David Cronenberg tiene nueva historia macabra

El controvertido director presentó en el Festival de Cannes, Crimes of the Future, filme sobre la extirpación de órganos

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David Cronenberg volvió al festival con Crimes of the Future, una cinta sobre la extirpación de órganos que incluso fue rechazada por plataformas de streaming

David Cronenberg volvió al Festival de Cine de Cannes con el estreno de Crimes of the Future. 

¿Saben qué significa? La primera película de la edición que, de acuerdo a los pronósticos del propio realizador, va a molestar a los espectadores. Espera abandonos, abucheos, críticas, lo normal para sus producciones exitosas. La polémica lo alimenta. 

 Crimes of the Future se ubica en un futuro donde la humanidad está a la deriva de un síndrome de transformación biológica que le causa el brote de nuevos órganos, situación aprovechada por el Saul Tenser (Viggo Mortensen) para montar un acto en vivo donde, asistido por Caprice (Léa Seydoux), extirpará estos misteriosos tumores para su selecto grupo de seguidores. 

 Kristen Stewart también forma parte del elenco, al dar vida a la investigadora y representante del Registro Nacional de Órganos, Timlin, institución que la envía a indagar las intenciones de los hechos. 

 Sólo leyendo esto, imaginamos porque la idea del realizador de que el público pueda abandonar sus lugares durante el espectáculo dantesco. Y no es tan difícil de predecir, en 1996 se la aplicaron con Crash, el público y la crítica se ofendieron al ver cómo una pareja encuentra sobreestimación sexual por medio de accidentes automovilísticos. 

Cronenberg, como Gaspar Noé y Lars Von Trier, ya es muy conocido por el morbo que generan sus películas a nivel global. 

“Son los crímenes que cometemos contra nuestros propios cuerpos”, resumió las intenciones de su filme, ofrecido a Netflix y al mismo tiempo rechazado por el nivel de violencia exhibida, algo que molestó al director. 

“Son muy conservadores”, dijo el creativo de 79 años. 

 Durante una entrevista concedida por el propio Festival de Cannes, David explica que trata de compartir su visión de la evolución humana, conducida por nuestros propios actos, buenos y malos, sobre la Tierra. 

 “Definitivamente estamos cambiando internamente. No tengo duda, puede que no sea tan obvio, pero sucede. En parte porque todas nuestras acciones en el mundo se reflejan en nuestros cuerpos por medio de la nueva tecnología”, comentó. 

 Citó a un ganador al premio Nobel, Gerald Edelman, cuyos estudios revelaron que el cerebro humano trabaja de acuerdo a la constante readaptación de las neuronas al ambiente humano, es decir, no es perceptible el cambio. 

 Cronenberg, de forma extrema hay que decirlo, propone abrazar la evolución como personas discapacitadas, enfermas o con algún padecimiento han normalizado su naturaleza desde hace años. 

 “Es parte del hombre desear que nuestras condiciones ofrezcan alguna cosa buena, y me parece que el personaje de Saul Tenser es una clase de versión exagerada de esta forma de pensar. Él ha encontrado nuevos organismos en su cuerpo y su objetivo es incorporar a su vida diaria, no negarlos, no sólo destruirlos, sino hacer algo. 

 “En su caso, la extirpación le permite exponer el funcionamiento y el cuerpo humano como una maravilla artística. La transformación física regularmente requiere de ajustes filosóficos y emocionales”, explicó. 

 Cronenberg ha puesto a la venta un token no fungible, en la realidad virtual, de un grupo de cálculos renales que le fueron extirpados y bautizados como “belleza interna”. “Es la manifestación de mi cuerpo por medio de organismos con distintas formas, colores y estructuras”, explica en la página donde se vende este artículo digital, Super Rare. 

 Una forma bastante coherente y a la vez grotesca de promover Crimes of the Future. El costo de este token, el cual no se sabe si el comprador recibe una copia física impresa por el propio cineasta para avalar doblemente su tenencia, tiene un valor de 20 mil pesos. 

Al presentar la cinta en el Festival de Cannes, David Cronenberg estuvo acompañado de sus actores principales: Vigo Mortensen, Lea Seydoux y Krsten Stewart. 

 “En esta película, he intentado ver lo que había en el interior del cuerpo”, dijo Cronenberg. 

Los primeros minutos del filme ya son de alto voltaje, con la escena de un niño que acaba asfixiado. 

“Hay cosas que no me gustaría ver, pero son muy específicas. No me gusta la crueldad, sobre todo la crueldad hacia los niños. 

 No diré que me conmocione pero no me gusta mirar”, admite sin embargo el cineasta, que tiene tres hijos y cuatro nietos. 

 La primera vez que compitió en Cannes, fue en 1996, con Crash, una historia de sexo y accidentes, se llevó el Premio Especial de Jurado. 

Rumbo a la Palma 

Ayer también se presentó Decision to leave, de Park Chan-Wook, que compite por la Palma de Oro. 

El surcoreano, que saltó a la fama con Oldboy en 2003, presenta ahora un thriller, con romance incluido entre el policía y la sospechosa de un crimen. 

 De las 21 películas en competencia ya se han proyectado la mitad. 

Destacan Triangle of sadness, una sátira sobre el mundo actual del sueco Ruben Ostlund. 

La cinta de James Gray, Armageddon Time, un retrato del Nueva York de los años 1980. 

 La mujer de Chaikovski, de Kirill Serebrennikov, emocionó y Holy spider, del director iraní Alí Abbasi, sacudió por su crudeza, al describir la violencia contra las mujeres en ese país. 

— -Con inf. de AFP