La racha imparable de los Bills en Highmark
Los Bills se han convertido en el equipo de la actualidad con el mayor número de victorias consecutivas en casa
Cuando el domingo por la noche se apaguen las estadios de Estados Unidos y todos las luces apunten al enfrentamiento entre Patriots y Bills, hay un relato que corre por detrás de Josh Allen y compañía: los Bills se han convertido en un equipo casi imposible de vencer en su casa.
Buffalo vive sus domingos en Highmark Stadium como un ritual poco comprendido. Los aficionados de los Bills, que por muchos años sólo probaron las derrotas, ahora gozan de un estado de salud excepcional. Están contagiados del éxtasis que produce un equipo que ha superado adversidades como en la primera semana contra los Ravens. Highmark no es sólo un estadio, es un territorio prohibido para la conquista. Desde noviembre de 2023 acumulan 14 victorias consecutivas como local en temporada regular. Una racha que coloca al equipo a un paso de igualar el récord de la franquicia con el cual están empujando una campaña con aspiraciones de Super Bowl.
Cada juego es parte de un relato en construcción. Buffalo ha anotado 30 o más puntos en cada uno de sus primeros cuatro encuentros de esta temporada. Detrás del quarterback tienen a James Cook quien estableció un récord interno anotando touchdowns terrestres en ocho partidos seguidos. Josh Allen se muestra como MVP al sufrir una sola intercepción en lo que va del año, extendiendo su control sobre la ofensiva.
El domingo por la noche será otra página de ese guion. Los Patriots llegan urgidos de victorias consecutivas por primera vez desde 2022, conscientes de que romper esa racha ante Buffalo es una tarea más que difícil.
Una racha con base estadística
El récord de Highmark no es sólo numérico, es estratégico.
Desde la Semana 11 de 2023 hasta la fecha, Buffalo se convirtió en apenas el cuarto equipo en la historia de la NFL capaz de encadenar 14 victorias de temporada regular en casa y anotar al menos 24 puntos en cada juego.
Ese grupo reducido incluye a históricos como Broncos y Patriots.
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La fortaleza local se construye tanto en el juego como en el contexto. Buffalo ha tejido un estilo ofensivo que mezcla consistencia y versatilidad. Allen domina tanto el juego aéreo como el terrestre. Cook ofrece un factor sorpresa constante. Y el equipo, como un reloj, mantiene la presión en casa. Esa combinación hace del Highmark Stadium un muro difícil de franquear.
El clima como aliado
La ciudad y el estadio también trabajan a su favor. Buffalo no es escenario de temperaturas extremas todavía, pero octubre trae ráfagas frías y humedad que desgastan al visitante. Esa adaptación es parte de la identidad del equipo que saberjugar bajo su propio ecosistema.
Nueva Inglaterra llega con números llamativos. En su último partido anotó 42 puntos, su mejor registro desde 1996 sin Bill Belichick. Drake Maye ha sido una agradable sorpresa en Foxborough, alcanzando altos porcentajes de pase en tres partidos consecutivos.
Drake Maye , de las semanas 2 a 4, se convirtió en el primer jugador menor de 24 años con al menos dos pases de touchdown y un porcentaje de pases completos de 75 o más en tres juegos consecutivos, con un mínimo de 15 intentos de pase en cada juego.
Este domingo por la noche, más allá del marcador, los Bills defenderán algo más profundo: la idea de que Highmark Stadium es una fortaleza que seguirá siendo decisiva, al menos mientras la temporada avance. Es la última temporada en ese estadio y la última oportunidad para confirmar que Buffalo no sóolo busca un título, sino que quiere hacerlo desde casa.
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