¿Qué es y por qué se conmemora el Día Internacional de las Personas Cuidadoras?
Cada 5 de noviembre se conmemora el Día Internacional de las Personas Cuidadoras, fecha para reconocer su labor esencial y promover un sistema de cuidados justo

Los cuidadores son pilares esenciales en nuestra sociedad: personas que, con empatía y compromiso, transforman vidas al brindar apoyo físico, emocional y social a quienes se encuentran en situaciones de vulnerabilidad.
Su labor va mucho más allá de las tareas cotidianas, pues contribuye directamente al bienestar, la autonomía y la dignidad de quienes requieren asistencia, ya sea por discapacidad, enfermedad o por el proceso natural del envejecimiento.
Al conmemorar la labor de los cuidadores se busca reconocer su trabajo esencial sin que pase desapercibido. Es una oportunidad para visibilizar su esfuerzo, promover políticas de apoyo y recordar que cuidar también requiere cuidado.

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¿Qué se conmemora el 5 de noviembre? Día Internacional de las Personas Cuidadoras
Cada 5 de noviembre se celebra el Día Internacional de las Personas Cuidadoras, una fecha que busca reconocer y visibilizar la labor esencial —aunque a menudo invisible— de quienes se dedican al cuidado de personas mayores, con discapacidad o con enfermedades crónicas. Su apoyo cotidiano es clave para mejorar el bienestar, la salud y la calidad de vida de millones de personas en el mundo.
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), los cuidadores informales —aquellos que brindan apoyo sin recibir remuneración— representan uno de los pilares más importantes de los sistemas de salud, ya que cubren necesidades que los servicios públicos no siempre pueden atender. Sin embargo, este trabajo conlleva una fuerte carga emocional, física y económica que con frecuencia pasa desapercibida.

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Qué hace una persona cuidadora
Una persona cuidadora tiene la tarea de ofrecer atención integral a quienes se encuentran en situaciones de vulnerabilidad. Su función no se limita a asistir en tareas físicas, sino que incluye acompañamiento emocional, organización de rutinas y comunicación con médicos y familiares. Estas son algunas de sus principales responsabilidades:
1. Apoyo en la movilidad
El cuidador ayuda a la persona a desplazarse con seguridad, dentro y fuera de su hogar, utilizando dispositivos de asistencia como andadores o sillas de ruedas. Promover la movilidad previene caídas y favorece la independencia, lo que impacta positivamente en la autoestima y la autonomía del paciente.
- Frecuencia: diaria
- Importancia: muy alta
2. Asistencia en la higiene personal
Brindar apoyo en el baño, el aseo y el vestido es esencial para prevenir infecciones y mantener la dignidad y el bienestar emocional de la persona cuidada. Un ejemplo es ayudar a una persona con movilidad reducida a mantener su rutina de limpieza personal, lo que mejora su calidad de vida.
- Frecuencia: diaria
- Importancia: alta
3. Monitoreo de la salud
El cuidador supervisa el estado físico y emocional del paciente, mide signos vitales, administra medicamentos y reporta cualquier cambio a los profesionales de la salud. Detectar alteraciones tempranas puede prevenir complicaciones mayores.
- Frecuencia: diaria o semanal, según el caso
- Importancia: muy alta
4. Acompañamiento a citas médicas
Además de asistir al paciente durante las consultas, el cuidador facilita el transporte, apoya la comprensión de las indicaciones médicas y asegura que se sigan las recomendaciones de los profesionales.
- Frecuencia: ocasional
- Importancia: alta
5. Apoyo emocional y social
El componente emocional es vital. El cuidador debe escuchar, ofrecer compañía y fomentar la participación en actividades recreativas o sociales. Estas acciones previenen la depresión y el aislamiento, problemas frecuentes entre personas mayores o dependientes.
- Frecuencia: diaria
- Importancia: muy alta
6. Organización de rutinas diarias
Una rutina bien estructurada contribuye al equilibrio físico y mental. El cuidador planifica horarios de comidas, descanso, ejercicios y medicación, lo que permite un mayor control del bienestar general.
- Frecuencia: diaria
- Importancia: alta
7. Gestión de emergencias
Estar preparado ante caídas, crisis médicas o accidentes es esencial. El cuidador debe conocer primeros auxilios básicos y los pasos a seguir para contactar a los servicios de emergencia.
- Frecuencia: ocasional
- Importancia: muy alta
8. Comunicación con familiares y profesionales de la salud
El cuidador actúa como intermediario entre la persona cuidada, la familia y los médicos, asegurando una comunicación constante y efectiva sobre el estado de salud, tratamientos o nuevas necesidades.
- Frecuencia: diaria o semanal
- Importancia: alta

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El sistema de cuidados en México
De acuerdo con la Encuesta Nacional para el Sistema de Cuidados (ENASIC) 2022, realizada por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), 7 de cada 10 personas cuidadoras de adultos mayores son mujeres.
Esta cifra revela una marcada desigualdad en la distribución de las tareas de cuidado en los hogares mexicanos. Las labores de cuidado, al no ser remuneradas en la mayoría de los casos, impactan directamente en la economía, la salud física y emocional, y las oportunidades laborales de las mujeres.
Muchas de ellas deben reducir su jornada laboral o abandonar su empleo para atender a familiares dependientes, lo que perpetúa las brechas de género.
Según la misma encuesta, México cuenta con 128.8 millones de habitantes, de los cuales 20 millones son mayores de 60 años, es decir, el 15% de la población total.
Este grupo representa uno de los sectores que más atención requiere, tanto por el aumento de enfermedades crónicas como por la falta de infraestructura social y médica suficiente.
Otro dato preocupante: de los 17 millones de personas mayores que podrían necesitar apoyo, 8 de cada 10 no reciben el cuidado que requieren.
Además, existen 2.5 millones de adultos mayores que viven solos, lo que agrava su vulnerabilidad y evidencia la urgencia de un sistema nacional de cuidados integral.
El cuidado también necesita cuidado
El trabajo del cuidador suele ser emocionalmente exigente. Un estudio publicado por Mayo Clinic, señala que los cuidadores informales presentan altos niveles de estrés, ansiedad y agotamiento físico, condiciones conocidas como síndrome del cuidador quemado.
Por ello, los expertos recomiendan estrategias como:
- Pedir ayuda y compartir tareas entre familiares o vecinos.
- Buscar apoyo psicológico o grupos de acompañamiento.
- Mantener hábitos saludables, como dormir bien y practicar actividad física.
- Tomar descansos programados, conocidos como “respiro del cuidador”.
Reconocer y valorar la labor de los cuidadores no solo es un acto de justicia social, sino una inversión en el bienestar colectivo.
Detrás de cada persona mayor, con discapacidad o enfermedad crónica, suele haber alguien que dedica tiempo, energía y amor para hacerle la vida más digna.
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