Agitación en el Congreso; surge otro aspirante, lanzan a Adolfo de la Huerta

Una desbandada de aliados de Plutarco Elías Calles sacudió al Partido Nacional Cooperatista (PNC)

thumb
primera plana de Excélsior

La revelación de Plutarco Elías Calles como candidato rumbo a sucesión presidencial de 1924 reavivó la opinión pública entorno al panorama político con miras al proceso electoral.

La actividad se encendió en la Cámara de Diputados durante las sesiones de las primeras de septiembre de 1923, cuando el grupo parlamentario del Partido Nacional Cooperatista (PNC) se vio inmerso en una discusión sobre si respaldar a Adolfo de la Huerta para contender por la presidencia.

El PNC nació en 1917 y pronto tomó relevancia al llegar a controlar un amplio número de gubernaturas a nivel nacional. Para 1923 los cooperatistas contaban con mayoría en el Congreso, liderados por Jorge Prieto Laurens, uno de sus fundadores.

El asunto generó una marcada división entre los legisladores al mencionarse el nombre de De la Huerta, por lo que un significativo sector se reunió en el salón amarillo del recinto para manifestar su apoyo a De la Huerta como candidato opositor.

Por su parte, la fracción de los callistas hizo lo propio en el salón verde donde tocaron diferentes puntos relativos a la elección de Calles como abanderado para competir por la Presidencia de la República.

“Canarios” eran llamados los diputados huertistas, debido a que sus cabildos eran organizados en el salón amarillo.

Mientras los callistas eran conocidos como “pericos” por realizar sus reuniones en el salón verde.

Al mismo tiempo que una parte de los diputados cooperatistas proponía a De la Huerta como una opción firme para competir por la Presidencia, el militar sinaloense Ángel Flores, se postuló como contendiente por parte de la Federación de Uniones de Oficios Varios.

UN MENSAJE A CALLES

En ese mismo tenor, el bloque adolfista instó a Calles por medio de un telegrama a interceder y lograr la participación de De la Huerta en los comicios. En su respuesta, Calles se negó a llevar a cabo pacto alguno con su paisano para persuadir de aceptar ser candidato presidencial.

Las actividades legislativas, reanudadas después de las fiestas patrias del 15 de septiembre, volvieron a tornarse enérgicas. El nombre de De la Huerta volvió a ser mencionado con insistencia como un aspirante a competir con Elías Calles por la Presidencia.

“La abstención de mi amigo el señor De la Huerta para figurar como candidato en la campaña presidencial es un acto de libre y espontánea voluntad, sin que mi amistad jamás se lo haya exigido”, se puede leer en la respuesta de Calles, publicada en la primera plana de Excélsior.

DISCORDIA COOPERATISTA

En medio de la agitación provocada por el tema electoral en la Cámara de Diputados, se presentó una desbandada de congresistas del PNC simpatizantes de la causa callista. El rompimiento se dio luego de los desacuerdos al interior de la bancada sobre el abanderamiento del partido rumbo al proceso electoral.

Dentro del debate parlamentario, el diputado y líder del PNC, Prieto Laurens, acusó a miembros del Partido Laborista Mexicano (PLM) de idear una iniciativa para evitar la postulación de De la Huerta como candidato por haber fungido como presidente provisional en 1920.

Por su parte, el legislador del PLM, Emilio Portes Gil, negó las acusaciones hechas por Laurens y llevó la discusión al terreno de las investigaciones en contra de Calles por el asesinato de Francisco Villa, ocurrido en julio de 1923.

De la Huerta permaneció en silencio ante la situación, desempeñándose aún como secretario de Hacienda, aunque días atrás no dejó claras sus intenciones, se mantuvo al margen de la opinión pública hasta ese momento.