Logo de Excélsior                                                        
Trending

¡Cuidado! Hurgarse la nariz podría elevar el riesgo de demencia

Hurgarse la nariz podría aumentar el riesgo de demencia según un estudio científico recientemente publicado.

BB González | 30-03-2024
dedo en nariz
Foto: Especial

¡Cuidado al hurgarte la nariz! Un nuevo estudio sugiere riesgos para el cerebro. El estudio publicado en Scientific Reports por el profesor James St. John de la Universidad de Griffith, Australia, revela que hurgarse la nariz podría aumentar el riesgo de desarrollar demencia progresiva.

Esto ocurre al dañar las fosas nasales, de esa forma se facilita que bacterias como la Chlamydia pneumoniae accedan al cerebro.

En experimentos con ratones, se encontró que esta bacteria podría desencadenar procesos similares a la enfermedad de Alzheimer.

EL ESTUDIO SUGIERE NO ARRANCARSE LOS PELOS DE LA NARIZ

pelos de nariz

St. John advierte no hurgarse la nariz ni arrancarse los pelos, ya que debilita las defensas naturales y puede promover la transferencia de bacterias al cerebro.

El estudio enfatiza la importancia de la barrera hematoencefálica y los mecanismos de defensa nasal.

Aunque los resultados en ratones son preliminares, sugieren la necesidad de investigar más sobre cómo estas bacterias afectan al cerebro humano. Este hallazgo podría abrir nuevas vías para entender y eventualmente combatir la demencia y el Alzheimer.

¿QUÉ ES LA CHLAMYDIA PNEUMONIAE?

La Chlamydia pneumoniae es una especie de bacteria que puede causar infecciones en los seres humanos. Es conocida por ser una de las causas de la neumonía, además de estar asociada con varias otras enfermedades respiratorias.

A diferencia de la neumonía típica, que suele ser causada por la bacteria Streptococcus pneumoniae, la neumonía causada por Chlamydia pneumoniae generalmente presenta síntomas más leves y a menudo se describe como "neumonía ambulante" porque los pacientes no siempre se sienten lo suficientemente enfermos como para guardar cama o visitar a un médico.

CARACTERÍSTICAS

Transmisión: La Chlamydia pneumoniae se transmite de persona a persona a través de las gotitas respiratorias, es decir, cuando una persona infectada tose o estornuda cerca de alguien más.

Síntomas: Los síntomas pueden incluir fiebre, tos (generalmente seca), dolor de cabeza, fatiga y dolor de garganta. Los síntomas son generalmente más suaves que los de otras formas de neumonía.

Tratamiento: El tratamiento típicamente incluye antibióticos, siendo los más comunes la azitromicina, la doxiciclina y la eritromicina. Es importante que el tratamiento sea prescrito por un profesional de la salud después de un diagnóstico adecuado.

INVESTIGACIÓN Y CONOCIMIENTOS ACTUALES

La investigación sobre Chlamydia pneumoniae ha revelado varios aspectos interesantes:

Relación con Enfermedades Crónicas: Ha habido investigaciones que sugieren una posible relación entre Chlamydia pneumoniae y algunas enfermedades crónicas como la aterosclerosis (endurecimiento de las arterias), el asma y la enfermedad de Alzheimer, aunque estas conexiones aún están bajo estudio y son tema de debate dentro de la comunidad científica.

Resistencia a los Antibióticos: Como ocurre con muchas bacterias, existe la preocupación de que Chlamydia pneumoniae pueda desarrollar resistencia a los antibióticos comúnmente utilizados para tratarla, lo que hace que sea crucial el uso prudente de estos medicamentos.

Detección y Diagnóstico: Los métodos para diagnosticar la infección incluyen pruebas de laboratorio que identifican anticuerpos contra la bacteria o la detección del ADN bacteriano en las muestras respiratorias.

¿CÓMO PROTEGERTE?

La prevención de la transmisión de Chlamydia pneumoniae se centra en prácticas generales de higiene respiratoria, como cubrirse la boca al toser o estornudar y lavarse las manos regularmente. La identificación temprana y el tratamiento de las infecciones pueden ayudar a prevenir la transmisión y a mitigar los síntomas en los individuos afectados.

¿CUÁNTAS PERSONAS EN EL MUNDO SUFREN DEMENCIA?

Se estima que alrededor de 55 millones de personas en todo el mundo padecen algún tipo de demencia, según la Organización Mundial de la Salud (OMS). Esta cifra se espera que aumente a 78 millones para el año 2030 y a 139 millones para 2050 debido al envejecimiento de la población global.

La demencia engloba varios trastornos cerebrales que afectan la memoria, el pensamiento, el comportamiento y la capacidad de realizar actividades cotidianas, siendo la enfermedad de Alzheimer la forma más común.

¿CUÁLES SON LAS CAUSAS DE LA DEMENCIA?

Las causas de la demencia pueden variar según el tipo específico de demencia.

Enfermedad de Alzheimer: Es la causa más común de demencia. Se cree que resulta de una combinación de factores genéticos, ambientales y de estilo de vida que afectan el cerebro con el tiempo. La acumulación de placas de beta-amiloide y ovillos neurofibrilares en el cerebro son características clave.

Demencia vascular: Resulta de problemas en el suministro de sangre al cerebro, como después de un accidente cerebrovascular o una serie de pequeños accidentes cerebrovasculares, lo que lleva a daños en las células cerebrales.

Demencia con cuerpos de Lewy: Esta demencia es causada por la acumulación anormal de la proteína alfa-sinucleína en el cerebro, formando depósitos conocidos como cuerpos de Lewy. Afecta la cognición, el movimiento y el comportamiento.

Demencia frontotemporal: Se debe a la degeneración de los lóbulos frontales y temporales del cerebro. Está relacionada con cambios en la personalidad, el comportamiento y el lenguaje. Las causas pueden incluir mutaciones genéticas y factores desconocidos.

Enfermedad de Parkinson: La demencia puede desarrollarse en las etapas tardías de esta enfermedad, relacionada con los mismos depósitos de proteínas (alfa-sinucleína) que se encuentran en la demencia con cuerpos de Lewy.

Enfermedades infecciosas: Algunas infecciones cerebrales, como la enfermedad de Creutzfeldt-Jakob, la neurosífilis y el VIH, pueden causar demencia.

Causas reversibles: Algunas demencias pueden ser tratadas o revertidas si se deben a causas como deficiencias vitamínicas, problemas tiroideos, consumo de alcohol o drogas, o tumores cerebrales.

El desarrollo de la demencia es un proceso complejo y multifactorial, que puede involucrar interacciones entre factores genéticos, ambientales y de salud.

*bb

Te recomendamos

Tags

Comparte en Redes Sociales