Violencia vicaria: cuando los hijos se convierten en el arma
Cuando los hijos se convierten en un arma, la violencia vicaria en México golpea donde más duele. Infórmate y protege a tu familia.

En el marco del Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer, este 25 de noviembre es fundamental visibilizar una forma de agresión que no deja golpes en la piel, pero sí heridas profundas en la vida de miles de mujeres: la violencia vicaria.
La reciente imagen de la Presidenta de México siendo agredida en un espacio público provocó una alerta colectiva. Más allá del contexto político, quedó en el aire una sensación de vulnerabilidad: si la violencia llega a la máxima autoridad del país, ¿qué pueden esperar las mujeres que enfrentan agresores sin reflectores ni protección?
Las cifras confirman la preocupación. De acuerdo con la Red Nacional de Refugios, durante 2024 se registraron al menos cuatro llamadas diarias de auxilio. El 88% de las mujeres atendidas reportó violencia psicológica y el 81% violencia física. Sin embargo, una modalidad avanza silenciosamente dentro de hogares y juzgados: la violencia vicaria.
¿Qué es la violencia vicaria?
Es una forma de violencia de género en la que el agresor daña a la mujer utilizando a sus hijas e hijos como herramienta de control, castigo o destrucción emocional. En vez de violentarla directamente, busca golpear donde más duele: el vínculo materno.
Entre las conductas más frecuentes se encuentran:
- Amenazas como “te voy a quitar a los niños”.
- Retención o sustracción ilegal de menores.
- Manipulación psicológica de los hijos para romper la relación con la madre.
- Bloqueo de convivencias o comunicación.
El Sistema de Información Legislativa (SEGOB) registró un aumento del 14% entre 2021 y 2022, y en algunas regiones el incremento alcanzó el 167% en 2023, lo que evidencia una tendencia preocupante.

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El impacto devastador en la salud mental y física
La violencia vicaria no es un “problema familiar”: es un atentado directo contra la salud mental, física y emocional de mujeres e hijos.
Informes basados en datos de la Fiscalía de la CDMX indican que este tipo de violencia puede desencadenar más de 50 padecimientos, incluyendo:
- Trastornos de ansiedad.
- Depresión severa.
- Trastorno de Estrés Postraumático (TEPT).
- Enfermedades autoinmunes relacionadas al estrés crónico.
En 2025, el Sistema Nacional de Vigilancia Epidemiológica (SINAVE) ha registrado más de 23 mil casos de violencia intrafamiliar, un indicador de la gravedad de la problemática en México.
Legislación: un paso adelante contra la violencia vicaria
Tras años de exigencia de colectivos de madres, la ley mexicana comenzó a reconocer esta forma de violencia.
Desde enero de 2024, la violencia vicaria está tipificada como delito a nivel federal dentro de:
- Ley General de Acceso de las Mujeres a una Vida Libre de Violencia
- Código Civil Federal
- Código Penal Federal
Además, 23 estados —incluyendo la CDMX— ya la incorporaron en su legislación local. En la capital, fue tipificada desde junio de 2022, lo que permite sancionar estas agresiones en juzgados familiares y penales.

¿Dónde buscar ayuda en CDMX? Recursos gratuitos para mujeres
Si estás viviendo violencia vicaria o cualquier forma de violencia de género, existen instituciones especializadas que ofrecen atención psicológica y asesoría jurídica gratuita.
LUNAS – Secretaría de las Mujeres (SEMUJERES)
Las LUNAS son 27 sedes distribuidas en todas las alcaldías de la CDMX.
Servicios gratuitos:
- Atención psicológica.
- Asesoría jurídica especializada.
- Trabajo social.
- Canalización a Defensoría Pública y otras instituciones.
No necesitas cita previa. En tu LUNA analizarán tu situación, te acompañarán en la toma de decisiones legales y te brindarán herramientas emocionales para afrontar el proceso.
Defensoría Pública de la CDMX: pasos a seguir para recibir apoyo jurídico gratuito
La Defensoría Pública de la CDMX es uno de los recursos más importantes para mujeres que necesitan acompañamiento legal por violencia vicaria, violencia familiar o procesos de guarda y custodia. Su atención es gratuita y especializada.
1- Acudir primero a una sede LUNA para recibir canalización
Aunque podrías ir directamente, llegar vía LUNA acelera la atención, pues ya evalúan tu caso y orientan el tipo de proceso legal que necesitas.
2- Presentar documentos básicos
Para abrir expediente se solicita:
- Identificación oficial.
- Actas de nacimiento de tus hijas e hijos.
- Documentos que acrediten la relación con el agresor.
- Evidencia de violencia (capturas, denuncias previas, mensajes, notas médicas, etc.).
Si falta algo, te orientan para conseguirlo, nunca te niegan el servicio.
3- Apertura de expediente y asignación de defensora o defensor
Una persona defensora será responsable de tu caso.
Aquí es clave la constancia de la usuaria: asistir a citas, entregar documentos y mantener comunicación permite avanzar sin retrasos.
4- Evaluación y estrategia jurídica
Tu defensora analizará:
- Riesgos para tus hijos.
- Evidencia de manipulación, amenazas o sustracción.
- Necesidad de medidas de protección urgentes.
- Qué tipo de procedimiento iniciar: penal, civil o familiar.
5- Acompañamiento en denuncias y procesos judiciales
La Defensoría te ayuda con:
- Denuncia penal por violencia vicaria o violencia familiar.
- Medidas de protección inmediatas ante el Ministerio Público.
- Juicios de guarda y custodia, pensión alimenticia o restitución de menores.
- Representación jurídica en juzgados.
Te explican cada paso y te acompañan durante todo el proceso legal.
6- Seguimiento legal continuo
Ofrecen:
- Redacción de escritos.
- Representación en audiencias.
- Actualización del expediente.
- Asesoría permanente para que entiendas cada etapa.
7- Canalización a otros servicios
En caso necesario, podrán dirigirte a:
- Centros de Justicia para las Mujeres (CJM).
- Fiscalía especializada en delitos de género.
- Refugios temporales en situaciones de alto riesgo.
Línea SOS Mujeres – Atención 24/7
- Marca: *765
- Disponible: las 24 horas, todos los días del año.
- Ideal para situaciones de riesgo inmediato o crisis emocional.
Romper el ciclo sí es posible
La violencia vicaria no solo lastima a las madres: también deja huellas profundas en niñas, niños y adolescentes. Nombrarla, reconocerla y pedir ayuda es un acto de protección y resistencia.
Este 25 de noviembre, recordemos que la violencia que no se ve también destruye. Informarse, denunciar y acercarse a los recursos disponibles puede salvar vidas.
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