‘Soy auténtico’, resalta Carlos Hermosillo

El exjugador tuvo tres etapas especiales: América, Cruz Azul y Monterrey. Ganarse a la afición celeste no fue cosa fácil y tampoco a jugadores como Porfirio Jiménez y Pedro Duana. En su partido de despedida ‘olvidaron’ ir por Jürgen Klinsmann, donde la sencillez del alemán lo sorprendió

Carlos Hermosillo nació un 24 de agosto de 1964 (Fotos: Mexsport)
Carlos Hermosillo nació un 24 de agosto de 1964 (Fotos: Mexsport)

CIUDAD DE MÉXICO.

Carlos Hermosillo, segundo máximo goleador en la historia del futbol mexicano, se define como auténtico y en su etapa como jugador era el que tenía la mejor actitud, la disciplina una de sus fortalezas.

“Siempre fui yo, fui una persona auténtica, en el futbol fui yo, no sé si fui el mejor, el que tenía la mejor actitud, el cuate que siempre fue disciplinado con respecto a los horarios, con mis compañeros. Hoy quizá con mayor madurez, ahora más que nunca soy yo, soy auténtico.

Lo que digo en la televisión, no tengo compromiso con nadie, no necesito quedar bien con nadie porque además no lo digo de mala fe. Soy auténtico, respeto al futbolista, pero no puedo dejar de lado el ser yo. Mis amigos saben perfectamente que no voy a hacer un comentario bueno si no me dan elementos para hacerlo”, mencionó el originario de Cerro Azul, Veracruz, en entrevista con Excélsior.

TRES ETAPAS COMO JUGADOR: DEBUT, CRECIMIENTO Y MADUREZ.

En casi dos décadas como jugador profesional, su mejor etapa la disfrutó con Cruz Azul, pero también en América, donde militó nueve temporadas, y Monterrey tuvieron una connotación especial.

“La primera etapa, en debutar (temporada 83-84), disfrutar y crecer con América, crecer con estos grandes líderes como (Alfredo) Tena, Cristóbal Ortega, (Daniel) Brailovski, (Héctor Miguel) Zelada, con esos grandes cuates que me enseñaron a ser líder, a ser ganador.

Hay una segunda etapa de crecimiento. Es como llegar a mi casa y me sentí muy a gusto y logré ser campeón con Cruz Azul, logré ganar Citlallis. Admiraba a Miguel Marín y de chavito lo veía ganar Citlallis y decía ‘quiero ser como Miguel Marín’ y los gané en el equipo al que le iba y fui campeón con el equipo al que yo le iba.

Mi tercera etapa, une atapa de madurez. En Monterrey, una etapa de un regreso de Bélgica donde vino un cambio radical para bien en el futbol. Me convertí en un jugador más ‘técnico’, un jugador que aportaba más al equipo no nada más con goles”, indicó.

¿QUÉ SE NECESITA PARA SER ÍDOLO EN CRUZ AZUL?

Llevó a Cruz Azul a ganar la octava estrella en el Torneo Invierno 1997, después de que los celestes acumulaban 17 años sin poder levantar el título. Ganarse el respeto de la afición no fue fácil y tampoco fue internamente, donde tuvo que enfrentarse a Porfirio Jiménez y Pedro Duana.

“Para ser ídolo depende de tu afición, que cuente con el corazón de la afición, no sé si por la parte futbolística sino también por la parte humana, por la cercanía, por liderazgo…

A mí me costó muchísimo trabajo, en la 88-89 jugaba para el América, fuimos campeones contra Cruz Azul con gol mío, entonces llegar a Cruz Azul, después de ir a Bélgica, mi paso por Monterrey, no fue un tema fácil, primero me rechazaron terriblemente hasta que me los gané con goles, con mi parte humana, con la cercanía con la afición, con el atender siempre a la afición, a las porras, ir a las fiestas que hacían las porras, o sea, son muchas cosas.

En cada equipo aprendes algo diferente y eso es algo que tienes que atesorar y valorar muchísimo.

Llegar a Cruz Azul y no me dan un pase y entender que los que manejaban al equipo eran Porfirio Jiménez y Pedro Duana, tuve que enfrentarme a ellos y luego tener una buena relación con ellos porque si no, no me la tocaban, no tocaba el balón, sino no lo tocaba textualmente”, recordó el triple campeón de goleo, todos bajo la tutela de La Máquina, y que ahora forma parte del talento de Telemundo.

CUANDO ‘OLVIDARON’ IR POR JÜRGEN KLINSMANN

Después de retirarse con Chivas en el Torneo Invierno 2001, vino su partido de despedida. El primer jugador en que realizó un encuentro de esta índole y en que se les olvidó ir por el alemán Jürgen Klinsmann.

“Nunca se me va a olvidar. Son de las cosas más maravillosas que puedo decir que he vivido porque fui el primer jugador que empezó con los partidos de despedida. De ahí que si Maradona, que si viene Jurgen Klinsmann. Cuando llegamos al día de partido teníamos 42 jugadores, éramos prácticamente casi cuatro equipos. Vendimos muchos patrocinios y gracias a (Guillermo) Coppola, con capricho de que ‘si no me pagas tanto no va Maradona’. Maradona llegó tarde al estadio, que en paz descanse, y estoy agradecido infinitamente de que haya estado, al igual que Jurgen Klinsmann… Tuve un buen partido de despedida.

La persona encargada de ir por Jürgen Klinsmann se le olvidó y de repente ya estaba en la recepción y llegó Jürgen Klinsmann y me dice ‘oye, no fueron por mí, pero aquí estoy’. ‘Oye qué pena’, ‘No, no, no, ni te preocupes, yo vine para que disfrutaras de tu partido, de mi no te preocupes’. Esas son de las cosas maravillosas que te da el futbol, poder contar con esta clase de jugadores y más con una disposición total”, indicó el exjugador que defendió las playeras del América, Standard de Liega de Bélgica, Monterrey, Cruz Azul, Necaxa, Los Ángeles Galaxy, Atlante y Guadalajara.

TÍTULOS:

5 títulos de Liga y 2 títulos de Campeón de Campeones con América

1 Liga y Copa con Cruz Azul.

1 Liga con Necaxa.

3 títulos de goleo con Cruz Azul

2 Mundiales estuvo: 1986 y 1994 (sólo jugó este último)

34 goles con la Selección

1995 participó en Copa Confederaciones y Copa América en Uruguay.

EPISODIOS NO GRATOS

No todo fue felicidad, también hubo momentos en que marcaron su carrera y que quedan grabados, como aquél partido de la Copa Libertadores ante Boca Juniors o la eliminación que sufrió México ante EU en la Copa América de Uruguay.

Copa Libertadores, Estadio Azteca, América, vamos perdiendo con Boca, venimos y le damos la vuelta aquí y me acuerdo que entré y mi marca era Samuel, el central de Boca y en un tiro de esquina me hacen un bloqueo fuera del área grande y desde ahí cabecea y nos hace el gol.

Luego tengo una mala decisión porque no era con la cabeza sino con el pie, casi la agarro a ras de piso y con la nuca. Ese fue un momento que vivimos en el Estadio Azteca, no era nada más América, era México. Fue un golpe fuerte.

Otra. Copa América en Uruguay, perdemos en penalistis contra EU. No culpo a nadie, no venía jugando y me meten justamente para ese partido a los penaltis y quedamos eliminados.

Son momentos no gratos, siempre van a estar en tu cabeza”, señaló.

ald

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