Díaz Ordaz negó que el ejército hubiera usado un bazucazo en 1968

CIUDAD DE MÉXICO.

Tras los enfrentamientos con la policía y las primeras detenciones, los estudiantes toman algunas escuelas en el Centro Histórico de la Ciudad de México. Díaz Ordaz decide echar mano del ejército.

El ejército se presentó porque era indispensable su presencia… naturalmente al presentarse el ejército la agresividad y el espíritu combativo de los ‘contrarios’ disminuyó”, se detalla en una cita de la página 41 de Las memorias inéditas de Gustavo Díaz Ordaz, material presentado por Noticias con Ciro Gómez Leyva.

Los “contrarios”, como los llama Díaz Ordaz, se habían atrincherado en el edificio de la Prepa 1 en San Ildefonso, hasta ahí llegó el ejército, en son de paz, según lo narra en sus memorias el ex presidente.

Un jefe u oficial se adelantó con un magnavoz, sin arma, llamando a la cordura… explicando que el ejército se presentaba no para agredir a nadie sino para dar garantías a todos”… se exhortó a los jóvenes a que abrieran la puerta… no atendieron”, se añade del texto de las Memorias Inéditas.

Los soldados derribaron la puerta de San Ildefonso de una bazukazo y así quedó registrado en un par de fotografías, sin embargo, la versión de Díaz Ordaz es muy distinta, con base en sus memorias.

Hay una versión generalizada de que, para abrir el portón colonial de San Ildefonso el ejército se había valido de un disparo de bazuca. ¿Se imaginan los destrozos terribles que hubiera causado? ¿Se imaginan el número de heridos, de muertos, mutilados? ¿Cómo es posible que a un general de nuestro ejército se le pudiera haber ocurrido ese absurdo? Ni en la más descabellada serie de televisión. ¿Qué se hace para abrir una puerta?, empujar y si no cede, se empuja con más fuerza”, se abunda en el libro de las Memorias Inéditas de Díaz Ordaz

Y eso habría hecho el ejército, según Díaz Ordaz, derribar la puerta con la defensa de un vehículo militar.

El ejército toma también las Prepas 2, 3 y 5 y la Vocacional 5 del Politécnico. Esa misma noche el rector de la UNAM, Javier Barros Sierra iza la bandera a media asta en Ciudad Universitaria y el 1 de agosto encabeza una gran marcha contra la violación a la autonomía y la violencia de las fuerzas armadas.

Díaz Ordaz se va de gira por Colima y Jalisco, en Guadalajara hace aquel famoso llamado a la concordia.

No estaba previsto que dijera discurso alguno, pero cuando me ofrecieron el micrófono lo tomé y lo use para hacer un llamado a la concordia. Aproveché para abrir una amplia puerta al diálogo utilizando la nada original frase de dejar tendida la mano. Se respondió con el noble gesto de pedir la prueba de la parafina para la mano tendida.

¡En lo personal infiero que había yo disparado personalmente la pistola para asesinar estudiantes!” se cita en la página 50-51 de sus memorias.

En este libro, Díaz Ordaz relata la agudización de los actos antisociales y segura que se preparaban atentados terroristas.

También que “los provocadores”, como llama a los estudiantes, querían muertos.

Los provocadores están buscando víctimas y mártires, desde el primer día empezaron a inventar muertos y heridos que se desvanecían al siguiente, la policía no había hecho un solo disparo de arma de fuego”, recuerda el ex presidente.

Y rechaza, de manera enfática, que su gobierno se hubiera negado a dialogar con los estudiantes.

En su versión, la culpa de que no se hubiera llegado a acuerdos fue de ellos, de los jóvenes, de los estudiantes: “Los “provocadores”, “Los “contrarios”, como los califica.

Es totalmente falso que no haya habido diálogo, se dialogaba con las, digámosles, ‘autoridades máximas de los comités de huelga’, se llegaba a veces a avances que parecían que podrían hacer nacer cierto optimismo, pero luego todo era rechazado, a todo lo que podría conducir a una solución se le cerraban las puertas en los máximos círculos de la ‘autoridad huelguística’”, se reafirma en el documento biográfico.

Díaz Ordaz remata que la provocación y emboscada para la fuerza pública, y una serie de actos de terrorismo, determinaron la indispensable intervención del ejército.

Aquí el reportaje completo:

De su puño y letra, Díaz Ordaz negó que el ejército hubiera usado un bazucazo para derribar la puerta de la Prepa 1 en San Ildefonso, donde “los provocadores” se atrincheraban pic.twitter.com/jv5XPtySsy

— Ciro Gómez Leyva (@CiroGomezL) 1 de agosto de 2018