Accidente en Texas: “Era una persona muy humanitaria”

La familia de Luis Enrique Castillo Terrones, el piloto de la Semar quien falleció en el accidente, recuerdan su gran calidad humana

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Se espera que sus restos sean repatriados a MéxicoFoto: Roxana Aguirre.

Fue la tarde de este 23 de diciembre que la familia de Luis Enrique Castillo Terrones, el piloto de la Secretaría de Marina que falleció en el accidente de Galveston, Texas, se enteró de que su cuerpo había sido hallado.

Sus familiares y amigos estaban reunidos en la casa de los padres de Luis Enrique, en El Pantano, una pequeña localidad del municipio de Tierra Blanca, Veracruz. Ahí esperaban noticias, pues tras 24 horas del accidente, sólo sabían que seguía desaparecido. Mientras esperaban, recordaban cómo era Luis Enrique.

Era una persona muy humanitaria, era una persona muy buena, y pues le tocó la mala suerte de tener este accidente”, aseguró Fernando Rodríguez, su vecino.

Así recuerdan sus familiares y amigos a Luis Enrique, quien falleció a sus 29 años la tarde del 22 de diciembre.

Al ver el comunicado de la Semar se enteraron del deceso. “No sabía si gritar o llorar o salir corriendo del susto”, dijo su padre, Eduardo Castillo.

También los vecinos estaban muy sorprendidos con lo ocurrido.

Como bomba, como vecinos aquí estábamos muy preocupados, porque no había información, pero aquí estamos acompañando”.

Su padre no estaba de acuerdo en que fuera marino

El padre de Luis Enrique recuerda que él no quería que su hijo fuera marino; pero el joven siempre quiso estudiar en la Heroica Escuela Naval de Antón Lizardo. Su padre consideraba que era una profesión peligrosa, sobre todo en los barcos. En parte, por eso, él decidió ser piloto. “Todos los maestros pues lo amaban porque es el único de por aquí de la zona que estudió esa carrera y  logró llegar a la meta”, dijo.

Cuando estudiaba, solía llegar a su casa con otros compañeros que vivían mucho más lejos y no podían estar con sus familias.

Ésta era la segunda vez que Luis Enrique participaba en un vuelo de ayuda humanitaria. “Para él era un orgullo tratar de ayudar a los demás”, recordó Rodríguez.

En el vuelo trasladaban a un paciente pediátrico al hospital de Shriners en Texas, donde tratarían las quemaduras del pequeño quien, desafortunadamente, es uno de los seis fallecidos.

*mcam