Crisis partidista da pie a Podemos
De acuerdo con analistas, los partidos tradicionales han vivido aislados de la realidad, lo que ha originado el apoyo a nuevas formaciones que hoy lideran las encuestas

MADRID, 9 de febrero.– Crisis, corrupción y conflictos internos agudizan la desconfianza preexistente del votante español respecto a la política tradicional y dieron alas a las aspiraciones de nuevas formaciones políticas, que han logrado transformar el descontento en apoyo a su causa.
Desde que España es democracia, un sistema muy bien aceptado por el ciudadano, el votante desconfía en las instituciones como los partidos”, explica el director del Departamento de Ciencias Políticas y Relaciones Internacionales de la Universidad Autónoma de Madrid, Santiago Pérez-Nievas.
Una situación ilustrada por las cifras del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS), pues desde marzo de 2006 el índice de confianza en la política española no superó 50% y su mejor cifra histórica desde 1996 fue de 63.5% en abril de 2004.
Sin embargo, “esos votantes indignados con los partidos no encontraron un lugar donde su voto tuviera impacto, aunque hayan existido siempre”, explicó Ismael Crespo, director de Comunicación Política del Instituto Universitario Ortega y Gasset, y es que “siempre han habido indignados entre los votantes españoles, pero el elector español suele primar el voto útil”, apuntó.
Al día de hoy, esos ciudadanos, que consideran a los partidos como un problema para España, crecieron, desde 2007, de 14.7% a 21.8%.
La razón, de acuerdo con expertos entrevistados por Excélsior, reside en que “los partidos vivieron aislados de la realidad, siendo aparatos del Estado aun como opositores”, que “enfrentaron los problemas internos con cambios de cara, no de estructura” o “que su discurso se basó en el ya famoso y tú más, que ya cansó a los ciudadanos”.
De este modo, Podemos y otras formaciones podrían ser la fórmula para “castigar a los grandes partidos, los socialdemócratas del Partido Socialista Obrero Español (PSOE) y los conservadores del Partido Popular (PP), que son considerados responsables de tanto recorte por el ciudadano”, apuntó Antonia Martínez, catedrática de Ciencias Políticas de la Universidad de Murcia.
Lo hará, como siempre lo hace, en elecciones de segundo orden como hizo en las europeas y como lo hará en las próximas autonómicas y locales”, puntualizó Martínez en entrevista con este diario.
Los últimos datos del CIS sobre la intención de voto, publicados esta semana, muestran que el “castigo” podría ir más allá y llegaría a los comicios nacionales, en los que Podemos desbancaría a la socialdemocracia española como principal fuerza opositora, con el apoyo de 23.9% de los encuestados, 1.7% más que el PSOE.
Aunque, como matizó la politóloga de la Universidad de Valencia, Astrid Barrio, “Podemos es sólo una expectativa” y el adelantamiento al PSOE y “que se sitúe como segunda fuerza política en España, como dicen algunas encuestas, está por ver”.
En palabras de Javier Zamora, experto en historia de los movimientos políticos de la Universidad Complutense de Madrid, “una cosa es apoyarlos en las encuestas (a Podemos) y otra poner en sus manos el presupuesto de ayuntamientos, diputaciones, comunidades autónomas y Administración General del Estado.
Algo en lo que Podemos no está pensando”, apuntó Crespo.
Por su parte, los conservadores del Partido Popular continúan siendo la principal fuerza política del país en intención de voto. A pesar de ello, según los datos del CIS, contarían con un apoyo electoral de 27.3%, muy inferior al 44.62% de votos que lo alzó en el poder en las elecciones generales de 2011.
Estrategias ante el cambio
De este modo, España vive un “cambio en el comportamiento electoral de sus ciudadanos”, explicó Crespo.
La principal novedad en esta variación, señaló Zamora, es que “el panorama político español está mucho más abierto” por lo que es más difícil conservar el voto o atraer a los indecisos.
Por ello, los expertos señalan que los partidos deben adaptar sus estrategias a las demandas de las generaciones que no participaron en la instauración de la democracia española, a los votantes decepcionados y sin perder de vista a sus votantes fieles, cada vez más volátiles
La catedrática Martínez resumió las estrategias de los tres grandes partidos en las encuestas, así: “Podemos seguirá con el discurso del cambio, el PP apostará por el discurso de que hay que seguir creciendo y tratará de fortalecer y debilitar al PSOE, que hoy por hoy no tiene ni idea de qué hacer”.
Con todo, Podemos “no tiene discurso para gobernar”, aseguró Crespo. De este modo, trabajar en unas propuestas que den respuesta a los problemas económicos y muestren cómo solucionarían las carencias en el sistema de bienestar español será determinante para conocer el futuro de la formación, apuntan los expertos.
Casi todo el mundo “está de acuerdo con la crítica de su discurso”, explicó Zamora. No obstante, hacen falta “propuestas reformistas y que tengan visos de realidad... no cantos de sirena a las masas”. Ese es el reto de Podemos en esta campaña para poder “aspirar al triunfo”, según Zamora, aunque seguir la misma línea no significa “que no consiga buenos resultados”.
Crespo explica que una táctica de Podemos podría ser continuar moderando el discurso y presentando candidatos más neutrales.
De este modo, de acuerdo con Crespo, podría seducir a los votantes de la derecha decepcionados que piensan que el presidente conservador Mariano Rajoy no cumplió su programa y que el partido está trufado de corrupción”, explicó.
Al día de hoy, Podemos es ubicado en la extrema izquierda por casi uno de cada dos españoles. Sin embargo, casi 30% de los encuestados por el CIS el pasado enero no sabían dónde ubicar ideológicamente al partido que hoy es, en las encuestas, una de las grandes fuerzas políticas de España, lo que podría dar un margen para mostrar una nueva faceta.
Por su parte, la socialdemocracia española “lo tiene complicado”. Los expertos dibujan a un PSOE que trata de girar a una izquierda donde se impone Podemos y al que un discurso demasiado cercano al PP podría fulminar.
De acuerdo con Astrid Barrio, “el PSOE lo tiene difícil, pues no puede exhibir resultados de gobierno como el PP y además es el responsable del inicio de las políticas de austeridad que critica Podemos. Por ello, un recurso puede ser el discurso del miedo”.
El PSOE debe mirar lo mejor de sus décadas de historia para refundarse, quizá con otras siglas”, aseveró Zamora. Una oportunidad perdida para Pedro Sánchez, el secretario general de los socialistas, cuando “asumió sustituir a Alfredo Pérez Rubalcaba, el antiguo secretario general del partido”, apunta el historiador político.
Además, debe enfrentar “los conflictos internos que los votantes castigan y que se evidenciaron aún más con las elecciones abiertas a secretario general del PSOE”, señala el politólogo Santiago Pérez-Nievas.
Crespo critica que los cambios en el PSOE fueron “de cara, pero no de fondo”. Esta situación hará prácticamente imposible que los consejos que da Martínez al PSOE se apliquen, aunque “quieran”, como asegura Pérez-Nievas.
La politóloga Barrio cree que los socialistas deben “sustiuir al equipo directivo y recuperar un discurso clásico de socialdemocracia, a la par que esconden a quienes tuvieron cargos con el antiguo gobierno socialista”, que comenzó las politícas de austeridad.
No lo ha hecho mal”, dice Zamora sobre el líder de los socialistas, Pedro Sánchez. Sin embargo, “tiene que completar su campaña de imagen con propuestas solventes, serias, que le permitan mantener a buena parte de su electorado y competir por la victoria”.
Los resultados de gobierno son los datos que esgrimirá el PP en su campaña. Al día de hoy, los usuarios de Metro de Madrid ya pueden encontrar anuncios de los conservadores, donde afirman que el descenso del paro “es una realidad” y aseguran que “aún queda mucho por hacer”. “Su orden frente al caos de Podemos” será el discurso del PP, señalaron las fuentes.
Por ello, el PP “es el único que depende de sí mismo”, apunta Crespo. Sin embargo, a los electores no les valdrán las promesas, pues al estar en el poder se les juzgará por los resultados de su gestión, aseguran varias fuentes.
Los votantes potenciales, y los más fieles del espectro electoral español, de los conservadores eran, hasta recientes escisiones, toda la derecha española que va desde los restos del franquismo hasta el centro derecha liberal, explica Zamora.
Su reto es volver a ilusionar a sus votantes decepcionados, que suelen castigar a este partido con la abstención de voto, señala Crespo.
Por ello, la mayoría de los expertos considera que la campaña de los populares la marcará el tiempo y la evolución de la crisis española. Su mejor recurso electoral será que el ciudadano sienta la salida de la crisis en su día a día, coincidieron varias fuentes.
Todo ello hace que los expertos consideren casi unánimemente que el bipartidismo está roto en España. Una situación que abre la puerta a la pluralidad y a la necesidad de negociar pactos, que deben comenzar a gestarse antes de las elecciones.
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