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En la música encuentran la libertad; Cereso El Llano, en Aguascalientes

Entre canciones de cumbia, banda, balada o rock, los internos han aprendido una disciplina que ha cambiado su visión y les ha dado fuerza para vivir en el penal

Karla Méndez/ corresponsal | 12-11-2019
En la música encuentran la libertad; Cereso El Llano, en Aguascalientes
Tienen más de 300 canciones en el repertorio Campeones estatales de La Voz Penitenciaria El grupo se conforma por nueve integrantes, sin embargo, puede crecer hasta 11, dependiendo de las necesidades de la interpretación; los reos han aprendido a tocar guitarra, bajo, piano o batería dentro del penal.

AGUASCALIENTES, Ags.

Dicen que la música  es un lenguaje universal, pero al interior del Cereso El Llano, en Aguascalientes, se ha convertido en un escaparate para las personas privadas de la libertad.

Entre las rejas, un grupo de personas logró formar el grupo musical Alternativa Cero, gracias a las clases de música que se brindan en el centro penitenciario.

“Empezó en 2010 llegando aquí. A mí me gustaba la música, entonces empezamos a cantar con una guitarra, un panadero y yo. Empecé a traer compañeros que les gustara lo mismo que a mí, entonces los junté y les enseñé parte de su instrumento. Yo tomé aquí clases, yo no sabía tocar nada, absolutamente nada. Aquí el profesor de música, que viene por parte del centro, me capacitó y de ahí yo empecé a enseñarles a ellos junto con el profe”, señaló Iván, encargado del grupo, primera voz y primera Guitarra.

En el caso de Iván, quien fue sentenciado a 15 años de prisión por el delito de trata de personas, su abuelo era cantante igual que su padre, pero nunca tuvo la oportunidad de acercarse de lleno  a la música mientras estuvo en libertad.

“Fue algo que tenía frustrado no te daba tiempo de hacerlo. Aquí lo que te sobra es tiempo y digo que, en vez de que pase el tiempo, quiero hacer algo productivo y esto es una forma”, dijo Iván.

Poco a poco el grupo fue creciendo y se sumaron más integrantes e instrumentos musicales que los reos consiguieron con ahorros así como con el apoyo del Cereso y de sus familiares.

El nombre del grupo ha sufrido cambios, el primero fue Dinastía de El Llano, después Alegría Cautiva, pero un día, en forma de broma, dijeron que eran la última alternativa que tenían los internos por lo que el nombre definitivo fue Alternativa Cero.

“Por un chiste se quedó Alternativa Cero y nos gustó y ese nombre le trajo suerte al grupo, desde entonces. El grupo ya lleva seis años con ese nombre”.

Alternativa Cero está conformado por nueve integrantes pero para tocar cumbias u otro tipo de géneros son 11 en total, y tienen un amplio repertorio de canciones.

“Es un grupo versátil; son alrededor de 300 canciones las que tocamos; a veces las autoridades nos ponen retos, para nosotros cumplirlos es parte de nuestro trabajo”, explicó el líder vocal.

Alternativa Cero toca cualquier tipo de música: cumbias, rock, baladas, norteñas, banda, aunque son amantes del rock y la cumbia.

“Cuando estaba todavía en proceso antes de sentenciarme aprendí a tocar el contrabajo porque había muchos guitarristas, entonces se me hizo más fácil tocar la guitarra acústica. Cuando llego para acá, ya existía el grupo”, dijo Iván Lenin,
otro de los integrantes quien está en el Cereso por el delito de secuestro y fue sentenciado a 35 años, de los cuales lleva 11.

Los reos reciben clases de música una vez a la semana

“Me siento muy orgulloso de los grupos que he formado, pero, a través de estos años que he estado aquí, (Alternativa Cero) es el que más se ha consolidado, el que más tiempo ha durado”, expresó Víctor Hugo Díaz, encargado  de actividades culturales de los centros de reinserción de Aguascalientes.

El grupo interpreta sus canciones en eventos especiales y en las visitas familiares.

“Al momento que, por ejemplo, ‘que toque baile’ y tocamos baile y que se llene la pista bailando y que aparte te aplaudan, te da más emoción para seguir tocando”, dijo Iván Lenin.

Gracias a la música, muchos de ellos piensan en seguir tocando en algún grupo cuando concluyan su sentencia.

“Aquí me he dedicado a escribir muchas canciones; tengo muchas canciones propias para, quien quita, iniciar una carrera. A mi hija le gusta la música, mi hija canta, entonces iniciar algo con respecto a la música en familia sí se vive, yo digo que sí se vive”, contó Iván, primera voz del grupo.

Iván, incluso, hizo un himno para el equipo de futbol Necaxa, hace tres años, y tiene 20 canciones que espera registrar.

“Hice la composición para el Necaxa, un himno para ellos. Todos los arreglos y letras fueron hechas, bueno a mí me gusto y yo creo que a ellos les gustó bastante”, expresó.

La música les ha ayudado a tener disciplina y pasión pero, sobre todo, olvidarse del lugar en el que están.

“A mí me gusta mucho trabajar, a mí el trabajo se me hace algo que le da sentido a la vida y la música, es una pasión, pero a la vez un compromiso y un trabajo. Aparte de que me hace ser una persona productiva estando aquí, me ha ayudado a perder poco el encierro que se siente. Cuando uno canta, si me siento estresado canto o toco, saco todo el estrés de todo lo que sientes en ese momento y  lo transmites; te hace sentir la libertad que necesitas para sobrellevar esto mejor y cuando venga tu familia o hables con tu familia no les transmitas esa tristeza”, sostuvo Iván.

La batería fue una donación que les ayudó a reforzar más al grupo.

“La batería me gusta mucho porque tengo una hermana que tiene un grupo afuera y mi cuñado toca la batería. Me llamó mucho la atención, pero no tenía la oportunidad de aprender hasta que llegué a este lugar, me dieron la oportunidad de entrar al grupo y aquí fue donde me enseñaron a tocar la batería .

“Cuando empecé a tocar la batería la tocaba en un piano que trae un programa, así empezamos a tocar. Vinieron unas personas del Cetac (Centro de Estudios Tecnológicos en Aguas Continentales)  y les gustó mucho como tocamos y nos preguntaron por qué no teníamos batería –de hecho pensaban que era una melodía abajo y que nomás estábamos simulando–. Les comentamos que no teníamos batería y nos la donaron”, expresó Carlos otro de los integrantes, sentenciado a 20 años de prisión por el delito de secuestro.

Para las personas privadas de la libertad, el hecho de que los jóvenes tengan este tipo de oportunidades en su día a día puede ser una forma de no cometer errores.

“Yo creo que sería muy importante, más que nada por la disciplina. Si sacas una melodía tienes que saber los tonos, tienes que saber los tiempos y en lugar de estar pensando cosas malas. A mí me hizo cambiar muchísimo el estar aprendiendo a tocar la batería, estar en un grupo ayuda muchísimo, independientemente a que te dediques afuera, si eres un empresario o un obrero, si te gusta la música y aprendes te olvidas de muchas cosas”, expresó Carlos.

Alternativa Cero ha participado en concursos estatales, consiguiendo primeros lugares.

“Se han grabado tres vídeos para concursar a nivel nacional, en un concurso que se llama la Voz Penitenciaria. Se hace una eliminatoria estatal en el que se compiten entre los centros penitenciarios de aquí y Alternativa Cero a ganado tres veces”, precisó el encargado  de actividades culturales de los Centros de Reinserción de Aguascalientes.

La música es como una terapia para estos internos, quienes cada día buscan sentir la libertad a través de las canciones.

 

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