Eduardo Casanova revela que tiene VIH y lo convierte en obra cinematográfica

El cineasta español revela su diagnostico de VIH y anuncia un documental dirigido por Jordi Évole para combatir la serofobia y el estigma social

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El actor y cineasta Eduardo Casanova posa durante la alfombra roja previa a la gala de la 37 edición de los Premios Goya, celebrada en el Palacio de Congresos y Exposiciones FIBES, en Sevilla, el 11 de febrero de 2023.María José López / Europa Press

El actor y director de cine Eduardo Casanova anunció este jueves a través de su cuenta de Instagram que vive con VIH. El mensaje fue acompañado por un video que adelanta un documental sobre su vida, dirigido por el periodista Jordi Évole.

Hoy rompo este silencio tan desagradable y doloroso después de muchísimos años. Un silencio que guardamos y sufrimos muchísimas de las personas con VIH. Lo hago cuando yo quiero, cuando yo puedo, lo hago por mí, pero deseo que esto pueda ayudar a más gente. Lo hago a mi manera, a través del cine, que es mi forma de comunicarme”, expresó Casanova en su publicación.

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Visibilizar con dignidad

El cineasta enfatizó que hace pública su condición con “dignidad”, una actitud que —dijo— debería ser “la forma en la que todas las personas con VIH pudieran salir del clóset”.

Cerca del 80 % de las personas con VIH no ha compartido con casi nadie que tienen la infección, por un estigma que nos condena al rechazo sistemático y más injusto del mundo”, añadió.

El documental se estrenará en cines en 2026 y, según explicó Casanova, “ya habrá tiempo para explicar más cosas”. “Pese al miedo y la incertidumbre, hoy me siento profundamente feliz”, concluyó.

El VIH en su obra más reciente: Silencio

Eduardo Casanova aborda el tema del VIH en su más reciente trabajo, Silencio, a través de unas vampiras interpretadas por María León, Lucía Diez, Leticia Dolera y Ana Polvorosa. En una entrevista con Europa Press en octubre, comentó su interés por crear una serie protagonizada por una vampira mujer que no fuera la antagonista, sino una figura que generara empatía, al retratar una vida condenada al silencio y los márgenes.

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La historia se sitúa en dos épocas marcadas por pandemias: la peste bubónica en la Edad Media y la del sida a finales del siglo XX.

Existe todavía una gran serofobia, pese a que la medicina ha avanzado mucho. La serofobia y el estigma social que hay con el VIH es el mismo que había prácticamente cuando empezó la pandemia”, afirmó.

Un testimonio que se suma a una lucha colectiva

Casanova, conocido por su papel en la serie Aída y por películas como Pieles (2017) y La piedad (2022), se une a una creciente lista de figuras públicas que deciden visibilizar su diagnóstico para combatir el estigma.

La serofobia —término que describe el miedo, rechazo o discriminación hacia personas con VIH— sigue siendo una realidad preocupante a nivel mundial. Según ONUSIDA, al cierre de 2023 había 39 millones de personas viviendo con VIH, de las cuales el 86 % conocía su diagnóstico, pero solo el 76 % tenía acceso a tratamiento antirretroviral.

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En España, país de origen de Casanova, el Ministerio de Sanidad reportó en 2022 un total de 2,956 nuevos diagnósticos de VIH, con una tasa de 6.2 por cada 100,000 habitantes. Una proporción significativa de estos casos se detecta de forma tardía, en parte debido al estigma que impide a muchas personas someterse a pruebas de detección por miedo al rechazo social.

Cine queer, resistencia y nuevas narrativas

A través de sus declaraciones públicas y su obra artística, Casanova visibiliza su experiencia personal utilizando la metáfora de las vampiras —figuras asociadas a lo marginal y lo tabú— para retratar el aislamiento social de quienes viven con VIH.

Su proyecto Silencio se inserta en una corriente de cine queer que resignifica el cuerpo y el deseo desde narrativas de resistencia.

El documental que prepara con Jordi Évole, programado para estrenarse en 2026, se suma a otras producciones recientes que abordan el VIH desde la vivencia personal, como el filme francés 120 pulsaciones por minuto (2017) o la serie británica It’s a Sin (2021), reflejo del renovado interés en representar esta temática desde nuevas sensibilidades y con respaldo en los avances médicos actuales.

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Hoy en día, con el tratamiento antirretroviral adecuado, una persona con VIH puede alcanzar una carga viral indetectable, lo que significa que no transmite el virus por vía sexual. Esta realidad se resume en la fórmula científica “Indetectable = Intransmisible” (I=I), avalada por la Organización Mundial de la Salud.

El contexto mexicano: estigma y desigualdades

El anuncio de Eduardo Casanova adquiere una relevancia especial en México, donde persisten importantes brechas en torno al diagnóstico, tratamiento y estigma social.

Según el Centro Nacional para la Prevención y el Control del VIH y el sida (Censida), hasta diciembre de 2023 vivían en México aproximadamente 341,313 personas con VIH, de las cuales alrededor de 211,000 recibían tratamiento antirretroviral gratuito a través de instituciones públicas.

Sin embargo, se estima que 1 de cada 4 personas que viven con el virus no sabe que lo tiene, lo que retrasa el inicio del tratamiento y aumenta el riesgo de transmisión.

Durante 2022 se registraron 14,223 nuevos casos de VIH en el país, con una tasa de 10.9 por cada 100,000 habitantes. Las entidades con mayor número de diagnósticos fueron:

  • Ciudad de México
  • Estado de México
  • Veracruz
  • Jalisco
  • Chiapas

Uno de los retos más importantes en México sigue siendo la serofobia y el estigma persistente, lo que lleva a muchas personas a ocultar su diagnóstico, incluso en entornos familiares o laborales.

Organizaciones civiles han denunciado que la discriminación estructural sigue vulnerando los derechos humanos de las personas seropositivas, a pesar de avances legales como la prohibición de pruebas obligatorias de VIH en procesos de contratación o ingreso a instituciones educativas.

A nivel médico, México cuenta con un sistema consolidado de distribución de tratamiento gratuito, principalmente a través del IMSS, ISSSTE y los Servicios Estatales de Salud. Gracias a la política de “una sola pastilla al día”, implementada desde 2019, la adherencia al tratamiento ha mejorado significativamente, y muchas personas logran alcanzar una carga viral indetectable, conforme al principio internacionalmente reconocido de Indetectable = Intransmisible (I=I).

«pev»