5 poemas del "antipoeta" Nicanor Parra
A continuación, con motivo del 111 aniversario del natalicio de uno de los máximos representantes de la poesía latinoamericana, compartimos parte de su extensa obra.

Nicanor Parra Sandoval nació el 5 de septiembre de 1914 en San Fabián de Alico, en la precordillera de Chillán, Región del Biobío, Chile.
Hijo de un profesor y músico, y de una modista campesina con inclinaciones artísticas, creció en una familia marcada por la bohemia y el talento popular, que daría origen a destacados creadores como la cantante Violeta Parra, su hermana 3 años mayor.
Desde su infancia vivió mudanzas constantes, pero encontró en el barrio Villa Alegre de Chillán el espacio fundamental de su formación.
Único de sus hermanos en continuar estudios más allá de la primaria, ingresó al Liceo de Hombres de Chillán en 1927, donde empezó a escribir sus primeros versos.
En 1932 se trasladó a Santiago y, becado, terminó la secundaria en el Internado Nacional Barros Arana.
Posteriormente estudió Matemáticas y Física en el Instituto Pedagógico de la Universidad de Chile, publicando en 1935 su primer texto narrativo.
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En 1937 debutó con Cancionero sin nombre, obra que recibió elogios de la mismísima Gabriela Mistral, Premio Nobel de Literatura en 1945.
Tras perfeccionarse en Estados Unidos e Inglaterra, Parra consolidó su voz literaria con Poemas y antipoemas (1954), libro clave que inaugura la “antipoesía”, caracterizada por un lenguaje coloquial, irónico y desmitificador.
Desde entonces, su producción incluyó títulos como La cueca larga (1958), Versos de salón (1962) y Artefactos (1972), revolucionando la poesía hispanoamericana.
Reconocido con galardones como el Premio Nacional de Literatura en Chile (1969), el Reina Sofía en España (2001) y el Cervantes (2011), fue considerado repetidamente candidato al Nobel de Literatura.
Parra falleció el 23 de enero de 2018 en La Reina, Santiago de Chile, a los 103 años, debido a complicaciones asociadas a su avanzada edad.
A continuación, con motivo del 111 aniversario del natalicio de uno de los máximos representantes de la poesía latinoamericana, compartimos parte de su extensa obra.
1. Cambios de nombre
A los amantes de las bellas letras
Hago llegar mis mejores deseos
Voy a cambiar de nombre a algunas cosas.
Mi posición es ésta:
El poeta no cumple su palabra
Si no cambia los nombres de las cosas.
¿Con qué razón el sol
Ha de seguir llamándose sol?
¡Pido que se llame Micifuz
El de las botas de cuarenta leguas!
¿Mis zapatos parecen ataúdes?
Sepan que desde hoy en adelante
Los zapatos se llaman ataúdes.
Comuníquese, anótese y publíquese
Que los zapatos han cambiado de nombre:
Desde ahora se llaman ataúdes.
Bueno, la noche es larga
Todo poeta que se estime a sí mismo
Debe tener su propio diccionario
Y antes que se me olvide
Al propio dios hay que cambiarle nombre
Que cada cual lo llame como quiera:
Ese es un problema personal.
2. El hombre imaginario
El hombre imaginario
vive en una mansión imaginaria
rodeada de árboles imaginarios
a la orilla de un río imaginario
De los muros que son imaginarios
penden antiguos cuadros imaginarios
irreparables grietas imaginarias
que representan hechos imaginarios
ocurridos en mundos imaginarios
en lugares y tiempos imaginarios
Todas las tardes tardes imaginarias
sube las escaleras imaginarias
y se asoma al balcón imaginario
a mirar el paisaje imaginario
que consiste en un valle imaginario
circundado de cerros imaginarios
Sombras imaginarias
vienen por el camino imaginario
entonando canciones imaginarias
a la muerte del sol imaginario
Y en las noches de luna imaginaria
sueña con la mujer imaginaria
que le brindó su amor imaginario
vuelve a sentir ese mismo dolor
ese mismo placer imaginario
y vuelve a palpitar
el corazón del hombre imaginario.
3. Aromos
Paseando hace años
Por una calle de aromos en flor
Supe por un amigo bien informado
Que acabas de contraer matrimonio.
Contesté que por cierto
Que yo nada tenía que ver en el asunto.
Pero a pesar de que nunca te amé
-Eso lo sabes tú mejor que yo-
Cada vez que florecen los aromos
-Imagínate tú-
Siento la misma cosa que sentí
Cuando me dispararon a boca de jarro
La noticia bastante desoladora
De que te habías casado con otro.

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4. No creo en la vía pacífica
no creo en la vía violenta
me gustaría creer
en algo pero no creo
creer es creer en Dios
lo único que yo hago
es encogerme de hombros
perdónenme la franqueza
no creo ni en la Vía Láctea.
5. Coplas del vino
Nervioso, pero sin duelo
A toda la concurrencia
Por la mala voz suplico
Perdón y condescendencia.
Con mi cara de ataúd
Y mis mariposas viejas
Yo también me hago presente
En esta solemne fiesta.
¿Hay algo, pregunto yo
Más noble que una botella
De vino bien conversado
Entre dos almas gemelas?
El vino tiene un poder
Que admira y que desconcierta
Transmuta la nieve en fuego
Y al fuego lo vuelve piedra.
El vino es todo, es el mar
Las botas de veinte leguas
La alfombra mágica, el sol
El loro de siete lenguas.
Algunos toman por sed
Otros por olvidar deudas
Y yo por ver lagartijas
Y sapos en las estrellas.
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