El atole, una deliciosa bebida relacionada con la fertilidad y hasta con “amarrar” a la pareja
Además de ser una bebida deliciosa y nutritiva, en algunas zonas del país, el atole es relacionado con la fertilidad, así como con las relaciones de pareja, ya que sirve para “amarrar” al ser amado

El atole, una bebida muy conocida por los mexicanos y que sabe a “gloria” en las épocas de frío o cuando se toma muy temprano, además de ser un alimento delicioso y nutritivo, en algunos estados del país se le considera como una bebida “mágica” que ayuda a conservar el matrimonio y a la fertilidad.
El pueblo indígena de las regiones lacustre y montañosa del centro de Michoacán, a quienes se les conoce como Purépechas, considera que todas las mujeres que van a contraer nupcias deben saber preparar un rico atole, ya que esto dependerá la estabilidad del matrimonio.
El atole no sólo está presente en la relación de pareja, entre los purépechas se dice que esta bebida debe ser uno de los alimentos principales en las mujeres que acaban de dar a luz, ya que ayuda a que nunca le falte el alimento al recién nacido.
De acuerdo con los usos y costumbres de esta comunidad, otros de los lugares donde nunca deben faltar el atole es en el acompañamiento de los velorios, en las celebraciones de bautizos y también en las fiestas de boda.
¿Qué es el atole?
De acuerdo con información publicada en el sitio web del Instituto Nacional de los Pueblos Indígenas (INPI), el atole es una bebida de origen prehispánico consumida en México, Guatemala y otros países de Centroamérica, que originalmente era una cocción azucarada de harina de maíz en agua, en proporciones tales que al final tuviera una moderada viscosidad y un cierto espesor.
Posteriormente se le fueron agregando ciertas especies aromáticas como el cacao, la vainilla, la canela, el anís, la flor de azahar y las hojas de naranjo; además de otros saborizantes como chocolate, jugo o pulpa de frutas, para mejorar su sabor y darle variedad.
Tradicionalmente, el atole, se endulza con piloncillo, azúcar o miel. Aunque originalmente se elaboraba sólo a base de maíz, ahora también se preparan deliciosos atoles con harina de arroz o harina de trigo e igualmente puede prepararse con leche en lugar de agua.
Sabores del atole
El sabor del atole depende del estado del país donde se prepare, aunque es más común elaborar esta bebida con la fruta que se da en la región; por ejemplo, en el norte del país los indígenas pai pai preparan un atole de avellana; en Michoacán, entre sus muchas variedades, hay una que se hace con zarzamora silvestre; mientras que en la Ciudad de México conocemos el atole de chocolate, el atole blanco, que es la base de todos, hecho con nixtamal. En el estado de México, específicamente en el municipio de Coacalco se realiza la llamada Feria del Atole, donde se pueden encontrar más de 90 sabores de esta bebida nutritiva.
Otro de los festivales de dicados al atole tiene lugar en Tarécuato, Michoacán, donde se celebra la Feria del Atole una noche antes del Domingo de Ramos que marca el inicio de las festividades de la Semana Santa.
La feria, que tiene lugar cada año, permite la difusión de las costumbres de la región, por lo que en la visita a la plaza central del pueblo se puede ver un sinfín de puestos atendidos por señoras, quienes en sus ollas de barro ofrecen atoles de los clásicos sabores dulces, pero también los más exóticos y también los salados.
De esta forma, se puede degustar el atole “tokeri”, con granos de elote y salsa de chile; el picosito de “nurite”, una planta que los indígenas recomiendan para la fertilidad de la pareja, con su chilacayote cocido, el “xarikata” de maíz fermentado y salsa de chile guajillo, entre muchos otros.
jcp
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