Felipe VI da mensaje de Navidad, en medio de polémica por infanta Cristina

CIUDAD DE MÉXICO, 26 de diciembre.-El rey de España, Felipe VI, lanzó en Nochebuena su primer mensaje navideño, en el cual embistió contra la corrupción y la fragmentación del país, apostó por una economía humana e ignoró asuntos que la sociedad española esperaba.

“Debemos cortar de raíz y sin contemplaciones la corrupción”, fue la frase más repetida en la prensa, y es que fue lo más parecido a una respuesta que dio el rey sobre la gran cuestión que planeaba sobre esta cita: la acusación de su hermana, Cristina de Borbón, en una trama de corrupción.

La respuesta la completó el ambiente. La ausencia de sus hermanas en las fotos de la estancia daban a entender que el distanciamiento que inició Felipe de Borbón hace años con su hermana Cristina no iba a acabar ahora.

Esas fotos también revelaron las bazas del monarca: la continuidad, mostrada con el abrazo paterno el día de su coronación o la continuidad que se muestra en una de la familia de Felipe VI.

Sin embargo, la gran protagonista fue la reina Letizia, quien apareció en 75% de las imágenes: como consorte, en una foto rumbo a una gira por Iberoamérica, como madre, en una foto familiar, y como niña; pues en el fondo de la estancia se veía a una Letizia niña, que parecía mostrar que Felipe VI no teme al pasado de su consorte, como algunos especulan.

El discurso no se limitó a la corrupción y es que Felipe VI sabe que tres de cada cuatro españoles temen al paro. Por ello, insistió en que la “situación económica continúa siendo un motivo de grave preocupación y los índices de desempleo son todavía inaceptables”, respondiendo así al gran temor de los españoles y apostó por una economía “que debe estar siempre al servicio de las personas.”

Paro, corrupción, economía y... política; ése es el cuarto gran problema para los españoles y a él se refirió Felipe VI reconociendo que las malas prácticas en este terreno “provocan, con toda razón, indignación y desencanto”.

Además, llamó a “regenerar nuestra vida política”, eso sí sin profundizar en cómo hacerlo y sin enfrentar la inestabilidad que sufren los partidos políticos españoles; que deberían ser parte consolidada de “la alternancia política basada en unas elecciones libres y democráticas”, la cual presumió el rey.

De este modo, Felipe VI fue mucho menos contundente que su padre, Juan Carlos I, en 2012; quien llamó a “política con mayúsculas”.

Cataluña fue otro de sus principales temas y es que el monarca obvió hablar directamente del resto de los nacionalistas y centrarse en el catalán; así lo sintieron en el Partido Nacionalista Vasco, quienes señalaron que el monarca “no se da cuenta de la existencia de realidades nacionales distintas en el Estado”.

La respuesta del Presidente catalán fue celebrar que se reconozca desde la Casa Real el problema e insistir en el llamado “derecho a decidir”, aunque matizó que no vio el discurso real.

Otro olvido real en este discurso fueron las víctimas del terrorismo vasco, quienes han sido un tema constante en este año y en prácticamente todos los discursos que su padre viene ofreciendo desde 1975 en estas fechas navideñas.

Con estos temas y omisiones, en un discurso retransmitido por las principales televisoras de España, Felipe VI trató de llamar al realismo y a la ilusión. En 13 minutos y 22 segundos.