Shawn Mendes, señorito Corona Capital 2024
La energía juvenil de Shawn Mendes derritió a sus fans en el cierre de la segunda fecha del Corona Capital. Para los más grandes, New Order y Travis pusieron el toque postpunk y emo.

Con un video en blanco y negro que se proyectaba en la pantalla y con puntualidad inglesa, New Order llegó, por tercera ocasión, al Corona Capital, sólo para reafirmar que son uno de los consentidos de México.
“Buenas noches, somos New Order, de Manchester” dijo Bernard Sumner antes de tomar su guitarra y darle una probadita a sus fans de lo que se vendría en su participación de esta edición del festival.
“Muchas gracias, señores y señoritas”, lanzó el vocalista tras haber dado vida a Transmission, original de la nave nodriza Joy Division, sólo para instantes después poner a bailar a la gente con Crystal.
Age Of Consent y Ceremony se volvieron parte del ritual —en las que los vasos volando de la emoción no se hicieron esperar— que hizo homenaje no sólo a los inicios de la música con sintetizadores, sino a aquellas bandas que tomaron mucho o poco de New Order y tienen parte de su sonido.
Pero el origen lo es todo, por eso Joy Division no puede estar nunca lejos de New Order, aunque Isolation indique algo diferente.
Si, ya se ven grandes de edad, pero en el fondo siguen siendo los jóvenes contestatarios de Manchester que clamaban, con un sonido completamente nuevo desde hace más de cuatro décadas, Be A Rebel, después de que en Your Silent Face señalara en un letrero en la pantalla “poder, corrupción y violencia”.
Waiting for The Sirens’ Call y Sub-Culture también formaron parte del set de los británicos, y en el que obviamente canciones como Blue Monday y Bizarre Love Triangle no pudieron quedar fuera. Tras una breve pausa los británicos volvieron al escenario para cerrar de forma redonda de la misma manera en la que comenzaron: con Joy Division y obviamente no se podían ir del escenario sin darle vida a Temptation y Love Will Tear Us Apart.
“No les digan a los Gallagher”
“Hola México, ¿Cómo están?”, preguntó Fran Healy inmediatamente después de que abriera su presentación en el Escenario Corona con el éxito Sing.
Healy, quien es un conocedor del público mexicano, sabe que el argüende se nos da, entonces por qué no volvernos parte de un acto tan querido como lo es Travis que con Alive y Good Feeling, el público les hizo segunda.
Pero la cosa no quedó ahí, Travis no dudó en hacer un homenaje a sus colegas de Oasis, trayéndolos por adelantado al festival, pero con un secreto que los asistentes tenían que guardar.
“Estuve escuchando la canción de Wonderwall de Oasis y me dí cuenta que tenían unos acordes increíbles y pensé que algún día ojalá ellos reconocieran las notas de mis canciones como yo”, dijo el cantante antes de darle vida a Writing to Reach You, en la que por supuesto hizo un medley exacto de Wonderwall.
“Sé que ellos vienen el próximo año, por favor no les digan que usamos sus notas en nuestra rola”, pidió el vocalista a la audiencia que extasiada por cantar los temas de ambas bandas solo rieron ante la petición.
Side, Closer, My Eyes y Raze The Bar también fueron parte del set que Travis compartió, pero para darle un toque diferente, los escoceses decidieron que Flowers in the Window sería una versión acústica que abrió la puerta al clásico Why Does It Always Rain On Me?, con la cual dijeron adiós a sus fans.
Dos horas antes de New Order, Primal Scream salió con Bobby Gillespie bastante elegante para abrir con Love Insurrection. Y no pudo pedir mejor público, en especial porque ya era una mayoría de postpunkers listos para ver a Bernard Sumner y compañía.
Sin embargo, nadie le hacía extraño tenerlo enfrente, porque es toda una institución salida de The Jesus and the Mary Chain. Así que estuvo con un chorro de su público oldie, que moría por escuchar más rolas del disco
Screamadelica.
Deseo cumplido con Loaded y Movin’ on Up sería un tremendo sacrilegio que Bobby no las tocara en la noche más UK del festival y en el Escenario Corona Cero. Hubo curiosos y gente que estaba haciendo tiempo para ver a Travis y Melanie Martinez, y dicho y hecho, medio escenario se empezó a vaciar después de Primal Scream y en un parpadeo se volvió a llenar. Los jefazos estaban por llegar.
Los chistoso fue llegar al Vans para esperar a Travis y encontrarse todavía con Jessie Reyez, la canadiense de origen colombiano que compuso One Kiss, de Dua Lipa, pero además de cantar, ella estuvo más hablando y echando chisme con sus fans que le pidieron firmar un libro de su autoría y le confesaron salir alguna víctima de la friendzone.
Bueno, también cantó Hittin, Shut Up y Fuck Being Friends.
Hechizo
Hace tan sólo un par de días Anne Clark fue reconocida por la revista Glamour México como una de las Mujeres del Año 2024 y, sin dudarlo, no fue una ocurrencia, ya que el reconocimiento que le dieron fue por su innovación en la música... y tenían razón.
Ayer, el Corona tuvo una probadita de lo que St. Vincent, como también es conocida, es capaz de hacer cuando se sube a un escenario y toma su guitarra y tiene la intención de desquitarse de la vez que tuvo que cancelar su presentación en el festival por dar positivo a covid-19, en 2021.
“Hola”, dijo a su público después de dos rolas, pero ella no necesita más, su sola presencia llena el escenario y hechiza a quien le ve. Es, digamos, como una bruja blanca que expande su magia a través de su música. Y si bien su gira hace referencia a su más reciente disco All Born Screaming, no dejó pasar la oportunidad de practicar su español con algunos temas de la reedición de este disco, pero en la lengua de Cervantes.
Canciones como Reckless, Fear The Future, Los Ageless, Big Time Nothing, Marrow y Pay Your Way In Pain, fueron sólo algunas que completaron el set de una hora.
Una de las cosas más interesantes de esta edición es que si bien el Corona Capital siempre se ha caracterizado por tratar de ser eco friendly, este año la idea de crear una composta con los residuos orgánicos provenientes de las zonas de comida se llevó un 10, ya que la gente podía entregar el cartón que usaban, así como los restos de alimentos en unos contenedores que serán procesados y utilizados en diferentes proyectos como abono.
Cuando Eric Burton llegó al Escenario Corona Cero con toda la actitud ataviado en negro y con sus dreadlocks rubias sólo para darle un nuevo aire al soul y al R&B en suelo mexicano.
Black Pumas es de esas bandas que simplemente transforman un show dentro de un festival en una experiencia que pocos son los afortunados de vivir.
Canciones como Fire y Gemini Sun lograron que los fans de la banda, y aquellos que apenas los estaba conociendo, dejaran salir esa bestia blusera que llevan dentro y los hace bailar.
Eric y Adrian Quesada, el otro Black Puma, hicieron que por momentos el público sintiera que se encontraba a la orilla del Misisipi con su combinación de soul, funk y un par de detalles de jazz que delataban las influencias que tienen en canciones como You Know Better e Ice Cream (Pay Phone).
“Muchas gracias”, dijo Eric antes de poner a cantar al público con él y darle paso a Black Moon Rising dando una cátedra de lo que es un show completamente diferente a lo que se escucha y ve en un festival.
Pero los estadunidenses no podían irse sin dejar su huela bien marcada. Coincidió que mientras los Black Pumas seguían tocando, otros escenarios finalizaban el acto que tenían en curso por lo que llegó un punto en el que Black Pumas resonó en toda la Curva Cuatro del Autódromo Hermanos Rodríguez con canciones como More Than a Love Song, Angel y I’m Ready.
Lo único malo de los horarios de ayer fue separar a Busted en el Escenario Nivea de American Football, porque fácilmente hubieran tenido una serie nostálgica chidita, pero no fue así y aun así, a los pop punkers les fue cool.
Obvio, tocaron What I Go to School For y Year 3000. Fue su primera vez y hubiera sido un fail que no lo hicieran, pero se logró un poco de cotorreo dosmilero. Una tocada mega divertida que preparó a toda la raza tatuada para entrar en modo depresivo un poco más tarde.
Así llegamos más tarde a la casa en las portadas de American Football, 704 W. High St, en Urbana, Illinois, un monumento a la escena emo.
La banda fue de día a noche tocando Five Silent Miles y The Summer Ends para toda la escena que llegó al Escenario Vans.
Jamás habían venido y tomando en cuenta que el primer disco data de 1999, era normal que Mike se equivocara en algunas notas o letras. “Perdónenme, esta canción la escribí hace 25 años y parece que no la he recordado”, excusó el cantante por su falla.
Una comunidad selecta que convivió con las fans de Melanie Martinez en paz, sobre todo aguantando que muchas de ellas intentaron meterse entre tanto emo, punk y fans cuya estatura, tatuajes y perfos las intimidaron un poco.
Eso sí, les tocó soportar un poquito la borregueada de mota cuando sonó I’ll See You When We’re Both Not So Emotional.
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