Milagro, no se ahogó; Moussambani se ganó la ovación

De Guinea Ecuatorial, Eric dejó un recuerdo inolvidable con su participación al ser el peor nadador de las eliminatorias de los 100 metros, pero su esfuerzo lo convirtió en una de las figuras destacadas de la justa olímpica en Australia

thumb
Para Moussambani, la piscina de Sidney era como un mar abierto / Foto: AP

CIUDAD DE MÉXICO.

Eric Moussambani vio por primera vez una alberca de dimensiones olímpicas poco antes de competir en Sidney 2000. El caprichoso destino dispuso que cubriera el primer heat de las eliminatorias de 100 metros con la piscina sólo para él, las gradas abarrotadas brindándole gritos de apoyo y con la peor marca en la historia.

La Anguila Moussambani tenía apenas unos meses entrenando natación, pues en Guinea Ecuatorial le avisaron que le darían una invitación del Comité Olímpico Internacional (COI) con una cuota que usan para promover la universalidad de las justas.

El tayiko Farhod Oripov, el nigeriano Karim Bare y Moussambani estaban en el primer heat de las eliminatorias de 100 metros. De los 74 inscritos, ellos recibieron invitaciones del COI. Todos los reflectores quedaron sobre La Anguila cuando Oripov y Bare fueron descalificados por una salida en falso, con lo que la inmensa pileta era para el guineano.

Al aceptar la invitación, Moussambani se las ingenió para aprender a nadar.

En la pequeña nación centroafricana no había albercas de 50 metros de longitud, así que consiguió el permiso para usar una de unos 13 metros en un hotel, la cual sólo podía disponer de cinco a seis de la mañana. Aprendió a no hundirse yendo al mar.

Moussambani fue el único que no saltó al agua en la eliminatoria cuando sonó el disparo a las 10:02 de la mañana. Instantes después comenzó un trayecto que parecía imposible de cubrir una vez iniciado.

thumb

En las gradas distinguieron su falta de destreza con su lenta reacción al disparo, que llegó después de un segundo. A partir de ahí cada nueva brazada era más difícil que la anterior.

La Anguila supo un poco lo que le esperaba durante los entrenamientos previos, en los que observaba a detalle lo que hacían nadadores estadunidenses. Cuando a él le tocaba su turno hubo quien se le acercó para preguntarle si realmente competiría. Sólo uno de los entrenadores de Sudáfrica le brindó consejos al notar claramente su falta de destreza.

Los primeros 50 metros los hizo en menos de un minuto, para los siguientes se tomó un poco más de tiempo. 1:52.72 minutos le tomaron para cubrir la distancia, para la que el neerlandés Pieter van den Hoogenband necesitó 48.30 segundos y conquistar el oro. Moussambani se olvidó de las formas en el regreso, su única meta era terminar como fuera y no hundirse debido al cansancio que se apoderó de él con cada metro que avanzaba.

A la mitad de la alberca en el regreso sentía que no avanzaba y fue cuando comencé a escuchar a la gente apoyarme y eso me dio fuerza para terminar”, señaló, “cuando toqué la línea final simplemente me dije: ‘lo hice’”.

Moussambani fue el primer nadador de Guinea Ecuatorial en competir en una prueba internacional de 100 metros.

AMU

Visita nuestras Galerías Visita nuestra Última hora