Mamá de Paulette demanda a Netflix por daño moral y exige una indemnización millonaria
Lizette Farah, madre de Paulette, demanda a Netflix y a la productora Dinamo por daño moral y uso indebido de su imagen en la serie Historia de un crimen: La búsqueda.

A más de 15 años del caso Paulette, uno de los episodios más mediáticos y polémicos en la historia reciente de México, Lizette Farah, madre de la menor, decidió emprender acciones legales contra Netflix y la productora Dinamo por la serie Historia de un crimen: La búsqueda, estrenada en 2020.
La demanda señala uso indebido de imagen, daño moral y daño patrimonial, argumentando que la producción utilizó su nombre, su historia personal y su imagen sin ningún tipo de autorización, lo que, asegura, le ha provocado graves consecuencias en su vida personal, familiar y profesional.

“La serie la revictimizó”, asegura su abogado
De acuerdo con José Manzo, abogado de Lizette Farah, la serie no solo revivió una tragedia muy dolorosa para su cliente, sino que también colocó nuevamente a su clienta bajo el escrutinio público.
“Se le ha revictimizado. Ha recibido una avalancha de mensajes, correos y ataques en redes sociales. A raíz de esto ha perdido negocios, oportunidades profesionales y su vida cotidiana se ha visto gravemente afectada”, explicó.
Manzo detalló que incluso personas jóvenes que solo conocían el caso de oídas ahora la identifican fácilmente tras ver la serie, lo que ha derivado en hostigamiento, rechazo social y un constante temor por su seguridad.
Miedo, paranoia y afectaciones a su vida diaria
El abogado relató que Farah ha vivido situaciones incómodas y angustiantes en espacios públicos, lo que ha incrementado su sensación de vulnerabilidad.
“Ha tenido experiencias desagradables, como notar actitudes hostiles en lugares públicos. Eso genera paranoia: ‘¿Y si me reconocen? ¿Y si alguien quiere hacerme daño?’”, señaló.
Incluso, aseguró que su clienta teme que alguna persona, influenciada por la narrativa de la serie, pueda intentar confrontarla o agredirla.

“Existe el miedo de que alguien quiera hacerse justicia por su cuenta. Esto ya no es una vida normal, no solo para ella, sino también para su familia y su otra hija”, afirmó.
Cuestionan cómo fue retratada en la serie
Otro punto central de la demanda es la forma en que Lizette Farah fue representada en la producción, donde fue interpretada por la actriz Verónica Bravo, y es que según su defensa, el personaje fue exagerado, dramatizado y presentado con tintes incluso satíricos.
Manzo criticó que las plataformas de streaming realicen este tipo de proyectos sin solicitar permisos, algo que, asegura, no ocurre en otros países.
“En otros lugares primero se piden autorizaciones, se indemniza o se compran los derechos de vida. Aquí se hace sin consentimiento porque saben que pocas personas demandan”, sostuvo.
El abogado subrayó que Lizette Farah no es una figura pública, por lo que su derecho a la privacidad debe prevalecer.
“La ley permite reclamar hasta el 40% de las ganancias de la serie como reparación del daño. Demandar por daño moral y a la imagen es un derecho humano”, explicó.
Detalló que Farah supo de la serie tiempo después de su estreno, en plena pandemia, y que intentó por diversas vías que fuera retirada, sin obtener respuesta. Ante ello, decidió proceder legalmente por dos frentes: propiedad intelectual y demanda civil por daño moral y económico.
Uno de los elementos que la defensa considera más contundentes es que en los créditos finales de la serie se muestran imágenes reales de Lizette Farah, colocadas junto a la actriz que la interpreta, lo que confirmaría el uso de su imagen sin consentimiento.
Además, señaló que la producción recreó con exactitud espacios íntimos, como el cuarto de Paulette, e incluyó nombres e imágenes de las hermanitas. No obstante, aclaró que por ahora no se ha procedido legalmente en nombre de la otra menor para evitarle mayores afectaciones.
*brc
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