Entre basura y riesgo: la batalla diaria en las presas del poniente de la CDMX
Especialistas y vecinos señalaron que la acumulación de basura es el principal factor de desbordamientos.

Más de dos mil 700 toneladas de desechos orgánicos e inorgánicos se extraen cada mes, de las 18 presas ubicadas en las alcaldías Álvaro Obregón y Miguel Hidalgo.
En estos cuerpos de agua, que integran el interceptor poniente de la Ciudad de México, entre ellos las presas Mixcoac, Río Becerra, Tacubaya y Anzaldo, “se libra cada día una batalla silenciosa contra la basura y la contaminación”.
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En cada uno de esos embalses se extraen en promedio cinco toneladas de desechos al día, alertó Pedro Flores Álvarez, ingeniero residente del Interceptor Poniente del Sistema de Gestión Integral del Agua.
Aproximadamente sacamos (cada día) un promedio de entre 6 y 7 metros cúbicos de basura con ramas, madera, troncos, llantas, sobre todo. De 6 a 7 metros cúbicos, que vendrían siendo un promedio de 4 o 5 toneladas en peso” expresó
Troncos, llantas, colchones, muebles, electrodomésticos e incluso cuerpos de animales y de personas fallecidas emergen del fondo lodoso de las presas, dijo el ingeniero de la Seguiagua.
Desde carros a la mitad, semidestrozados, personas desgraciadamente fallecidas… ¿Algún muertito? Sí. Y animales: puercos, perros, gatos, ratas, de todo”.
Flores agregó que el reto diario para evitar un desbordamiento durante época de lluvias “es enorme”; las cuadrillas son apenas de seis o siete trabajadores, quienes, “encuentran de todo”, afirmó.
La basura, explicó en entrevista, llega arrastrada desde la zona alta de las barracas.
El problema se incrementa debido a que los propios vecinos arrojan bolsas y desperdicios directamente a los vasos reguladores, por lo que los taludes terminan convirtiéndose en “cortinas de basura” que son visibles a simple vista.
Es que la gente es muy cochina y aquí llegan hasta sillones. Hay muebles, refris, a los que ya le sacaron lo que le sirve y dejan ir lo demás. Colchones y (hasta) personas”, refirió Jocelyn, habitante de los lindes de la presa Mixcoac, vaso regulador con capacidad para almacenar 502 mil metros cúbicos.
Las toneladas de basura que llegan cada día aunado al azolve, llevaron a que el 30 de junio desbordara esta presa.
Ese día cayeron en la ciudad más de 38 millones de metros cúbicos de lluvia, y el nivel máximo de precipitación alcanzado se registró en la estación pluviométrica E.P. Presa Mixcoac con 103.5 milímetros cúbicos.
El agua arrastró cuatro vehículos, que resultaron con pérdida total.
Pedro Flores señaló que, debido a la acumulación de basura incrementa el riesgo de desbordamiento de las presas “y más durante esta temporada de lluvias”; el nivel del agua puede subir hasta seis metros en cuestión de minutos, afirmó.
El nivel sube hasta cuatro o cinco metros, seis, algunas se llegan hasta a desbordar, el problema es que depende de la cantidad de agua que llueve, es la cantidad que puede llegar a una presa (…) Depende de la cantidad de agua, a cómo puede pasar una hora para llenarse, a cómo pueden pasar minutos, para que se salga. Todo es en base al volumen de agua que lleva”, señaló.
AZOLVE, OTRO FACTOR DE RIESGO
El ingeniero de la Seguiagua afirmó que a pesar de que este año las autoridades del Gobierno capitalino y de la alcaldía han implementado acciones para desazolvar los cuerpos de agua “los trabajos son insuficientes”
Limpiamos durante la mañana, sacamos hasta cinco o siete toneladas de basura y desechos, en promedio. Pero llueve por la tarde y al día siguiente es el mismo problema de basura, troncos y lodo”.
Este diario pudo documentar cómo vecinos de la presa Río Becerra arrojan basura y cascajo al afluente.
Piensan que ahí se va a quedar, pero todo termina siendo arrastrado por el agua y al final se taponean las compuertas”, advirtió el encargado del sector poniente
Afirmó que, para minimizar el riesgo de desborde, durante temporada de lluvias “particularmente la de este año, que ha sido intensa y se mantendrá” es necesario, además, llevar a cabo desazolve de presas.
El azolve, el lodo, puede subir hasta tres metros, y eso reduce la capacidad de captación de agua de lluvia. Sí se hacen trabajos, dos veces al año; en temporada de estiaje”, dijo.
Sin embargo, para vecinos de la zona, los trabajos de azolve, han afectado a los vasos reguladores.
Cuando venían a hacer trabajos de desazolve (…) escarbaban más hacia las orillas, escarbaban más y más y más hasta que llegaron casi al ras de donde vivimos (…) se llevaron árboles, todo lo que había con las excavadoras, jalaron todo y nos dejaron en el abismo”, expresó en entrevista Rosa María Acosta, residente de la colonia Barrio Norte, asentada en los márgenes de la Presa Río Becerra.
Agregó que con las fuertes lluvias registradas este año “crece el agua, estamos en un peligro inminente”, dijo.
La jefa de Gobierno, Clara Brugada, lanzó el 2 de agosto el Plan Integral de Recuperación de Ríos y Barrancas 2025-2030 con el que se pretende restaurar el sistema de barrancas en las alcaldías Álvaro Obregón y Magdalena Contreras, además de recuperar mil hectáreas de uelo verde, con la participación de la ciudadanía mediante el programa de empleo temporal “Guardianes de la Barranca”.
Nada es suficiente si no dejamos de arrojar basura a las presas”, concluyó Pedro Flores.
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*mcam
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