Bicitaxis operan en la ilegalidad; migran a motos

En la periferia de la CDMX y en zonas de alta afluencia por espectáculos, los bicitaxis operan en un vacío legal que fomenta abusos económicos y pone en riesgo la seguridad de los pasajeros.

Sin placas, rutas delimitadas ni tarifas fijas, este medio de transporte se ha convertido en un foco de quejas en alcaldías como Tláhuac, Iztapalapa y Xochimilco, donde usuarios acusan cobros arbitrarios y la presencia de unidades “amafiadas” que operan sin permiso.

En un recorrido realizado por Excélsior, se constató que en la salida de la estación Olivos de la Línea 12, los bicitaxistas imponen tarifas a discreción.

“Aquí depende el sapo, la pedrada”, relató una comerciante local.

Mientras que un trayecto corto para cruzar avenida Tláhuac oscila entre los 10 y 15 pesos, distancias mayores hacia la terminal pueden alcanzar los 100 pesos por persona.

“Son careros (…)  yo lo uso como última medida, trabajo aquí adelante y en horas pico, me bajo del Metro y tomo un bicitaxi, pero somos cuatro personas y nos cobran 40 o 50 pesos”, señaló Carlos, empleado de la zona.

Además del costo, la seguridad es una preocupación constante.

Muchas unidades han migrado ilegalmente a motocicletas adaptadas, circulando en sentido contrario o ignorando semáforos.

“Son muchas irregularidades. Nos cobran una alta tarifa, y pues, se van pasando todos los semáforos, o en ocasiones van en sentido contrario. Es claro que están amafiados con las autoridades, de la alcaldía”, aseguró Carlos.

En zonas de Iztapalapa, como la avenida Ermita y las inmediaciones del Hospital General, las unidades incrementan sus costos de manera drástica con los familiares de los pacientes.

Eugenia, familiar de un paciente, señaló que, tras pactar un pago de 70 pesos desde el Metro Santa Marta, el conductor le exigió 280 pesos al llegar a su destino, calificando el acto como un abuso total.

“Tomamos el bicitaxi en la salida del Metro, en Santa Marta, y nos dijo que nos cobraba 70 pesos, pero al llegar (...)nos sale que no, que son 280 pesos”, dijo  Eugenia, familiar de un paciente.

La problemática alcanza niveles críticos en el Estadio GNP, en la Magdalena Mixhuca.

En redes sociales abundan quejas de cobros de entre 450 y mil pesos por trayectos de menos de un kilómetro durante los días de conciertos.

El usuario de Instagram whyspanky narró que un conductor le exigió mil 100 pesos o la entrega de su celular por acercarlo a él y a su novia a uno de los accesos del recinto, a pesar de haber mencionado una tarifa de 100 pesos.

En el Centro Histórico las irregularidades persisten a pesar de que la Secretaría de Movilidad (Semovi) emitió un reglamento hace año y medio.

Siguen haciendo base en lugares no permitidos y operan fuera de las zonas delimitadas.

Según los lineamientos, los bicitaxis sólo pueden circular en el polígono limitado al norte por el Eje 1 Norte, al oeste por el Eje Central Lázaro Cárdenas, al sur por José María Izazaga y al este por Circunvalación.

No obstante, es frecuente observarlos sobre Reforma o Insurgentes, cobrando hasta mil 800 pesos a familias por traslados turísticos cortos.

Ante esta situación, la jefa de Gobierno, Clara Brugada, informó el 25 de noviembre que se realizarán operativos para frenar estos cobros excesivos.

Enfatizó que las tarifas están incluidas en la Ley de Movilidad y cualquier abuso debe ser denunciado.

Aunque la Semovi publicó nuevos lineamientos en junio de 2024 que obligan a exhibir la tarifa en lugares visibles, este diario consultó a la dependencia sobre la fecha de inicio de los operativos sin obtener respuesta.