Contaminación por basura, problema de salud pública para México y EU

El tsunami de basura, plásticos, llantas y aguas negras que atraviesa sin visa ni pasaporte de México a Estados Unidos es un grave problema ambiental y de salud pública en ambos lados de la frontera.

En las colonias populares del norte de Tijuana como el Cañón, Los Alacranes, Laureles y Rancho Las Flores, donde a diario quedan a la deriva 300 toneladas de basura, las alergias y enfermedades respiratorias son muy comunes sobre todo en niños y adultos mayores.

“Con cualquier cosita ya está uno estornudando o enfermo del estómago, porque huele muy feo, por todo el cochinero que viene desde Los Alacranes donde hay corrales de cerdos”, lamentó Rosa Ángela Peña, habitante de Rancho Las Flores Segunda Sección.

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Los desechos que bajan con las lluvias terminan en el Océano Pacífico, en playas de Tijuana del lado mexicano y en Imperial Beach por la parte de Estados Unidos, donde las altas las concentraciones de bacterias enterococos, E. coli y coliformes totales, provocan a los bañistas dermatitis, enfermedades gastrointestinales o sinusitis crónica.

“Muchas veces, cuando está contaminado y cerrado en Estados Unidos, en México está abierto, y en Playas de Tijuana hay miles de personas que tienen contacto con el agua contaminada”, advirtió Serge Dedina, director ejecutivo de Costa Salvaje.

Ante la urgencia de atender la problemática, la organización ambientalista ideó una solución relativamente económica, sencilla y muy efectiva.

A principios del año pasado colocó una barrera antibasura de acero galvanizado con ocho flotadores de 48 metros de largo por un metro de altura, que hasta ahora ha logrado detener más de 28 toneladas de residuos.

“Lo que sabemos es que en el 2021, en la barrera atrapamos 28 mil 230 kilogramos de basura, donde el 93% son plásticos y llantas”, reveló Fay Crevoshay, directora Comunicaciones y Políticas Públicas de Costa Salvaje.

Todo el cochinero baja arrastrado por las corrientes de agua que se incorporan al río Tijuana, y aunque ahorita es temporada de estiaje, hay desfogues ilegales de drenajes y aguas residuales, lamentó Juan Benítez, coordinador Operativo del Sistema de Retención de Residuos, colocado en la colonia Los Laureles.

“Cuando hay mucho volumen de agua empiezan a aparecer residuos de todos tamaños como colchones, partes de carro, lavadoras, incluso encontramos aquí estufas, y todo lo que es plástico, que es lo que nosotros tratamos de evitar que llegue al otro lado”, precisó.

Por su parte, Armando Olachea, gerente de Políticas Públicas de Costa Salvaje, comentó que con el plástico que se recolecta en la barrera antibasura se busca detonar la economía local y brindarle opciones productivas a las familias que viven en estas colonias de extrema pobreza.

“Con cada supersaco lleno de plástico de alta densidad como el PET, la gente puede ganar 250 pesos, y con los volúmenes que están saliendo del Río Tijuana, la misma comunidad puede obtener recursos para subsistir”, manifestó.

Óscar Acuña, pequeño de 7 años de la colonia Rancho Las Flores, juega muy divertido en los columpios construidos con llantas, maderas y cuerdas usadas, consciente de que es necesario detener los desechos antes de que lleguen al mar, “porque matan las ballenas, tortugas, tiburones y peces”.

Con apoyo de la iniciativa privada y autoridades de México y Estados Unidos se buscan recursos para colocar más barreras antibasura en la región e impulsar plantas de reciclaje para el plástico.

Fay Crevoshay resaltó que tan sólo en la parte alta de Tijuana hay 36 canales que descienden de los cañones donde fueron establecidas colonias que carecen de los servicios básicos.

El proyecto bautizado como #BájaleAlPlástico, va por buen camino y se anuncia para el 14 de febrero la visita del embajador de Estados Unidos en México, Ken Salazar, quien ya mostró interés en apoyar la iniciativa.

“La idea es detener este tsunami de basura, beneficiar a Tijuana e Imperial Beach, porque esto está realmente afectando la salud pública y el medio ambiente de ambos países, ya que no hay muros que frenen la contaminación, en un ecosistema que se está destruyendo y que nos enferma a todos”, remató.

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