado, los cristianos como el hijo de Dios, los evangélicos como un arcángel y los musulmanes como un profeta

Para la fe católica, iglesias cristianas-evangélicas, ortodoxos y anglicanos, Jesús es el Hijo de Dios.
Comparten un dogma en común, la Santísima Trinidad, es decir, Dios se manifiesta en tres personas: Padre, Hijo (Jesucristo) y Espíritu Santo.
Católicos, cristianos-evangélicos y anglicanos celebran la Navidad el 24 y 25 de diciembre, mientras que la Iglesia Ortodoxa lo hace el 7 de enero.
Sin embargo, otras creencias religiosas ven a Jesús de una forma distinta. Para los Testigos de Jehová, Jesús es un ser creado por Dios desde el principio de los tiempos, y antes de su nacimiento humano, lo identifican como el Arcángel Miguel.
Los musulmanes llaman a Jesús como el profeta Isa Ibn Mariam (Jesús Hijo de María), de acuerdo con El Corán, y refieren que regresará para el Juicio Final.
En sus disertaciones, los budistas, en sus diferentes ramas, quienes creen en la reencarnación, consideran a Jesús un Buda iluminado, como Siddhartha Gautama, el Buda histórico.
En el 2001 el Dalai Lama dijo que “Jesucristo también tuvo vidas pasadas”, y agregó que “así que, ves, él llegó a un estado elevado, ya sea como Bodhisattva o Buda, o una persona iluminada, a través de la práctica budista o algo así.”
La Tradición Vaishnava, del hinduismo, en una de sus escrituras sagradas, el Bhavyshya Purana, que data de hace 3 mil años, anuncia el nacimiento de Jesús con el nombre de Isha.
Esta escritura predice que va a llegar un enviado de Dios. En sánscrito significa “aquel que desciende”, es decir, que baja del mundo espiritual al mundo material con un mensaje divino de amor y de paz.
PROFETA
No sólo la Biblia refiere en los tres Evangelios sinópticos: Mateo, Marcos y Lucas el Nacimiento de Jesús, también El Corán, libro sagrado de los musulmanes, habla del nacimiento del profeta Isa Ibn Mariam, Jesús hijo de María.
De acuerdo con el Sura 19 ‘Mariam’ del El Corán, Jesús habló siendo un bebé de brazos, como también lo dicen los Evangelios gnósticos, y se mostró ante el mundo como profeta de Dios.
“Entonces ella (María) se lo indicó (a Jesús). Dijeron (los hebreos): ¿Cómo vamos a hablar a uno que aún está en la cuna, a un niño? Dijo él (el niño): Soy siervo de Dios. Él me ha dado La Escritura y ha hecho de mí un profeta.
“La paz sobre mí, el día que nací, el día que muera y el día que sea resucitado a la vida”, dice el Sura 19:29-33.
Los musulmanes no consideran que Jesús sea el Hijo de Dios.
“¡Oh, gente de la Escritura! No excedáis los límites en vuestra religión ni digáis de Alá sino la verdad. El Mesías, Jesús, hijo de María, fue sólo un mensajero de Alá y su palabra que Él transmitió a María y un espíritu de su parte.
“Así pues, creed en Alá y en sus mensajeros, y no digáis ‘Trinidad’. ¡Basta ya! Es mejor para vosotros. Alá es sólo un Dios. ¡Gloria a Él! Lejos de Él tener un hijo.”, refiere el Sura 4 en su versículo 171.

ARCÁNGEL
Los Testigos de Jehová son la única denominación del cristianismo que no le confiere a Jesús ser llamado Dios, y ello es una de las premisas fundamentales de su doctrina que citan en su publicación La Atalaya.
“Aunque la gente adora a muchos dioses, solo hay un Dios verdadero, Jehová (Juan 17:3). Él es el Supremo, el Creador de todas las cosas y la Fuente de la vida. Es el único que merece nuestra adoración (Daniel 7:18; Apocalipsis 4:11)” dicen las citas bíblicas que utilizan los Testigos.
Aducen que Jesús mandó que se recordara su muerte, no su nacimiento (Lucas 22:19, 20). Agregan que ni los apóstoles, ni los primeros cristianos celebraban la Navidad, pues esta fiesta fue “instituida en Roma hacia 330” de nuestra era, más de dos siglos después de la muerte del último de los apóstoles.
Señalan que no existe prueba de que Jesús haya nacido un 25 de diciembre; de hecho, la Biblia no revela la fecha de su nacimiento, por lo que señalan que la celebración de la Navidad tiene su origen en costumbres y ritos paganos.
Adicionalmente, los Testigos de Jehová en sus interpretaciones de La Biblia, en sus enseñanzas y en su publicación La Atalaya, sostienen que antes de su nacimiento terrenal, Jesús era el Arcángel Miguel, ser creado por Dios desde el principio de los tiempos.
En distintas ediciones de La Atalaya enseñan explícitamente esta creencia fundamentada en interpretaciones bíblicas de pasajes como Primera de Tesalonicenses 4:16 y Judas 9, afirmando que Jesús, tras su resurrección, retomó su nombre celestial de Miguel, el jefe de los ángeles, y que este nombre significa “¿Quién es como Dios?”.
“Es importante señalar que el nacimiento humano de Jesús no fue el comienzo de su existencia. El ángel que visitó a María le comunicó que su hijo, al que debía llamar Jesús, sería concebido por medio del Espíritu Santo.
“El propio Jesús a menudo habló durante su ministerio de su existencia prehumana. De modo que el arcángel Miguel es Jesús antes de venir a la Tierra. Después que resucitó y volvió al cielo, Jesús retomó su servicio como Miguel, el jefe de los ángeles, ‘para la gloria de Dios el Padre’”, señalan los Testigos en el link: https://www.jw.org/es/biblioteca/revistas/wp20100401/Es-Jes%C3%BAs-el-arc%C3%A1ngel-Miguel/

BUDA ILUMINADO
En el budismo, Jesús es visto por muchos como un gran maestro iluminado o un bodhisattva, un ser que busca la iluminación para ayudar a otros, debido a sus enseñanzas de compasión, santidad, perdón y amor.
Sin embargo, los budistas en sus distintas ramas, no ven a Jesús como Dios en el sentido cristiano, ya que el budismo se centra en la auto iluminación, no en un Creador, aunque existen teorías populares, que sugieren que Jesús viajó a Oriente para aprender de Buda.
El Dalai Lama, líder del budismo tibetano, reconoce a Jesús como un maestro extraordinario y sus enseñanzas, como el Sermón de la Montaña como valiosas, aunque las interpreta desde una perspectiva budista de reencarnación y karma.
Valora el sacrificio y milagros de Jesús como actos de compasión que confirman su iluminación, no necesariamente como aspectos de la divinidad cristiana tradicional.
En su libro El buen corazón (The Good Heart), el Dalai Lama reflexiona sobre los Evangelios y señala que Jesús es “la puerta de entrada” al encuentro con Dios para los cristianos, un nivel de fe y devoción que los budistas pueden compartir y admirar.
HIJO DE DIOS
En el Concilio de Nicea del año 325, los primeros cristianos determinaron el dogma de que Jesús es el Hijo de Dios, no sólo un ser creado, sino coeterno y consustancial, de la misma esencia que Dios Padre.
El dogma, vigente hoy para católicos, ortodoxos, anglicanos y cristianos evangélicos, establece, con base en Los Evangelios, que Jesús es Dios verdadero.
“El ángel les dijo: No temáis, pues os anuncio una gran alegría, que lo será para todo el pueblo: os ha nacido hoy, en la ciudad de David, un Salvador, que es el Cristo Señor y esto os servirá de señal: encontraréis un niño envuelto en pañales y acostado en un pesebre”, dice el Evangelio de San Lucas (1:10-12).
En la Biblia no se menciona la fecha exacta del nacimiento de Jesús, pero una vez que el Imperio Romano adoptó el cristianismo como religión oficial, en el Siglo IV se tomó la festividad de El Sol Invictus, es decir el Solsticio de Invierno, que corresponde en el calendario gregoriano actual al 25 de diciembre, para establecer la fecha del nacimiento de Jesús.
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