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Expresiones

El hacedor de libros; Felipe Garrido festeja 80 años

El escritor revisa su trayectoria como editor y promotor de la lectura y dice que planea dedicarse de lleno a la creación propia, pues tiene muchos proyectos pendientes

Virginia Bautista | 10-09-2022
Felipe Garrido
Foto: Cortesía Academia Mexicana de la Lengua / Fotoarte: Horacio Sierra

CIUDAD DE MÉXICO.

Narrador, ensayista, cronista, traductor; aunque el escritor Felipe Garrido (1942) ha explorado a lo largo de sus 80 años de vida, que cumple hoy, diversos géneros literarios, él se considera básicamente maestro y editor. “Han sido las dos formas de ganarme la vida y mis dos grandes pasiones”.

En entrevista con
Excélsior, el jalisciense que nació el 10 de septiembre de 1942 en el seno de una familia de lectores comenta cómo se convirtió en “un hacedor de libros”, como él mismo se define, a partir de asumirse primero como promotor de la lectura, desde principios de los años 60 de la centuria pasada, cuando aún no existía este término.

El egresado de Lengua y Literatura Hispánicas de la UNAM aclara primero que nunca ha sabido cuándo festejar su cumpleaños, si hoy o mañana. “No sé qué día nací. Pues mi madre dio a luz en casa y, según me contaba, mientras yo nacía, en la Catedral de Guadalajara, que estaba a tres cuadras, estaban dando las 12 de la noche. Así que nací acompañado por las campanadas de la Catedral la noche del 10 al 11 de septiembre. Debería celebrar los dos días, pero sería el doble de años, así que sería muy agobiante”, comenta divertido.

El autor de Conjuros, obra con la que ganó el Premio Xavier Villaurrutia, comparte que, con el pretexto de sus 80 años, planea dedicarse de tiempo completo a la creación propia, después de hacer centenares de libros para las instituciones públicas más importantes y diversas editoriales privadas.

Me tocó elaborar libros con linotipos y vivir el paso a la fotocomposición; pero ya no me tocó lo electrónico. Antes, tardábamos seis meses en hacer un libro, en revisar pruebas y galeras; y ahora está listo en dos semanas. Ha sido un cambio gigante”, agrega.

Destaca que ahora desea concentrarse en sus libros. “Creo que, con 80 años cumplidos, hay que tomarse la vida en serio. Tengo muchas cosas a medio escribir, muchas cosas imaginadas desde hace decenas de años y, si no lo hago ahora, ya no lo haré nunca.

Me interesa el cuento, las memorias, el ensayo y, en algún momento, me gustaría probarme con la novela, pues nunca he escrito una, y con la poesía, que es el género que más devotamente he leído desde muy niño”, agrega.

El autor de La musa y el garabato detalla que quisiera dar vida a un libro de memorias sobre su vida. “Tengo la costumbre de escribir cuentos cortos y quiero publicar una buena selección de ellos, además de un libro de ensayos sobre mis maestros, lo que les debo, los maestros formales, informales y accidentales, y los que fueron mis jefes”, adelanta.

El también tallerista narra que, antes que editor, se convirtió en un promotor de la lectura. “Nací en una familia de lectores; mis padres, mis abuelos, mis primos, amigos, vecinos, todos eran lectores. Creí que todo mundo leía, viví engañado hasta que empecé a dar clases en una preparatoria. Descubrí que de cada 50 alumnos, sólo leían tres.

En ese momento, a principios de los años 60, no existía el término de promotor de lectura. Y mis clases de Literatura e Historia de México se convirtieron en talleres de lectura. Creo que las actividades de maestro y promotor están muy cerca una de otra”, indica, quien ahora sigue promoviendo la poesía a través de las redes sociales.

El investigador y académico que, dice, ha escrito poco más de cien libros, propios, antologías y traducciones, narra cómo fue evolucionando su trabajo de editor y promotor al emprender proyectos en la Secretaría de Educación Pública, al frente de la colección SEP 70´s; en el Instituto Nacional de Bellas Artes, en la dirección de Literatura, y en el Fondo de Cultura Económica.

Considera “una fortuna” haber editado los libros de autores como Juan Rulfo, Juan José Arreola, Octavio Paz, Carlos Fuentes y Antonio Alatorre, entre otros, en un proceso en el que participaron estos autores. Y externa su orgullo de haber trabajado con los poetas Ali Chumacero, Víctor Sandoval y Jaime Labastida, el historiador José Luis Martínez y la escritora Margo Glantz, entre otros reconocidos creadores.

 

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