Retrato hablado: Enrique Ochoa, un hombre de los tiempos de la reforma

CIUDAD DE MÉXICO, 13 de julio.- Quienes trabajan o han trabajado a su lado aseguran que es un líder, inteligente y eficiente, un hombre risueño y carismático, que es capaz de poner de buen humor a quien conversa con él; así describen a Enrique Ochoa Reza, director general de la Comisión Federal de Electricidad.

Siendo uno de los funcionarios más jóvenes de la presente administración, con apenas 41 años, lleva muy presente el ejemplo de su padre, quien se desempeñó como magistrado del Poder Judicial de la Federación.

Para Ochoa Reza verlo todos los días, leyendo y analizando textos o expedientes en la biblioteca de su casa, le permitieron tomar como lección de vida el trabajo y la disciplina.

Entre muchos de los consejos que recibió, aquel que recuerda con mayor claridad y que ha llevado a la práctica, es no tener ningún tipo de deudas financieras, por lo que se describe cuidadoso en ese aspecto.

Sin embargo, considera que le hizo falta tiempo para aprender más de su progenitor, quien falleció cuando él tenía 26 años, principalmente en el ámbito profesional.

Estudió una licenciatura en Derecho en la Universidad Nacional Autónoma de México, otra en Economía por el Instituto Tecnológico Autónomo de México y realizó un Doctorado en Ciencia Política y una maestría en Filosofía Política en la Universidad de Columbia, Nueva York.

Como estudiante, su principal recuerdo es en la crisis económica que sufrió México hace 20 años, cuando se encontraba estudiando en la UNAM y el ITAM al mismo tiempo.

“En la UNAM, algunos compañeros tuvieron que dejar de estudiar para trabajar y ayudar a sus familias a salir adelante; otros ya no tenían para comprar cuadernos y escribían sus apuntes en servilletas o en hojas sueltas. En cambio en el ITAM, la crisis se vivió en un sentido distinto, de cómo la teoría económica no siempre se cumple en la realidad.”

De pensamiento crítico

 “Cuando los otros estudian, nosotros estudiamos más. Cuando los otros descansan, nosotros estudiamos más, más”, esas fueron las palabras que en repetidas ocasiones escuchaba de su maestro Miguel Carbonell durante sus clases sabatinas en la UNAM, y las cuales busca que también se queden como ejemplo para sus alumnos.

Desde hace ocho años, Ochoa Reza imparte la clase de Derecho Constitucional en la Universidad, al menos un semestre cada año, actividad que considera gratificante y la cual lo ayuda a mantenerse vigente en el tema.

Sus alumnos, como todo joven habido de conocimiento, son demandantes, por lo que les otorga la misma dedicación que él exige de ellos, además de que le han enseñado la importancia de aprender a pensar de manera crítica.

De la tesis a la práctica

Además de impartir clases, Enrique Ochoa ha tenido una larga carrera profesional dentro del servicio público, es por ello que entre sus principales cargos se encuentran el de consejero electoral en el IFE durante 1997; secretario particular de la magistrada presidenta de Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación entre 2007 y 2011, además de ocupar varios cargos dentro del equipo de transición del ahora presidente de México, Enrique Peña Nieto.

Su nombre se tornó aún más relevante cuando fue designado como subsecretario de Hidrocarburos en la Secretaría de Energía, donde muchos de los empresarios y asociaciones ligadas al sector aseguran que fue uno de los directivos más eficientes que ha ocupado el cargo.

A principios de 2014 el oriundo de Morelia, Michoacán, recibió la noticia de que había sido designado por el Presidente de México como director de la Comisión Federal de Electricidad, justo en un momento clave para el futuro de la Reforma Energética.

Y no podía ser de otra manera, pues mientras en su tesis de licenciatura para el ITAM “Un Mercado de Generación de Energía Eléctrica para México”, ya hablaba de la necesidad de reformar al sector. “Mientras la redactaba, a finales de los noventa, me imaginé varias veces qué haría como director general de la CFE y es un orgullo tener ahora la oportunidad de trabajar en esta gran empresa”. Por ello asegura que dirigir a la compañía en los tiempos de la reforma, es un reto que afronta con “mucho entusiasmo” pues está convencido de la necesidad de realizar cambios que hagan más competitivo al mercado y se alcance una óptima evolución de la Comisión Federal de Electricidad.

Pero aún
debe la Luna de Miel

 ¿Y ahora qué le digo a mi esposa?, ese fue el primer pensamiento que paso por la cabeza de Enrique Ochoa cuando lo nombraron director de CFE, pues ello le ha generado una importante deuda con Greta Rojas, con quien contrajo matrimonio a mediados del año pasado, y a quién prometió un viaje por su Luna de Miel, hasta que fuera aprobada la reforma energética. “Aún le debo el viaje”.

A pesar de ello, asegura que la también conductora de televisión, lo ha apoyado incondicionalmente, por lo que afrontan en pareja la responsabilidad del puesto, no solo de director, sino también el de papá, pues hace apenas tres semanas nació su hija María Sofía.

Por ello el tiempo para Ochoa es apremiante, y lo aprovecha al máximo, levantándose todos los días a las 6:50 de la mañana para correr cinco kilómetros. Los fines de semana, el menú principal de la pareja consiste en desayunar tacos de barbacoa, lengua o carnitas, y si esto es acompañado por una copa de mezcal, siendo su bebida favorita, su día es pleno.

U2 y Zoé, son los grupos preferidos de Enrique Ochoa, sin embargo, como la mayoría de los adultos jóvenes se deleita con la música electrónica, y si esta proviene de las mezclas de los DJ’s Paul Van Dyk y Paul Oakenfold, simplemente se siente feliz.

Si se trata de relajarse en el sillón con su esposa, conectan Netflix para intrigarse con House of Cards, de la que ya esperan la tercera temporada; pero si se habla de deportes, por razones obvias, no pueden dejar de estar informado con Los Protagonistas.

Muchos son los libros que ha leído, pero entre sus predilectos se encuentra “Ensayo sobre la Ceguera” de José Saramago, “Conversación en la Catedral” de Mario Vargas Llosa, “Globalization and Its Discontents” de Joseph Stiglitz y “Problems of Democratic Transition and Consolidation” de Juan Linz y Alfred Stepan.

“Actualmente estoy leyendo “Capital in the Twenty-First Centruy” de Thomas Piketty. Va muy bien, luego platicamos qué tal termina”, asegura.

¿Cómo se ve en un futuro no muy lejano? “En 10 años, quiero seguir dando clases en la UNAM, trabajando para el Servicio Público Mexicano y llevando a mi hija Sofía María a la escuela primaria”.