Fuego de medio siglo, a 50 años de México 1968

Enriqueta Basilio volvió a encender el pebetero del Estadio Olímpico Universitario ante 600 atletas mexicanos y extranjeros que acudieron a la celebración

Los aros olímpicos lucieron en la cancha del Estadio de Ciudad Universitaria, donde Enriqueta Basilio recibió, como hace 50 años, el pebetero de México 68 tras su recorrido por las calles de la CDMX. Fotos: Luis Enrique Olivares y Eduardo Jiménez
Los aros olímpicos lucieron en la cancha del Estadio de Ciudad Universitaria, donde Enriqueta Basilio recibió, como hace 50 años, el pebetero de México 68 tras su recorrido por las calles de la CDMX. Fotos: Luis Enrique Olivares y Eduardo Jiménez

CIUDAD DE MÉXICO.

La fiesta por los 50 años de los Juegos Olímpicos de México 68 llegó al momento cumbre con el encendido del pebetero en el Estadio Olímpico Universitario medio siglo después de la inauguración de la justa deportiva.

Enriqueta Basilio emuló el momento histórico, cuando ese 12 de octubre de 1968 se convirtió en la primera mujer en encender el pebetero. La atleta de 70 años escaló el último tramo, realizó el saludo a los cuatro puntos cardinales y encendió la llama en punto de las 12:50 del día, misma hora a la que hace 50 años ardió la llama.

La ceremonia se inició con un desfile en el que participaron cerca de 600 atletas mexicanos y de todo el mundo. Los más destacados fueron Bob Beamon, quien aún ostenta el récord en salto de longitud, Dick Fosbury, vencedor del salto de altura y que innovó con el estilo que lleva su nombre, así como el keniano Kipchoge Keino, oro en 1,500 metros planos, Robert Seagren, quien dominó en salto con garrocha, y Servilio Sebastiao de Oliveirab, el boxeador que ganó el bronce en peso mosca.

Todos portaron playeras rojas, negras, azules, amarillas y verdes que representaron a sus respectivos deportes y recorrieron el estadio hasta formar los aros olímpicos en el centro de la cancha.

Seis de los nueve medallistas mexicanos aparecieron con la bandera olímpica. María Teresa Ramírez (bronce, 800 metros natación), Felipe Muñoz (oro, 200 metros, natación), Antonio Roldán (oro en peso pluma, boxeo), Joaquín Rocha (bronce, peso completo, boxeo), Agustín Zaragoza (bronce, peso medio, boxeo) y Ricardo Delgado (oro en peso mosca).

Faltó Pilar Roldán, primera mujer mexicana en ganar presea olímpica con su plata en esgrima, y se recordó a Álvaro Gaxiola, plata en plataforma en clavados, y a José Pedraza, plata en 20 kilómetros de la caminata, ambos fallecidos.

ATLETAS REGRESAN EN EL TIEMPO

Una vuelta a la década de los sesenta, eso fue lo que vivieron los atletas después de la ceremonia en el Estadio Olímpico Universitario.

La moda de México 68 regresó por un momento para deleite de los atletas que hace 50 años participaron en los Juegos Olímpicos.

Los deportistas y sus familias fueron deleitados con una comida, seguido de un desfile de modas y música de la época.

Éste fue un momento en el que los atletas aprovecharon para convivir, pedirse fotos y recordar viejos tiempos.

Tras la comida en la Casa Club del Académico, la diseñadora mexicana Nina Ferriz presentó una línea conmemorativa.

Vestidos cortos con la iconografía de los Juegos y pantalones deportivos que recordaron al uniforme de Estados Unidos y el Black Power.

Los festejos culminaron con un concierto de Los Rebeldes del Rock, grupo del rock mexicano de la época que hizo historia.

EL HOMBRE QUE VOLÓ EN CU

El 18 de octubre de 1968, seis después de inaugurados los Juegos Olímpicos en México, el estadunidense Bob Beamon hizo historia.

En la competencia de salto de longitud, el estadunidense voló literalmente por el estadio Olímpico Universitario y logró una nueva marca mundial al saltar la distancia de 8.90 metros, un nuevo récord olímpico y mundial.

50 años después, Beamon aún mantiene el récord olímpico, un sentimiento que lo acompaña a cada rincón del mundo.

Siempre me he sentido sensacional de que ese espíritu me sigue en todas partes del mundo”, dijo Beamon a Excélsior.

Es un gran sentimiento que aún tengo después de 50 años y disfruto cada momento”.

Tuvieron que pasar 23 años para que la marca mundial de Beamon fuera superada, cuando Mike Powell logró un salto de 8.95 metros.

Dicha marca la logró en el Mundial de Atletismo de 1991 en Shinjuku, Japón, por lo que la marca olímpica de Beamon prevalece.

Me encanta. Es sensacional saber que la gente aún me recuerda, es un gran sentimiento de todas las cosas buenas que pasaron aquí”, señaló Beamon, quien al momento de ser invitado a los festejos por los 50 años de México 1968, no dudó en regresar al lugar de su éxito.

Es una bendición, no me podía perder esto. Quería estar en casa, quería estar aquí”, concluyó.

-Ricardo Coello

 

cva

 

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