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Nacional

Sale libre Josmar Flores, el pastor que secuestró un avión

Obtuvo un amparo directo; en 2009 amagó con hacer explotar dos bombas que eran en realidad dos latas de jugo

Redacción | 13-09-2014
Josmar Flores Pereira dijo en septiembre de 2009 que secuestró el avión donde viajaba porque tenía “un mensaje de Dios para México”. Foto: Érik Meza/Archivo

El pastor José Marc Flores Pereira, también conocido como Josmar, quien en 2009 amagó con secuestrar un avión de Aeroméxico con dos latas de jugo, logró salir en libertad luego que el Cuarto Tribunal Colegiado Penal del Primer Circuito en el Distrito Federal le concedió amparo directo, con lo cual concluyó su reclusión en un centro penitenciario de Morelos.

El religioso argumentó ante la justicia federal que ya había cumplido con su condena de cuatro años de terapia, ya que fue ingresado al Centro Federal de Rehabilitación Psicosocial de Ayala desde 2009, por lo que a partir de esa fecha debía contarse su penitencia, y no desde el 2012 cuando fue sentenciado, como parte de la causa penal 420/2013, cuya juicio efectuó el Segundo Tribunal Unitario.

Al conceder el amparo, el Cuarto Tribunal determinó que su sentencia debía contabilizarse desde el día de su captura, en 2009, y no desde 2012 cuando fue declarado inimputable y la sentencia que pagaba en el Reclusorio Preventivo Varonil Oriente, de siete años, fue cancelada.

El 9 de septiembre de 2009, el boliviano, quien por temporadas radicaba en Oaxaca, intentó secuestrar la aeronave con más de cien pasajeros que procedía de Cancún, Quintana Roo, rumbo al aeropuerto Internacional de la Ciudad de México, al amenazar a las azafatas de que haría explotar dos bombas que traía consigo. Luego quiso ingresar a la cabina para amagar también al piloto, cosa que no logró.

Exigía entrevistarse con el entonces presidente Felipe Calderón, a quien pretendía advertir —según él de parte de Dios— sobre un terremoto que ocurriría en la capital del país, para lo cual la tripulación debía convocar a los medios de comunicación. Para cuando aterrizó, la Policía Federal ya lo aguardaba, y fue arrestado y entregado a la justicia federal para enfrentar cargos por delitos contra las vías de comunicación.

El caso ameritó la presencia del titular de la hoy extinta Secretaría de Seguridad Pública, a cargo entonces de Genaro García Luna, quien se hizo cargo del asunto, que duró horas  en los hangares del aeropuerto capitalino.

Una vez sometido, al boliviano se le quitó las supuestas bombas, que eran en realidad focos con un calcetín y una pieza de ropa interior en una caja, y dos latas de jugo.

La justicia federal lo condenó al considerar que Flores Pereira, de nacionalidad boliviana, era un enfermo mental y le fueron impuestos cuatro años de tratamiento siquiátrico.

La juez encontró al pastor Josmar penalmente responsable de privación ilegal de la libertad, aunque con ciertas atenuantes,  y también por el delito de ataques a las vías generales de comunicación, en su modalidad de apoderarse de una aeronave con amenazas.

Josmar, quien también es cantante cristiano, se las ingenió para realizar en reclusión algunas grabaciones.

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