De muebles económicos a tesoros de colección: Ikea conquista las subastas

Muebles de Ikea se convierten en objetos de colección en subastas alcanzando precios sorprendentes.

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Muebles vintage de Ikea en sala de subastas

Lo vintage ya es sinónimo de exclusividad y estatus. Por eso sorprende que una cadena internacional de muebles ha irrumpido en el mercado de las subastas con precios que quitan el aliento. Hablamos de Ikea, cuyos muebles, conocidos por su accesibilidad, ahora alcanzan sumas exorbitantes como objetos de colección.

Ikea y sus muebles en subastas

En un evento sin precedentes, una selección de 122 muebles de segunda mano de Ikea se vendieron por un total de 32,000 libras (casi 700 mil pesos mexicanos) en una subasta en Estocolmo. 

Entre las piezas subastadas, resaltaron artículos que se remontan a la década de 1950, época en la que la producción aún tenía lugar en Suecia. Además, se incluyeron piezas de porcelana desarrolladas en colaboración con el Museo Nacional de Estocolmo en los años 90.

El artículo que acaparó miradas fue un sofá Impala rojo, diseñado por Gillis Lundgren, un legendario diseñador de Ikea, que fue vendido originalmente en 1972 por el equivalente a 103 libras (2,250 pesos mexicanos) y que ahora alcanzó las 1,700 libras (37 mil pesos mexicanos). Contrario a lo que uno podría esperar de muebles de un minorista conocido por soluciones prácticas y económicas, estos artículos destacan por su diseño y calidad.

Qué hace especiales a los muebles antiguos de Ikea

Muebles vintage de Ikea en sala de subastas

Lo que diferencia a estos muebles y los convierte en codiciados por coleccionistas y amantes del diseño es su calidad y singularidad. Por ejemplo, las sillas Natura cubiertas de cuero de la década de 1970 evocan una reinterpretación interesante del mobiliario escandinavo clásico, lo que les ha ganado un interés especial en el mercado actual, donde los diseños de los años 70 están volviendo a ser tendencia.

Ikea, en su 80 aniversario, quizás no sea sinónimo de muebles que perduran en el tiempo, pero ciertamente hay piezas que están siendo redescubiertas por coleccionistas.

El récord para un artículo de Ikea vendido en una subasta fue establecido en mayo, cuando la silla Cavelli, diseñada por Bengt Ruda y producida en una edición limitada en 1958, se vendió por alrededor de 15,000 libras (327 mil pesos mexicanos), marcando un hito en la valoración de los muebles de esta firma.

Este fenómeno no es solo una anécdota aislada, sino una tendencia creciente que revela cómo algunos productos de Ikea han logrado destacar y adquirir un nuevo estatus.

Estos acontecimientos abren una conversación sobre la sostenibilidad y el impacto ambiental de los productos de consumo masivo. Ikea, aunque en el pasado ha sido criticada por seguir tendencias y generar copias, hoy presume artículos poseen un valor atemporal.

*mvg*