Se rompe Botellita de Jerez, creadores del guacarrock

CIUDAD DE MÉXICO.

La noche del lunes tras haberse dado a conocer el suicidio de Armando Vega-Gil, quien se quitó la vida luego de que se difundieran denuncias en su contra de acoso y abuso sexual en las redes sociales, el resto de los integrantes de la HH Botellita de Jerez anunciaron ante los medios que la banda se terminaba y cada uno de sus integrantes seguirán con sus proyectos personales.

En estos momentos ellos no tienen palabras, vamos a guardar unos días de silencio, después informaremos lo que pasará, lo que sí les informamos es que Botellita se acaba hoy y cada uno seguirá con sus proyectos personales, tal vez hagan cosas juntos pero nunca más como Botellita de Jerez”, así lo anunció Paola Hernández, manager de la banda, acompañada por Francisco Barrios El Mastuerzo, Santiago Ojeda y Rafael González, mientras esperaban en la funeraria para darle el último adiós a su compañero.

Con el anuncio de la desintegración de Botellita de Jerez se cierra el capítulo de la que posiblemente fue la banda mexicana que logró enlazar a los grupos de rock que vivieron la opresión durante los años 70 del siglo pasado con aquellas que se gestaron en la siguiente década y que se denominaron Rock en tu Idioma, que generó el actual espectro musical del país.

Lo digo sin falsa modestia, sí, Botellita es parte de la explicación de lo que está pasando ahorita, aunque mucha gente ya no sabe quién es Botellita de Jerez, pero hay un efecto de lo que ocurrió, hay un cisma y yo agradezco a mis dos compadres, El Mastuerzo y Sergio Arau, que nos juntamos y formamos un triángulo muy complicado de los tres puntos, así, en tensión constante”, explicaba Vega-Gil en mayo de 2017 durante una entrevista para el programa de Excélsior Televisión, Caldo de cultivo.

Pero la historia de Botellita de Jerez, que ayer hubiera cumplido 36 años de existencia, se gestó desde finales de los 60 y los primeros años de los 70, cuando eventos como la matanza de Tlatelolco en 1968 y el Halconazo de 1971 marcaron a sus integrantes originales —El Mastuerzo y Sergio Arau—, que entonces eran adolescentes y encontraron en el Festival de Avándaro un espacio donde aparentemente podrían ser jóvenes.

Sin el grupo Botellita de Jerez, la escena del rock mexicano actual no sería la misma

Poco duró el gusto, la represión por parte de las autoridades contra los jóvenes y el espíritu contestatario del rock fueron los principales objetivos; durante una década el rock mexicano fue silenciado, hasta que Botellita de Jerez comenzó con el Guacarrock y su singular forma de señalar injusticias y hechos sociales.

El jueves de Corpus y lo de Tlaltelolco son cosas que te van dejando vacíos en el alma, y en el 71, justo dos meses después de eso, fue el Festival de Avándaro, esta gran utopía donde los jóvenes podían decidir quienes eran, pero eso fue un gran pretexto para que el Estado hiciera una gran represión hacia la juventud y el rock que estaba como floreciendo muy bonito, fue pisoteado, fue hecho a un lado.

Pasaron diez años de un silencio aterrador en el rock que se fue orillando a los hoyos funkys y, por ahí del 82, comenzó a tomar fuerza porque la música folclórica latinoamericana había perdido fuerza, porque la clase media la había abandonado y esto se convirtió en el grito de batalla y nuestras ansiedades rockeras habían vuelto como a tomar forma. Ahí fue cuando me junté con Sergio Arau, con El Mastuerzo y con Mila Ojeda, que estuvo un rato en la banda y ahí creamos esta historia que vengo jalando desde hace 35 años.

El Guacarrock... pues hicimos una mezcla del son jarocho con Lola La grande, los Rolling Stones y los Beatles, era un guacamole, mezclábamos todo y salía esto del Guacarrock. También era una idea que cayó por (el escritor) Parménides García Saldaña, quien decía que el rock mexicano era un rock grasoso con sonido de aguacate, de ahí viene la idea. Es un homenaje a este monstruo de las letras”, compartió Vega-Gil en marzo de 2018 en el programa Línea directa, de Canal Once.

 

CUNA DEL ROCK ACTUAL

Rockotitlán, el recinto que estuvo ubicado en en la colonia Nápoles de la Ciudad de México, se convirtió en el lugar de lanzamiento de muchas bandas nacionales que con sus propuestas desarrollaron la escena del rock en México. Muchas aún siguen vigentes como Caifanes, Café Tacvba y La Maldita Vecindad.  Sin este espacio ideado por los integrantes de Botellita de Jerez la actual escena musical en el país sería otra.

Dicen que nos adelantamos a nuestro tiempo, porque hablábamos de la mexicaneidad, rescatamos la cultura de nuestros papás, que era detestada por los rockeros, pasaron muchas cosas. Pusimos un lugar muy importante que era Rockotitlán que se volvió el centro gravitacional de una cosa que pasó con el rock en los 80”, dijo Armando Vega-Gil a Mariana H en Caldo de Cultivo.

AMU