Austin Reaves, baja 4 semanas por lesión en la pantorrilla
El guardia de los Lakers sufrió una distensión de grado 2 del gastrocnemio en la pantorrilla izquierda y será reevaluado tras un mes, en una baja que obliga a ajustar la rotación en un tramo delicado de la temporada.

El guardia de los Los Angeles Lakers, Austin Reaves, encendió las alarmas del equipo angelino luego de que una resonancia magnética confirmara una distensión de grado 2 del gastrocnemio en la pantorrilla izquierda, una lesión que lo mantendrá fuera aproximadamente 4 semanas antes de ser reevaluado.
El estudio fue realizado el viernes y el propio club informó el diagnóstico, en un momento delicado del calendario para un roster que ha tenido poco margen de error y rotaciones inestables en semanas recientes.
La lesión muscular, comúnmente conocida como “jalón” en la pantorrilla, implica desgarros en las fibras del principal músculo de esa zona y suele presentarse en acciones propias del baloncesto moderno, como aceleraciones, saltos y cambios bruscos de dirección. En el caso de Reaves, el problema llega después de arrastrar molestias previas, lo que obliga a una recuperación cuidadosa para evitar recaídas, especialmente considerando el volumen de minutos que suele asumir cuando está disponible.
El contexto no es menor. Reaves ya se había perdido 3 partidos recientemente por una distensión leve en la misma pantorrilla, una molestia distinta a la que sufrió el Día de Navidad, cuando salió del juego en la primera mitad de la derrota 119-96 ante los Houston Rockets. Aquella noche marcó un punto de inflexión en su disponibilidad y encendió la cautela del cuerpo médico, que ahora endurece los tiempos de regreso.
De hecho, el martes pasado Reaves había regresado a la rotación y respondió con 17 puntos en 22 minutos, viniendo desde la banca frente a los Phoenix Suns. El rendimiento dejó buenas sensaciones, pero no fue suficiente para disipar el riesgo. Incluso fue titular ante Houston, aunque el entrenador JJ Redick había anticipado restricción de minutos, un plan que ahora queda en pausa por la nueva lesión.
La ausencia de Reaves, de 27 años, representa un golpe directo a la creación ofensiva y a la versatilidad defensiva del equipo. Su capacidad para manejar el balón, generar puntos secundarios y leer el juego lo ha convertido en una pieza clave dentro del esquema, especialmente cuando las estrellas descansan o enfrentan coberturas cerradas. Sin él, los Lakers deberán redistribuir responsabilidades y ajustar rotaciones mientras esperan una recuperación completa.
El objetivo es claro: no apresurar el regreso, evitar una recaída y tener a Reaves sano para el tramo decisivo de la temporada. Con 4 semanas como referencia inicial y reevaluación médica posterior, el enfoque será prudente, priorizando la salud a largo plazo sobre cualquier urgencia inmediata, en una campaña donde cada decisión pesa y cada baja se siente.
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