El motor de Daniel Suárez, una apuesta sentimental

El piloto regio regresa al Hermanos Rodríguez en NASCAR Cup para correr, brillar y homenajear a su padre en su día

thumb
Daniel Suárez

En 2012, bajo un cielo nocturno en el Autódromo Hermanos Rodríguez, Daniel Suárez cruzó por primera vez la meta como ganador. Aquel triunfo, en la México 200, no sólo fue su primera victoria en NASCAR México: fue también la primera carrera nocturna en la historia del serial. Un punto de inicio brillante en la prometedora carrera de un joven talento.

Más de una década después, Suárez regresa al mismo escenario, no como promesa, sino como piloto consagrado de la NASCAR Cup Series, la categoría reina del automovilismo estadounidense. La primera carrera internacional de la serie estelar no será un día más para el regiomontano. Será una vuelta al origen, a la raíz que lo impulsó: su padre, Alejandro Suárez.

“Mi mayor recuerdo en el Hermanos Rodríguez fue ese triunfo en la primera carrera nocturna de NASCAR México. Fue mi primera victoria. El domingo será muy especial. Sé que es Día del Padre y quiero dedicarle la carrera a mi papá, que me ha apoyado como nadie”, dijo Suárez a Excélsior.

Daniel nació en Monterrey el 7 de enero de 1992. Creció entre herramientas y chasises, mientras su padre trabajaba como restaurador de autos. El sueño del hijo se encendió en los karts y competiciones locales, pero se volvió real cuando Alejandro apostó todo: vendió su taller para financiar las primeras carreras de Daniel en Estados Unidos. De ese acto de fe nació una carrera que hoy pisa firme en lo más alto.

“No hay una persona que haya apostado más por mi como mi padre. Lo puso todo sobre la mesa. Esas cosas no se olvidan, al contrario, alimentan el deseo de triunfar”.

Su ascenso fue tan paulatino como sólido. Aquel triunfo de 2012  lo catapultó al plano internacional. En 2016, Suárez se convirtió en el primer piloto nacido fuera de Estados Unidos en ganar un título nacional de NASCAR (Serie Xfinity) con Joe Gibbs Racing. Luego llegaron sus victorias en la Cup Series con Trackhouse Racing: Sonoma en 2022 y Atlanta en 2025.

Pero esta visita a México no es sólo deportiva: es un acto patrio y personal. La NASCAR estelar viaja por primera ocasión al sur del rio Bravo, y eligió a Suárez como su rostro anfitrión. No vino como turista: hizo de guía cultural, llevó a sus compañeros a probar tacos, a una función de lucha libre, y caminó con orgullo por las calles donde empezó su historia.

“No todos los días puedo mostrar mi casa, mi cultura. Siempre me toca ser el extranjero”, reflexionó Suárez.

Fuera de la pista, su vida también tomó nuevas curvas. En 2024, Daniel se casó con Julia Piquet, hija del tricampeón de Fórmula 1 Nelson Piquet. En una coincidencia casi cinematográfica, Max Verstappen , actual ídolo de la F1,  también está en pareja con Kelly, hermana de Julia. En las reuniones familiares, entre cartas y juegos de mesa, nadie quiere perder.

“No hablamos mucho de automovilismo. Cuando nos reunimos, intentamos convivir como familia. Eso sí: somos muy competitivos hasta con los juegos de mesa”, dice entre risas.

Este domingo, Día del Padre, Daniel Suárez volverá a correr donde todo comenzó. Sobre la misma recta en la que triunfó, pero ahora disputando la carrera más emotiva de su vida. Ya no es el joven de 20 años con un volante lleno de ilusiones. Es el hombre que regresa convertido en realidad y con el hambre de tomar la bandera a cuadros en lo que no sería un triunfo para él, sino para Alejandro, la persona que apostó por un sueño ajeno y lo transformó en un legado.