Una chispa detona el incendio de la creación: Adolfo Córdova hace un homenaje a la vida, la muerte y la literatura
El autor explica que su nuevo libro habla de la tristeza de la ausencia y de la oportunidad de recu-perarnos y seguir adelante

Una pequeña llama puede desencadenar una gran devastación que puede terminar con una vida, tal como lo registra Pequeña Flama, Trueno Pequeño, escrito por Adolfo Córdova e ilustrado por Alejandra Vélez, quienes recrean el nacimiento de un burrito que se ve amenazado cuando un incendio forestal atraviesa la montaña y pone en jaque el idílico lugar conocido como La Recóndita.
En entrevista con Excélsior, Córdova acepta que el relato provino de aquella anécdota que escribió en tiempo real y que ocurrió en la casa de la escritora Cornelia Funke, quien también habla de aquel evento en el epílogo del libro.
Flama, la burrita en la que se basa este cuento, perdió la vida el día que nació. Luchamos por salvarla con la ayuda de muchos amigos y amigas. Pero perdimos. Su mamá, Esperanza, había tenido que huir del incendio Woolsey, uno de los más feroces que se hayan visto en California, y el miedo fue demasiado para la pequeña y hermosa burrita dentro de su vientre”, escribió Funke.
Por su parte, Córdova recuerda que aquel relato —que sostiene un vínculo con Platero y yo, de Juan Ramón Jiménez— lo plasmó en un diario en el que anotó lo ocurrido “para entender el misterio de la muerte que acompaña al dolor y tratar de dar sentido a lo que no lo tiene”.
Todo inició cuando Córdova y su pareja viajaron a California, al rancho de Cornelia Funke, autora de Reckless y El jinete del dragón, quien inició un programa de residencias artísticas que recién trasladó a Italia.
Estábamos allá con ella, quien exploraba si era viable invitar a escritores, músicos, ilustradores de diferentes lugares del mundo para tener un espacio de creación en el rancho en que vivía.

Eso fue en 2019 y el día que llegamos a su rancho fue muy impactante, porque Cornelia salió a recibirnos, visiblemente preocupada, porque acababa de dar a luz su burra, llamada Esperanza, que vivía en el rancho y estaba muy delicada. Ella, entonces, fue con los veterinarios para ver si lograban salvarla”, recuerda, pero dos horas después llegó la mala noticia: la burrita no sobrevivió.
Córdova retornó al mismo sitio en febrero de 2020 para permanecer dos meses de residencia. Sin embargo, se desató la pandemia y debió quedarse seis meses más, tiempo que sirvió al autor para completar el libro.
Esta historia es muy especial para mí, porque es la primera vez que publico un relato que parte de tantos hechos reales. Además de que fue una experiencia extraordinaria que necesitaba escribir y que quiero compartir con niños y niñas, porque la vida tiene esa tristeza de la ausencia, de la muerte y el dolor, pero también nos da la oportunidad de recuperarnos y de seguir adelante, como pasó aquí”, expone.
Por último, habla del vínculo con Platero y yo, uno de los primeros libros que el escritor tuvo de niño y que, al leerlo, tuvo la sensación de no entender, pero sentir la prosa.
Mucho de lo que pasa ahí tiene que ver con una experiencia de los sentidos. Entonces, yo quise evocar esa lectura y de alguna manera también homenajear a los burros en la literatura”, concluye.
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