Logo de Excélsior                                                        
Nacional

El covid-19 también llegó al recinto legislativo de San Lázaro

Cinco legisladores comparten la experiencia de los síntomas y el aislamiento; los invadió el miedo a morir y luego la preocupación de haber contagiado a la familia

Ivonne Melgar | 15-06-2020
El covid-19 también llegó al recinto legislativo de San Lázaro
El diputado propuso que se realicen pruebas rápidas de detección.

CIUDAD DE MÉXICO.

Los diputados federales Jorge García Alcibíades, María Libier González Anaya, María Rosete Sánchez, José Luis Elorza Flores y Cecilia Patrón Laviada cuentan a Excélsior su experiencia con el covid-19, virus al que sortearon aislados desde su casa.

Con el único denominador común del cansancio especial que padecieron, los legisladores se pronuncian a favor de medidas urgentes para atender la gravedad de las consecuencias económicas, se manifiestan a favor de las pruebas, del seguimiento a los contagios y de mayores acciones preventivas.

Jorge Alcibíades García Lara

(Movimiento Ciudadano)

“Fue horrible. No podía ni moverme, tumbado, pensando hasta aquí llegué. Y me levantaba a la regadera para bajarme la fiebre”, sintetiza el diputado Jorge Alcibíades García Lara, de Movimiento Ciudadano, el primer caso de contagio del Congreso mexicano, en los inicios del confinamiento, y quien padeció durante cinco días temperaturas de 39 y 40 grados, el agotamiento por el covid-19, dolor de cabeza, pérdida del olfato y del gusto y los problemas para respirar, sobre todo en la noche.

“Ése fue el momento más difícil, por la ansiedad y la desesperación que genera. Aunque nunca tuve tos, pero sí, de repente, no puedes retener el aire, porque este bicho condenado se te pega en los pulmones. Es un tema feo y la gente tiene que tomarlo con seriedad, manteniendo la sana distancia cuando la gente no se puede quedar en su casa”, comenta el legislador.

Y bajo la premisa de que, al final, todos vamos a enfermarnos, porque es una enfermedad muy contagiosa, considera urgente que se debe tomar conciencia del cambio de dieta que requerimos, bajándole al consumo del azúcar y consumiendo más antioxidantes.

“El té de manzanilla, el té de jengibre, porque las bebidas calientes ayudan mucho durante la enfermedad. Las vitaminas C y D. Y, perdón que haga el comercial, pero también es muy recomendable el Factor de Transferencia que maneja el IPN, porque eleva el sistema inmunológico. A mí todo eso me sirvió mucho. Porque lo único que te recetan es el paracetamol”, aconseja.

Aunque no tiene claridad de dónde se contagió, piensa que una posibilidad fue el Aeropuerto, donde durante muchas semanas faltaron protocolos de seguridad, mismos que como legislador ya promovió. “Y ahora debemos impulsar medidas para aliviar la grave situación económica que se viene. Debemos garantizar recursos y créditos que pueden ser de vida o muerte para millones”.

Dado ya de alta y listo para donar plasma, cuestiona la tardanza del gobierno frente a la pandemia y la falta de pruebas, contraviniendo las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS).

María Libier González Anaya

(Movimiento Ciudadano)

Con la tranquilidad de una segunda prueba de covid-19 y esta vez negativa, la diputada María Libier González Anaya cuenta que la incomodidad que reportan los pacientes de la enfermedad le duró 10 días.

“Como soy una persona creyente, me encomendé a Dios: ‘Señor, estoy en tus manos. Tú decides’. Entendí que la línea puede ser muy corta entre la vida y la muerte. Tuve miedo, sí, sobre todo cuando tenía que preguntarme si estaba respirando bien”.

Con la preexistencia de ser diabética, la legisladora de Movimiento Ciudadano acudió al médico por una inflamación de angina, para lo cual le suministraron antibiótico. Tres días después se le manifestaron el cansancio inusual que caracteriza a los portadores del virus y la incomodidad del cuerpo. “Es una sensación antes no vivida, porque no sabes ni cómo estar ni dónde estar”. Y una tos seca y persistente que duró 48 horas. Antes de conocer el resultado positivo de la prueba, debido a los síntomas observados le recetaron cloroquina y paracetamol y un confinamiento de cinco semanas.

Maestra de primaria, líder de la comunidad migrante en San Pedro, California –donde viven sus hijos y nietos–, la diputada federal por Jalisco llama a seguir tomando precauciones contra un virus que, dice, llegó para quedarse. Y al evaluar la estrategia gubernamental, lamenta que no se haya actuado con anticipación.

María Rosete Sánchez

(Encuentro Social)

María Rosete Sánchez tuvo un desvanecimiento que la hizo chocar con una pared mientras se bañaba, sin llegar al desmayo. Y aunque en el momento no le puso atención, ahora sabe que ese fue el primer síntoma del covid-19 en su cuerpo. Después, vendrían las náuseas; un dolor de espalda que mientras duró ningún analgésico pudo mitigar. Y la pérdida del olfato y el gusto. “Es horrible perderlos, porque se va el hambre. La comida se te hace piedra en la boca y terminas sacándola”, cuenta. Mientras esta situación duró, el suero oral fue obligado.

Vía telefónica, contó con el acompañamiento de su médico familiar, que sólo le recetó paracetamol. Y encontró alivio en la oración, en la escucha del Evangenlio por internet y en el consumo permanente del té verde con manzanilla, diente de león y limón. Los malestares se prolongaron por 20 días.

“Fue una situación difícil, que me llevó a una crisis de pánico, por la idea de que podía dejar de respirar y morir. Eso me ponía mal. Dormía por ratitos, porque no podía conciliar el sueño. Es un virus que ataca ferozmente al organismo. Y es triste ver que aún hay gente incrédula”, relata.

Habla de la sensación compartida con su hijo, también contagiado: “Sientes que traes todavía el bicho adentro, por un cosquilleo en la garganta que no se quita hasta que tengo que toser y un ardor en la cabeza, como si tuvieras el cuero cabelludo quemado y molestias en los ojos”.

La diputada federal del PES dice darle gracias a Dios por haberle permitido vivir y salir de esta experiencia. “Ahora me toca ayudar en esta crisis que se viene tan negra, a que el camino sea más fácil para muchos”.

José Luis Elorza

(Morena)

Contagiado en Chiapas, en mayo, en plena pandemia, el diputado José Luis Elorza relata que cuando la oxigenación del cuerpo le bajó hasta 94, a dos puntos de ir al hospital, confundía la desesperación al toser con la ansiedad y el miedo a perder la capacidad de respirar.

Medicado por una supuesta salmonela, en un principio padeció malestares estomacales, febrícula, dolor de cabeza, y ese “malestar raro, pesado, que te obliga a estar sentado”.

“La prueba positiva es un golpe duro, por la incertidumbre y el aislamiento. La preocupación de haber contagiado a la familia. Es una enfermedad desgastante física y moralmente. Hay zozobra. Fueron dos semanas de malestares. Cada día que pasaba, me sentía peor. La fiebre creció a partir del sexto, se intensificó el dolor de cuerpo, perdí el sabor y el olor, y me empezó la tosecita que duró una semana. Se quita el hambre. No te sabe la comida. Y tuve focos neumónicos”, detalla.

Confía en que pronto su propuesta legislativa prosperará: aplicación de las pruebas rápidas para detectar a los portadores del covid, tengan o no síntomas.

“Hay que ir adelante de la enfermedad porque al menos el 70 por ciento de la población la va padecer”, alerta.

Espera que pronto pueda concretar la iniciativa de que el sector salud garantice a todos los pacientes que no requieren hospitalización, con los medicamentos: “antibióticos, antinflamatorios, antivirales, nebulizaciones y paracetamol. Todo ese coctel que a mí me ayudó a saltar la barda y a sobrellevar la enfermedad en mi casa”.

Para Elorza, lo urgente ahora es evitar que los contagiados se agraven.

Cecilia Patrón Laviada

(PAN)

Con dolores de estómago, escalofríos y una fiebre que no duró más de dos horas, inició el cuadro de covid-19 de la diputada Cecilia Patrón Laviada (PAN), quien había estado en contacto con los vendedores locales de hortalizas, después de que sus comercios fueron cerrados por brotes de covid-19.

Las molestias volvieron a presentarse al siguiente día, también hacia la noche, prendiendo la señal de alarma de que estaba afrontado una situación atípica que ameritaba la prueba, misma que salió positiva.

Sin embargo, para el tercer día, ya sin los malestares iniciales, lo único que persistió fue el cansancio que la mantuvo en cama y se prolongó por 72 más.

Pasado el aislamiento de tres semanas, con una nueva prueba ya negativa, y auxiliada por la vitamina D, la legisladora celebra la levedad de su padecimiento y se declara agradecida con Dios, porque no contagió a su madre de 92 años.

Ahora, con la tranquilidad de que puede volver al trabajo legislativo con sus comunidades, lamenta la grave situación de los productores yucatecos, que perdieron el 85% de sus cultivos y que enfrentan, además de los efectos de la pandemia, los estragos del huracán Cristóbal.

Cuestiona “la inconsistencia” de la estrategia gubernamental y su portavoz Hugo López-Gatell, la ausencia de ejemplos y mensajes claros en el uso del cubrebocas, así como la insuficiencia en el apoyo al personal sanitario para atender la pandemia.

Además, reitera que está  a favor del ingreso único vital, la iniciativa que un centenar de diputados federales impulsan para respaldar a los mexicanos más afectados económicamente.

 

 

Si haces click en la siguiente imagen puedes visitar nuestra sección de última hora.

Imagen intermedia

Te recomendamos

Tags

Comparte en Redes Sociales