Galería Kurimanzutto: el imaginario erótico de Eisenstein

Curiosidad, libertad, delirio lujurioso y hasta un poco de perversión. Esto encuentra el artista visual Damián Ortega en los dibujos eróticos del famoso cineasta ruso Serguéi Eisenstein (1898-1948), que a partir de hoy se exhiben en la galería Kurimanzutto.

Poco conocidas, unas 124 piezas integran la exposición Circo erótico. Serguéi Eisenstein: dibujos, que contiene escenas de necrofilia, homosexualidad, zoofilia, sexo en grupo y desmembramientos; un universo que evoca por igual a las mitologías griega, romana y prehispánica, que escenas bíblicas de corte anticlerical.

Los dibujos han estado en un carácter de secrecía dentro del Museo del Hermitage, que alberga miles de ellos, porque en Rusia siempre ha habido restricciones, tienen una historia muy complicada con la sexualidad”, explica Ortega durante un recorrido por la muestra.

Detalla que estos dibujos de distintos formatos, realizados en todo tipo de papeles, incluyendo hojas membretadas de hoteles y posadas, provienen de Inglaterra y varios se verán por primera vez en México, país al que Eisenstein llegó en 1930, cuando a sus 26 años empezó a filmar ¡Qué viva México!, película que nunca vio terminada.

Fascinado y liberado de la tensión de su vida cotidiana en Rusia, Serguéi Eisenstein se destapó y descubrió muchas cosas. Encontró en México un panorama estimulante para todo ese delirio erótico, imaginativo, politizado; seducido por el paisaje, la cultura, las fiestas y la artesanía, da vida a imágenes subjetivas, irónicas, divertidas y agudas. México tiene esa virtud extraña de ser espacio fértil, de imaginación y liberación”, agrega Ortega.

Utiliza sólo el papel membretado y un lápiz bicolor. No hay más producción que su imaginación y su delirio, su privacidad, para hacer un trabajo extraordinario, vital, energético, polémico. Todo en un carácter de desarrollo privado, no eran para exhibirse”, aclara quien realizó una intervención museográfica a la exposición de la Kurimanzutto.

Enfatizamos en la relación erótica y su relación con México. Agregué tres relieves para llevar a los dibujos a una proporción más humana, una escala más realista. Jugamos con el color rojo y el gris para enfatizar ciertas áreas”, destaca.

Ortega señala que el director de películas como El acorazado Potemkin (1925) e Iván el Terrible (1943-1945) era un gran dibujante.

Cuenta que desde su infancia se ponía a dibujar. Cuando creció, la gente le pedía que la dibujara. Tenía un trazo ligero y fino. Hacía ensayos para sus películas, secuencias narrativas, descripción de personajes, analiza encuadres, vestuarios y escenografías. Sus dibujos eróticos muestran su faceta más íntima”.

El proyecto de la exposición nació primero como libro, indica Damián Ortega. “Hace cinco años, me invitaron a exponer en la galería Garage, de Moscú; cuando llegué a montar mi trabajo estaban desmontando la obra de Eisenstein. Vi una oportunidad fantástica para hacer la conexión. Tengo un proyecto editorial que se llama Alias y, con la mira de hacer una publicación, me pareció emocionante que estos dibujos volvieran a México.

Hicimos el contacto para el libro. Pudimos hacer una selección a capricho de todo lo que nos interesaba. Nos mandaron las imágenes escaneadas, formamos el libro respetando el formato en que fueron hechos, los colores y el papel membretado. Y después surgió la idea de la muestra”, dice.

Sobre lo que descubren los dibujos de Eisenstein, el artista contemporáneo considera que a nivel de contenido hay de todo.

El término pansexual lo define, es decir, que le gusta todo, que no descarta ninguna preferencia sexual. En un texto que incluimos en el libro, Sergio Raúl Arroyo, quien presentó en Bellas Artes algunos de los dibujos, narra la fascinación del cineasta por el circo, a donde lo llevaba su nana. Ahí se fascina con el movimiento de los cuerpos del domador, los equilibristas, los payasos y su relación con los animales, y sobre eso hace un imaginario erótico”.

La exposición Circo erótico. Serguéi Eisenstein: dibujos, ideada por el galerista José Kuri y Ortega, permanecerá abierta al público hasta el 8 de octubre.

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