Peatones no usan los cruces seguros del Metrobús

CIUDAD DE MÉXICO.

Los peatones capitalinos están cruzando el carril confinado del Metrobús arriesgándose a ser atropellados; por ahorrarse unos pasos pues los cruces seguros no están lejos prefieren cruzar las avenidas “toreando” autobuses y automóviles.

Esto ocurre en varios puntos de diferentes líneas como la 1, 4, 6 o 7, según se constató en recorridos realizados por Excélsior.

Estos peatones son personas de todas las edades, desde menores hasta adultos mayores, incluso discapacitados.

Regularmente, los cruces riesgosos se hacen en zonas donde existen establecimientos mercantiles como bancos, supermercados o restaurantes.

El martes pasado una señora y un menor fueron atropellados por una unidad de doble piso de la Línea 7 del Metrobús.

El director del Metrobús, Guillermo Calderón, afirmó que el accidente ocurrió cuando los peatones cruzaron intempestivamente Prolongación Misterios aprovechando que el tráfico estaba detenido, pero no se percataron que el carril confinado estaba libre y el autobús circulaba por él.

A pesar de que Guillermo Calderón exhortó a los peatones a utilizar los cruces seguros y recordó que no obstante que los autos estén parados, el Metrobús tiene un carril libre para ir a otras velocidades, los peatones continúan con esta rutina.

En los recorridos hechos se observó que los peatones recurrentemente se arriesgan a un accidente ya sea por ser arrollados por un autobús o por los autos particulares.

Ellos aseveran que cruzan por estos lugares pues los cruces semaforizados están lejos o tienen prisa por pasar del otro lado.

Hubo quien dijo que cruzó en un punto peligroso porque los charcos no los dejaban pasar en otro lado.

“Tuve que cruzarme el carril confinado porque en Rey Cuauhtémoc e Insurgentes hay una fuga tremenda de agua; yo no pude pasar porque soy discapacitada. Crucé donde está el espacio seco”, dijo la señora Carmen, quien cruzó el carril confinado de la Línea 1, que corre por Insurgentes, a unos 30 metros del cruce seguro de la estación La Bombilla.

Otras, reconocieron que cruzar a media calle era más difícil. “Sí es, porque luego no se detienen, nos dejan ir los camiones o los carros, no nos esperan a que pasemos, ni porque somos de la tercera edad”, comentó la señora Ana Zanabria, quien cruzó a media calle cerca de la estación Casas Alemán de la Línea 5.