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Expresiones

Tierra Adentro; fracasa comercialización

La publicación literaria que busca dar voz a los escritores más jóvenes del país sufrió una fuerte caída de ventas. Marina Núñez Bespalova, titular de la Dirección General de Publicaciones, asegura que se corregirá su distribución

Luis Carlos Sánchez | 07-11-2016
La revista literaria ha sufrido una drástica caída en sus ventas. Foto: Daniel Betanzos

CIUDAD DE MÉXICO.

La revista Tierra Adentro no conquista lectores en las librerías. Desde hace tres años, cuando arrancó la actual administración de la Secretaría de Cultura federal (antes Conaculta), la publicación literaria que busca dar voz a los escritores más noveles de todo el país ha sufrido una fuerte caída de sus ventas.

Apenas 11 ejemplares en junio pasado y 33 piezas en abril de 2015 registró como números de venta la revista surgida hace 42 años como un intento de descentralizar la cultura nacional.

En términos comerciales y viendo los número no lo puedo negar, sí (ha fracasado)”, acepta Marina Núñez Bespalova, titular de la Dirección General de Publicaciones (DGP) de la Secretaría de Cultura, institución que edita la revista.

De acuerdo con los datos proporcionados por la propia dependencia, a través de una solicitud de información, editar bimestralmente Tierra Adentro representa una inversión de 133 mil 46 pesos, que pueden variar dependiendo del contenido de cada número. Ese monto, sin embargo, está separada abismalmente de las cifras de venta: de los 33 números que se han editado desde 2013, sólo 11 han logrado rebasar los 500 ejemplares vendidos, mientras que ocho números no han alcanzado siquiera el centenar de revistas vendidas por librerías Educal, el distribuidor y comercializador oficial de la edición.

Núñez Bespalova justifica que el éxito de la publicación no puede ser medido con el número de ejemplares que se venden, pero reconoce que algo anda mal en la manera de comercializar Tierra Adentro. La revista no sólo ha registrado ventas mínimas en los últimos años, sino que incluso, en julio pasado, se llegó a rumorar que desaparecería. La funcionaria debió replantear no sólo la manera de editar la publicación sino todo el Programa Cultural Tierra Adentro, al que pertenece la revista junto con un Fondo Editorial de jóvenes plumas.

Los problemas de venta de Tierra Adentro comenzaron en 2013, justo cuando Rafael Tovar y de Teresa tomó el timón de la Secretaría de Cultura. Antes de 2013, cuando encabezada la DGP Laura Emilia Pacheco, la revista siempre rebasó los mil ejemplares vendidos y sólo tres números se quedaron por debajo de esa cifra. Cuando Ricardo Cayuela sustituyó a Pacheco, Tierra Adentro prácticamente dejó de venderse: el primer número que se hizo en su administración (el 181, correspondiente a abril-mayo de 2013) sólo vendió 148 ejemplares cuando su precedente (un número doble, el 179-180) había logrado vender mil 711 ejemplares.

En los últimos meses de Cayuela al frente de la dependencia, antes de irse como director editorial de Random House Mondadori, la revista registró su peor etapa. Convertida ya en una publicación mensual, de abril a septiembre de 2015, Tierra Adentro no logró vender más de 100 ejemplares. Con la llegada de Núñez Bespalova, en septiembre de ese año, comenzó a enderezar el paso, pero desde entonces, la publicación jamás ha logrado vender más de 450 ejemplares y en junio pasado, Educal sólo reportó la venta de 11 números.

La titular de la DGP explica que la variación en las ventas de Tierra Adentro entre 2012 y 2013 sucedió porque la revista fue distribuida no sólo en Educal, sino que a través de Intermex también se vendió en las tiendas Sanborns. El contrato con la distribuidora, sin embargó, fue cancelado por la misma empresa en octubre de ese año, argumentando que no le resultaba rentable seguir comercializando la publicación. Después de esa fecha, la edición simplemente siguió inercias.

NUEVO ESQUEMA

Hace cinco meses cuando se llegó a plantear la desaparición de Tierra Adentro, afirma Núñez Bespalova, el programa al que pertenece estaba “fragmentado” y reducido sólo a un fondo editorial y una revista, “cuando en realidad es mucho más”.  La funcionaria emprendió lo que califica “un cambio de timón” en el Programa Cultural Tierra Adentro, para convertirlo en un verdadero aliado de los jóvenes escritores del país.

Al fondo editorial llegó Jorge Solís y se “afinaron las convocatorias públicas que se tienen abiertas prácticamente todo el año para buscar escritores para la revista y la editorial tenía muchos huecos y no estaba muy clara”. También han comenzado a trabajar como una especie de agentes literarios con los escritores que están empezando, en una suerte de acompañamiento: “si el Estado está haciendo una apuesta por ciertos escritores tenemos que hacer que de ellos salga algo, proyectarlos”.

A la dirección de la revista llegó Daniela Tarazona, quien también apoya otras labores de la DGP, por lo que el principal responsable editorial de Tierra Adentro es Bernardo Esquinca, el jefe de Redacción. El perfil de la publicación se definió para “jóvenes leyendo a jóvenes” y desde los dos últimos números se ha tratado que la revista sea más dinámica, como sucede con el portal electrónico. También han comenzado a acercarse a escritores ya consagrados para dialogar con los nuevos y al consejo editorial se invitó a autores como Enrique Vila-Matas, David Huerta, María Baranda, Cristina Rivera Garza o Eduardo Antonio Parra, entre otros, con los que se busca avalar a las nacientes voces.

Tierra Adentro tiene un tiraje de tres mil 500 ejemplares por número, sólo mil 200 de ellos se destinan a la venta; el resto se distribuye de manera gratuita en bibliotecas, universidades e institutos y secretarías de Cultura de los estados; con esa colocación, Núñez Bespalova justifica la ausencia de ventas en las librerías y afirma que sí se lee la revista.

Tierra Adentro no es una revista que nació para ser vendida, en ningún lado dice que tiene que ser vendida, ¿por qué se empezó a vender?, porque quisimos exponerla más, se quiso exponer más poniéndola en puntos de venta, en puestos de periódico, almacenes y para eso se tiene que poner un precio, se le puso el precio que cada quien determinó en su momento”.

-¿Vender más la revista no significa que es más leída? -“Significa que se lee, pero también se lee si la pongo en las bibliotecas públicas; y se lee de manera gratuita, a lo mejor la leen más”, responde. ¿Por qué no la regala?, “Porque entonces no podríamos ponerla en sitios comerciales”.

-Y si tiene en mente los sitios comerciales ¿por qué no se ha implementado una estrategia de venta? -“Sí ha habido una estrategia de venta a lo largo de los años y se ha entregado a distintos distribuidores, pero lo que yo no quiero es decir: ‘como no se vende, entonces la voy a desaparecer de 90 puntos que son importantísimos, porque son de acceso al libro’, no me conviene decir la voy a regalar porque pierdo al menos esos 90 espacios”.

-¿Ha fracasado la distribución de Tierra Adentro? -”En términos comerciales y viendo los números no lo puedo negar, sí, pero donde no creo que haya fracasado es en el papel que ha jugado la revista durante todos estos años, y creo que la crisis que tuvo lo demostró, hubo mucha gente que defendió la publicación y yo soy la primera que la seguirá defendiendo, aunque se venda mal, creo que funciona de otra manera”.

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