Obesidad en México: estos son los estigmas y los síntomas de alerta más allá de la báscula, según experto

La obesidad es un complejo problema metabólico que podría afectar a millones de personas en 2030. Un experto advierte que los síntomas antes de subir de peso son señales que deben atenderse para prevenir este escenario.

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Los problemas en el metabolismo y síntomas como la fatiga pueden indicar el peligro de tener obesidad. Imagen hecha con IA.

La obesidad es una sombra que afecta a más personas con los años. En México, se estima que más del 75% de los adultos padece sobrepeso u obesidad, según la Secretaría de Salud (SSA).

Esta condición, lejos de ser solo un asunto de peso corporal, es un complejo sistema de desregulaciones que acorta la esperanza de vida entre 5 y 15 años. Si la tendencia continúa, para 2030 el sobrepeso y la obesidad podrían afectar a la mitad de la población mundial, superando los 4 mil millones de personas.

Ante esta marea creciente, el doctor Edwin Enrique Martínez Leo, especialista en ciencias químicas, nutrición y Presidente del Colegio Mexicano de Nutriólogos, menciona en entrevista con Excélsior que se debe ver más allá de la báscula para comprender la obesidad.

Al menos el 75% de los mexicanos vive con obesidad. Canva.

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¿Cuáles son los estigmas que alejan a las personas de los tratamientos?

La ruta hacia la salud para una persona que vive con obesidad está llena de obstáculos invisibles: los estigmas y el juicio social.

Martínez explica que el principal desafío es la frustración que surge del "intentar una y otra vez" bajar de peso y no obtener resultados. La desesperación se intensifica porque, a nivel social, la obesidad se sigue entendiendo de manera simplista: “Se fijan únicamente en el incremento de peso corporal”.

Además, comenta el experto, se suele juzgar a las personas con obesidad con una supuesta falta de voluntad o una personalidad "floja" porque no bajan de peso. Lo anterior es muy peligroso, tanto para la salud mental como para el bienestar en general.

Como resultado, algunas personas evitan acudir a consulta porque viven decepcionados, lo cual representa un grave problema para los profesionales de la salud como Martínez. “Entre más frustrado está el paciente, más trabajo cuesta completar un tratamiento”.

Martínez aclara lo anterior con una observación en sus consultas: “Debido a su frustración, las personas buscan soluciones rápidas”. Por ello, abandonan un tratamiento integral para priorizar algunas soluciones con grandes promesas, pero pocos resultados reales.

Existen otros factores que pueden empeorar la situación, de acuerdo con el experto:

  • La percepción de que la obesidad es una "falla personal" o el resultado de una simple falta de fuerza de voluntad impide a los pacientes buscar ayuda profesional sin sentir vergüenza.
  • Las personas con obesidad a veces tienen poca información respecto a la salud, y el entorno a menudo las impulsa a tomar decisiones alimentarias poco saludables sin conciencia.
  • La falta de publicidad que fomente hábitos saludables (como dormir, tomar agua o comer verduras frescas) contribuye a que se normalice la mala alimentación.

Los prejuicios a las personas con problemas de obesidad impiden que se acerquen a pedir ayuda con un especialista. Canva.

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¿Cómo debería entenderse la obesidad?

Para Martínez, cambiar la visión de la obesidad es un imperativo. La obesidad debe comprenderse, ante todo, como una desregulación con varios niveles de profundidad.

De acuerdo con Martínez, la obesidad y sus causas podrían entenderse mejor con las siguientes consideraciones:

  • La obesidad no es un evento súbito, “sino la suma de diversos factores (dieta, estrés, falta de sueño, inactividad física) que, a lo largo del tiempo, llevan a partes clave del organismo a fallar en sus funciones”, lo que también se conoce como daño metabólico.
  • El cuerpo pierde la capacidad de regular el gasto energético, “lo que desencadena un almacenamiento excesivo de grasa y señales desorganizadas que incrementan el apetito”.
  • En palabras del experto, la obesidad es el resultado de una interacción entre genética, comportamiento y ambiente. Esta afirmación también es respaldada por un análisis publicado en Frontiers in Endocrinology.
  • Martínez recomienda formas de diagnosticar obesidad más modernas. Por ejemplo, si una persona tiene un Índice de Masa Corporal (IMC) normal, pero presenta una acumulación excesiva de grasa visceral, se considera en riesgo.

Antes de subir de peso, hay señales que deben tomarse como factores que pueden causar obesidad. Canva.

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¿Cuáles son los síntomas que se deberían considerar antes de la obesidad?

Uno de los puntos más reveladores es la identificación de señales antes de subir de peso. Martínez recalca que cuando el cuerpo comienza a perder la capacidad de regular grasa, el músculo esquelético es el primer órgano en resentirlo.

Estos tipos de músculos están unidos al esqueleto, el cual constituye entre el 30% y 40% de la masa corporal total del cuerpo, según Cleveland Clinic.

El especialista detalla una serie de síntomas que, aunque comunes, nunca deberían ser normalizados:

  • Fatiga: Sentirte fatigado más de lo habitual, sin que el día te rinda.
  • Alteraciones gastrointestinales: Disminución en el número de evacuaciones, sentirse más inflamado, o presentar ruidos a nivel intestinal.
  • Dolores de cabeza frecuentes: Experimentar cefaleas con mayor asiduidad.
  • Deterioro cognitivo leve: Olvidar las cosas más rápido.

La gran mayoría de la población normaliza estos síntomas, atribuyéndolos al exceso de trabajo o la tensión, en lugar de a un cambio metabólico preocupante.

Martínez argumenta que si se busca prevenir la obesidad, se debe trabajar en identificar esta sintomatología en la población que tiene un peso sano o un IMC en rango normal.

Saber qué comer y qué evitar en la dieta es la principal forma de mantener un buen estado de salud. Canva.

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¿Cuáles son las recomendaciones para evitar los niveles de obesidad previstos para 2030?

Frenar las proyecciones alarmantes de obesidad para 2030 exige un cambio de enfoque. Una de las recomendaciones esenciales es la educación.

“Es importante que se eduque sobre conceptos metabólicos complejos como el estrés celular que provoca inflamación”. De esta forma, de acuerdo con Martínez, las personas podrían reconocer los cambios en su organismo.

Además, sugiere algunas recomendaciones para evitar que los problemas de obesidad empeoren:

  • Busca un tratamiento que combine la atención de médicos, nutriólogos y psicólogos, todos con formación especializada en obesidad.
  • Fomenta la creación de entornos que faciliten el acceso a alimentos saludables y promuevan la actividad física, revirtiendo la normalización de hábitos nocivos.
  • Toma en serio no a la obesidad en sí, sino a lo que pasa previo a ella”. La solución no es inmediata: si el cuerpo tardó diez años en adaptarse a la condición actual, tomará tiempo readaptarlo a un buen estado de salud.

Las consecuencias, si no se detiene el aumento de casos de obesidad, implicarán un envejecimiento de la población, reduciendo la calidad de vida con la presencia de enfermedades como la diabetes tipo 2 y señales de demencia en adultos jóvenes, según el experto.

La lucha contra el sobrepeso y la obesidad es una lucha por la calidad de vida futura y debe centrarse en comprender los mecanismos detrás del problema.