CIUDAD DE MÉXICO.
La interestelar Moenia hizo contacto. Tres seres de una inteligencia artificial desconocida descendieron como lo suelen hacer desde los 90, conectados a las máquinas.
Fue en el Teatro Metropólitan, el jueves por la noche, con individuos de todo tipo desde las butacas: fresones y la banda techno y synth pop de los 80, inconfundibles con el lente oscuro y el resto del atuendo algo industrialón.
Y bastante apagadones, quizá porque Poncho, Jorge y Midi aún no retrocedían tanto el tiempo. Apenas invitaron a su productor Armando Ávila para Lo que tú digas. Bueno, ni Manto estelar despertó a los terrestres.
El lado B de la banda también apareció con Híbridos, el toque oscuro dentro de la escena ochentera y mayormente impulsado por Depeche Mode, según platicó Midi hace unas semanas, y así siguió Robots on Mars, su parte más kraftwerkiana amada por los fans de antaño y no comprendida por los que decidieron sentarse a pistear y chacotear.
Hasta que llegaron los hits: Estabas ahí, Regreso a casa, Manto estelar, En qué momento...vaya, sólo faltó que la gente volviera a sentirse en los 90 y de pura nostalgia agarrara la fiesta, que algunos ya empezaban a hacer el ridículo, como un chavo en palco que estaba bailando como karateca.
Mientras, Moenia se lució con Sweet Dreams (Are Made of This), del extinto dúo británico Eurythmics, jefazos del new wave; y con la siempre iluminada Manto estelar.
Después de echar su anillo de bodas por el lavabo, Midi aprovecho su aniversario 10 para volver a darle un anillo a su mujer y ahí quedó el momento romántico que se prolongó hasta la inolvidable No puedo estar sin ti.
hch
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