Logo de Excélsior                                                        
Comunidad

La vida después de Lesvy, joven asesinada en la UNAM

A dos años del feminicidio de Lesvy Berlín Rivera Osorio, su mamá Araceli Osorio, recuerda por qué se ha dedicado de tiempo completo a buscarle justicia

Abraham Nava | 02-05-2019
A dos años del feminicidio de Lesvy Berlín Rivera Osorio. Fotos: Centro Vitoria / Familia Osorio
A dos años del feminicidio de Lesvy Berlín Rivera Osorio. Fotos: Centro Vitoria / Familia Osorio

CIUDAD DE MÉXICO

A dos años del feminicidio de Lesvy Berlín Rivera Osorio, su mamá Araceli Osorio, recuerda por qué se ha dedicado de tiempo completo a buscarle justicia.

“No es que yo decida, es que yo sé quién es Lesvy y entonces sé que no se suicidó y eso lo dije desde el primer momento, que quien hablaba así de Lesvy era porque no la conocía y que yo me iba a encargar de decirles quien era Lesvy.”

Araceli es docente del Centro de Educación Preescolar y Primaria del STUNAM, con una licencia laboral. Antes de que siquiera reconocer el cuerpo de su hija, antes de cualquier comparecencia, en el Centro de Apoyo Sociojurídico a Víctimas del Delito Violento le ofrecieron servicios funerarios.

 

A dos años del feminicidio de Lesvy

 

“Ahí fue donde yo empecé a entender que eran muchísimas cosas adversas que nos esperaban como familia, pero también hablando con mi familia teníamos que dejar muy claro que ella no se había suicidado, que ella amaba la vida, que tenía un proyecto de vida y que como cualquier joven tenía derecho a desarrollarlo, a llevarlo a cabo y a vivir plenamente.”

Araceli fue marcada también en esos primeros días de mayo por la respuesta sororaria de mujeres que en un día y medio organizaron una marcha el día 5 para exigir una investigación que aclarara el móvil del feminicidio. “No fue suicidio, fue feminicidio”, era la consigna más repetida en aquella movilización.

“Colectivas feministas, sin saber bien el nombre de esa chica (Lesvy), sin saber su edad, sin saber si era o no parte de la comunidad universitaria ellas salieron, se manifestaron y lograron convocar a más de dos mil 500 personas en su mayoría mujeres; ellas dijeron que no le creían a esa Procuraduría, a esa Secretaría de Seguridad Pública”,relata Araceli.

A dos años del feminicidio de Lesvy

 

La disculpa pública que hoy (2 de mayo 2019) ofrecerá la Procuraduría General de Justicia de la Ciudad de México es uno de 18 puntos incluidos en la Recomendación de la Comisión de Derechos Humanos de la Ciudad de México (CDHDF) por la falta de debida diligencia reforzada en la investigación del posible feminicidio de Lesvy Berlín Rivera Osorio, y negligencia en la atención a sus familiares (Recomendación 1/2018).

“Para mí la disculpa pública es una forma de visibilizar lo que hemos dicho cantidad de veces, hay una larga cadena de impunidad que no permite tener acceso a la justicia, no solo en el caso de Lesvy sino en muchísimos casos, esa es una parte y el que lo reconozcan de manera obligada, por qué no lo han hecho de otra manera, lo han hecho de manera obligada porque esa sociedad salió a hablar y esa Comisión (CDHDF) tomó el reclamo, y esa Comisión sancionó y dictaminó que había habido grandes violaciones a derechos y por eso es necesaria la disculpa y ellos la aceptaron, en su momento fue otra administración, pero como institución se aceptó”, explica Araceli.

En esos dos años Araceli también ha reconocido que sus derechos han sido violentados, no solo el derecho a la vida de Lesvy. La Recomendación de CDHDF detalla entre otros la violación al Derecho al debido proceso con enfoque de derechos humanos, Acceso a la justicia y Derecho a la verdad con enfoque de derechos humanos, Derecho a la integridad personal con enfoque de derechos humanos en relación con el derecho a la memoria de la persona fallecida y Derecho a la intimidad y la vida privada con enfoque de derechos humanos.

 

A dos años del feminicidio de Lesvy

 

“Por más disculpas que ofrezcan mi hija no va a volver, pero creo que es un mensaje importante el que pueden dar esos funcionarios, esas funcionarias públicas, pero sobre todo darse cuenta que son muchas, muchas las mujeres agraviadas y que no queremos que esto siga pasando, que estamos contribuyendo para eso”, la no repetición de casos como el de Lesvy es otra de las peticiones de Araceli.

La justicia en este caso no llega con el ofrecimiento de la disculpa pública, el 22 de mayo, habrá una segunda disculpa por parte del Instituto de Ciencias Forenses, órgano dependiente del Tribunal Superior de Justicia de la Ciudad de México y a mediados de junio el juicio en contra de Jorge Luis González Hernández, novio de Lesvy y su presunto feminicida.

“Para mí la justicia tiene que ver con ese acceso a la verdad, a saber en la medida de lo posible qué fue lo que pasó esa madrugada del 3 de mayo aproximadamente a las 4:18, que esa persona sea juzgada y sea sancionada de manera correcta, en este momento yo no tengo en mis manos el poder decir la cantidad de años que debería él pasar en prisión o cuáles son las formas en que debiera pagar por sus actos”, reflexiona Araceli

 

A dos años del feminicidio de Lesvy

A largo plazo la mamá de Lesvy pugna porque el estado asuma que los feminicidios sean crímenes que lo involucren y que se disminuyan las cifras sin maquillarlas y aunque su vida cambió radicalmente desde el 3 de mayo de 2017, está segura que no había otra forma de conseguir un proceso justo para la memoria de Lesvy.

“Yo tengo la fortuna de contar con un trabajo de base y pude solicitar como derecho un permiso para poderme ausentar el cual me fue concedido y ahorita es trabajar la parte de entender el proceso en el que nos encontramos, el estar documentando las violaciones a nuestros derechos, el tratar de estar en todos los espacios posibles, porque Lesvy es mi única hija. Para mí la vida académica es muy importante, sin embargo, creo que hace falta la voz de las víctimas, siempre hace falta la voz de las víctimas y de los actores principales”.

 

A dos años del feminicidio de Lesvy

 

Churros con chocolate en familia

 

Dieciocho días antes del feminicidio de Lesvy, Araceli recuerda que en familia fueron a comer churros con chocolate, se vieron en Ciudad Universitaria, Jorge Luis González no los acompañó porque llevaba al perrito de Lesvy.

“Le dijimos a él (a Jorge) lo que siempre le decíamos cuídala mucho, cuídense mucho, avancen”, recuerda Araceli.

Lesvy se quedó ese día con su mamá en casa de sus abuelos maternos y le comentó que ya se había decidido por la carrera de letras francesas y es que la joven de 22 años estaba indecisa entre letras inglesas, artes plásticas o música.

“Yo siempre le decía tú sabes que puedes hacer todo, pero te tienes que definir”, le dijo Araceli. Ese día también Lesvy le pidió ayuda para comprar un violín, porque iba a empezar clases del instrumento.

“Yo creo que alguien que ama hacer tantas cosas que tiene esa facilidad de amar la vida así, de portar una pulsera como estas de donador no quiere suicidarse, a Lesvy le encantaban los tatuajes, pero no quiso hacerse nunca uno porque era donadora, nunca quiso utilizar aretes casi porque decía que perforaciones, ni nada porque ella quería ser donadora y eso no se lo permitieron.”

Araceli iba a ver a Lesvy el 4 de mayo, sin embargo, fue asesinada un día antes, la última comunicación que tuvo con ella fue un mensaje de texto con la ubicación del lugar donde se encontrarían a las 8 de la noche.

“La última comunicación que tengo con mi hija es cuando me manda el lugar, por eso sé que él tenía intervenidas sus redes y por eso él la asesina un día antes porque seguramente Lesvy el cuatro me iba a pedir que la sacará de ahí.”

Muerte en Hawaii de Calle 13 era una de las canciones favoritas de Lesvy meses antes de su muerte, le gustaba el estribillo que dice: “Hablo todos los idiomas de todos los abecedarios. Tengo más vocabulario que cualquier diccionario”, porque ella tenía facilidad para aprender idiomas.

“Ahora que tuve la oportunidad justo de estar con el vocalista (René Pérez) platicaba con él y le decía fíjate que esa canción era como un himno para ella, porque justo decía claro es que, si se puede, cuando dice hablo todos los idiomas y decía salvo que nunca me despeino porque tenía sus rizos y siempre parecía un leoncito cuando se levantaba esa era una de sus canciones favoritas”, explica Araceli.

 

*bb

Te recomendamos

Tags

Comparte en Redes Sociales