Darko Milicic, campeón con los Pistones, es hoy agricultor

Elegido por encima de Carmelo, Bosh y Wade, el serbio tiene un título de la NBA y una granja de manzanas

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Milicic, con Larry Brown, su primer coach en la NBA.

Tenía apenas 17 años cuando su nombre apareció en la segunda posición del Draft de la NBA de 2003. Detroit apostó por él por encima de Carmelo Anthony, Chris Bosh y Dwyane Wade, tres futuros pilares de una generación dorada. Se llama Darko Milicic, es serbio, pero le tocó nacer en Yugoslavia, la tercera mejor nación basquetbolera detrás de Estados Unidos y la Unión Soviética. Hoy el mundo es distinto.

Milicic llegó con la promesa de ser distinto, una joya balcánica  que de inmediato posó para las fotos con Joe Dumars, leyenda de los Pistones y en ese entonces directivo responsable de diseñar la quinteta de Michigan.

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Pero el sueño de un menor de edad europeo en las duelas donde jugó Michael Jordan se topó con una pared. Con el experimentado Larry Brown en los controles, apenas tuvo minutos.

El coach no creía en él y en un ataque de desprecio, soltó ante los micrófonos de la prensa:

Darko Milicic se cree Toni Kukoc. Yo quiero que juegue como Bill Russell, pero no sabe quién es. Igual piensa que es un rapero”.

Esa frase marcó su paso por Detroit. Pero el equipo no lo dejó solo. En los entrenamientos, en los juegos y en las giras, Milicic era uno de los Pistones que alzó el título de la NBA en 2004 contra los Lakers de Shaquille O’Neal y Kobe Bryant, esa campaña reforzados con Karl Malone y Gary Payton.

Uno de los pilares de esos Pistones, Ben Wallace, afirmó que jamás habrían ganado un título si hubieran elegido a Carmelo Anthony en lugar de a Darko Milicic.

Melo habría querido jugar de inmediato. Eso podría haber afectado la química del equipo. Darko Milicic llegó y dijo: ‘No puedo jugar en este equipo. No estoy listo para jugar aquí. ¿A quién le voy a quitar su puesto? No estoy preparado’. Al aceptar su rol, nos permitió construir, crecer y fortalecernos. Y, eventualmente, ganar un campeonato… Si hubiéramos elegido a Melo, Tayshaun Prince nunca habría alcanzado su máximo potencial ni se habría convertido en el jugador que fue”.

La historia reserva distinciones: Milicic levantó el trofeo de la NBA y se convirtió en el jugador más joven en disputar unas Finales. Tenía 18 años y 356 días. Jugó una década en la NBA, se retiró y probó suerte en el kickboxing. Desde hace años se decida a cultivar manzanas y cerezas en su finca de 50 hectáreas en Serbia, que produce unos 4 mil 500 kilos de fruta al año.