El neurólogo Sotelo sí patentó su sistema para atención de pacientes con hidrocefalia
El investigador negó haber inscrito el artículo, pero existe un registro de 1997
CIUDAD DE MÉXICO.
A pesar de que diseñó un sistema para atender la hidrocefalia en adultos que llegaron a esa enfermedad a causa de otra patología cerebral, pero que están sufriendo consecuencias a causa de ese invento, el investigador emérito del Instituto Nacional de Neurología y Neurocirugía, Julio Sotelo, negó haberlo patentado.
El experto en neurología, pero que nunca ha practicado la atención médica porque se dedicó a la investigación, aseveró que el sistema de derivación ventrículo peritoneal para el tratamiento de la hidrocefalia que inventó se quedó sin patente, porque nunca procedió a solicitarla.
Sin embargo, el Instituto Mexicano de la Propiedad Industrial (IMPI) tiene registrada la patente de ese sistema desde febrero de 1997 a nombre de Julio Everardo Sotelo Morales, con domicilio particular y no del Instituto para el que trabaja.
De acuerdo con dicho registro de patente, la ficha técnica con número de concesión 184039 señala que “la presente invención se refiere a un dispositivo de derivación ventrículo-peritoneal para el tratamiento de la hidrocefalia en humanos, caracterizado por estar exento de un mecanismo valvular y funciona a base de flujo continuo”.
Este invento hoy tiene postrada en la cama a Yolanda Armenta, quien aún conserva parte de dicho dispositivo que le fue colocado en 2004 y que según la paciente le fue puesto sin su consentimiento, a pesar de que se trató de un dispositivo experimental.
Pero contrario a lo que Yolanda asegura, el doctor Sotelo Morales, afirmó categóricamente que no solicitó ninguna patente por el dispositivo que inventó para el tratamiento de la hidrocefalia, porque no podía patentar una “manguerita”.
El también Premio Nacional de Artes y Ciencias 2001 afirmó que, “en general, las complicaciones por derivación son casi inexistentes en este instituto”, por lo que rechazó que los pacientes que han demandado resarcir los daños por este sistema, tengan complicaciones por el dispositivo que él inventó.
En entrevista con Excélsior, Sotelo Morales afirmó que no podía patentar un material que se compra a una empresa de Estados Unidos, haciendo alusión al catéter hecho de Tygon, pero no aclaró que sí patentó el sistema para el cuál solicitó dicha “manguerita”.
“Nada de lo que yo he hecho jamás se ha patentado, aunque soy el mexicano más citado en la literatura médica mundial y el que más ha publicado de médicos. Nada he patentado, ni siquiera cruza por mi mente, no me interesa. Desde luego esto (el dispositivo de derivación) no lo podía patentar, fue una tripa que está a la venta. Ni hay ningún implemento ni se les pone nada en el cerebro”, aseveró.
Lo que él hizo, añadió, fue determinar un calibre de esa manguera, señalando que debía ser de 900 milímetros de longitud y de 0.432 milímetros de diámetro interior.
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