¿Cuáles son las principales técnicas de la cocina mexicana?
Conoce cuáles son las principales técnicas de la cocina mexicana, cuáles menos conocidas y por qué siguen siendo parte esencial de la gastronomía del país.

La cocina mexicana es reconocida en todo el mundo por su gran diversidad de sabores, colores y aromas. Pero detrás de los platillos más conocidos hay procesos que hacen posible esa riqueza culinaria.
Estos métodos no solo sirven para preparar alimentos, también forman parte de la cultura y la identidad de México. Por eso, la UNESCO la nombró Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad.
Descubre cuáles son las principales técnicas de la cocina mexicana; cuáles son las más conocidas, cuáles han quedado en segundo plano y por qué todas son importantes.
Principales técnicas de cocina mexicana
- Nixtamalización del maíz
La nixtamalización es un proceso ancestral que consiste en cocer y remojar los granos de maíz en una solución alcalina (agua con cal) para ablandarlos, desprender el pericarpio y facilitar la molienda, transformando el maíz en masa apta para tortillas, tamales y otros platillos básicos.
La palabra proviene del náhuatl nixtli (“cenizas / cal”) y tamalli (“masa”). Al principio se usaban cenizas o materiales locales alcalinos; en muchas zonas se adoptó el uso de cal alimentaria (hidróxido de calcio).
Este proceso mejora la biodisponibilidad de la vitamina B3 o niacina, lo que ayuda a prevenir la pelagra. Aumenta el contenido de calcio del maíz nixtamalizado en comparación con maíz no tratado. Disminuye el contenido de ácido fítico, lo que mejora la digestibilidad de minerales como hierro y zinc.
Además, mejora de las propiedades funcionales del almidón y de las proteínas. La nixtamalización es fundamental en toda cocina mexicana que utilice maíz (tortillas, tamales, pozole, etc.). Su conocimiento es general, incluso fuera de comunidades indígenas.
- Uso del metate y el molcajete
El metate (del náhuatl metlatl) es una piedra de moler plana, típicamente de roca volcánica, usada con una mano de piedra (metlapil) para moler o triturar granos, cacao, especias, etc. El molcajete junto con el tejolote se usa para martajar y triturar ingredientes como chile, ajo, hierbas; para preparar salsas o condimentos.
Estas herramientas tienen uso documentado desde épocas prehispánicas y han perdurado hasta hoy. Tienen diversas funciones y sus ventajas incluyen:
Controlar la textura: molido grueso, textura rústica o salsa con trozos (molcajeteada), algo que las licuadoras o procesadores modernos no reproducen exactamente.
El material de piedra volcánica aporta propiedades físicas, como: durabilidad, resistencia al calor, mínima absorción de sabores previos.
Conexión cultural: su uso reafirma identidad regional y tradición.
Al implicar trabajo laborioso, consumir tiempo y esfuerzo físico. En zonas urbanas muchos han sustituido estas herramientas por equipos eléctricos o compran masa ya molida. Saberes como la selección del tipo de piedra, la curación del comal/molcajete, etc., se están perdiendo en algunos lugares.
Entre quienes preparan comida tradicional, mercados rurales y en familias, el uso del molcajete y metate es común. Para muchos jóvenes o personas en zonas urbanas, la riqueza del sabor logrado por estas herramientas no se valora plenamente; y se desconoce cuánto influye la textura de la molienda en la percepción del platillo.

- Cocción en horno de tierra
El pib (en la península de Yucatán) es un horno subterráneo de origen maya. Consiste en cavar un hoyo, calentar piedras, colocar alimentos envueltos (generalmente en hojas de plátano o maguey), cubrirlos y enterrarlos para una cocción lenta.
La barbacoa en hoyo en otros estados (Hidalgo, Tlaxcala, Puebla, etc.) usa un método similar: carne de borrego (o res), envuelta en pencas, enterrada en horno de tierra.
La cocción lenta durante muchas horas (pueden ser de 8 a 12 horas e incluso más) con calor indirecto, permite que los colágenos de la carne se descompongan, la carne quede sumamente tierna, y los sabores se infiltran lentamente.
El uso de hojas como maguey o plátano aporta aroma, mantiene la humedad y evita que la carne se seque. El sello que se forma al cubrir con tierra ayuda a conservar vapor, humo y sabor ahumado, lo que da aroma característico.
Está muy presente en festividades, fines de semana, ferias locales. Para quienes han vivido en regiones con tradición de barbacoa, es una experiencia común. En grandes ciudades muchas personas consumen barbacoa, pero elaborada en hornos metálicos o métodos modernos.
- El comal y el tatemado
El comal es un utensilio prehispánico muy antiguo. Su nombre procede del náhuatl comalli. Originalmente fabricado en barro (sin vidriar) y apoyado sobre piedras, se usaba para cocer tortillas, asar chiles, cocinar semillas o freír ciertos alimentos.
Con el tiempo, se han diversificado materiales: barro, piedra volcánica, metal, etc. Según la función y disponibilidad de materiales, el comal puede cambiar de grosor, forma, pero sigue conservando su función esencial.
“Tatemar” significa asar o quemar ligeramente la superficie de un fruto o verdura (o chile, jitomate, cebolla) sobre el comal u otra superficie caliente, para obtener notas ahumadas, piel tostada, sabor caramelizado. El tatemado es clave en muchas salsas mexicanas tradicionales y en la preparación de ingredientes base para mole o salsas asadas.
El uso del comal para tortillas, asado de chiles, tatemado de jitomates etc., es parte de la cocina doméstica mexicana y su sabor está muy arraigado. Detalles como el tipo de comal (barro curado, piedra volcánica, de metal), cómo lograr una superficie adecuada para tatemar sin quemar demasiado, cómo afecta la altitud o la humedad al calor del comal, etc., son menos entendidos por quienes no practican cocina tradicional.
La nixtamalización, el molido en piedra volcánica, los hornos de tierra y el uso del comal, son procesos que forman parte de la vida diaria en distintas regiones del país, aunque algunos hoy se usan menos en ciudades grandes.

Otras técnicas de cocina mexicana
- Los moles
La palabra mole viene del náhuatl molli, que significa salsa. Se trata de preparaciones que mezclan chiles, especias, semillas, hierbas, frutas secas y en algunos casos chocolate. Aunque sus raíces son prehispánicas, fue en la época colonial cuando se empezaron a enriquecer con ingredientes europeos.
Las formas de hacer mole son muy diversas en el país, se distinguen unas de otras por los ingredientes que utilizan, la forma en que se emplean o las cantidades. Tiene una clasificación en 8 familias: mole de pasta cruda, mole de pasta cocida, mole de olla, tesmole, adobo, pipián, clemole y manchamanteles
Variedades como el mole poblano o los moles de Oaxaca son famosos dentro y fuera del país.
- Hacer tamales
El tamal es un platillo hecho de masa de maíz rellena (o no) con carnes, vegetales, salsas o dulces, envuelta en hojas (de maíz, plátano u otras) y cocida al vapor. Su origen es prehispánico y tiene un papel importante en fiestas y celebraciones.
La masa se prepara a partir de maíz nixtamalizado, se mezcla con grasa y condimentos, se rellena, se envuelve y se cuece. Dependiendo de la región, el envoltorio y el tipo de cocción cambian.
Son muy conocidos en todo México; se venden tamales en la calle, en mercados o en celebraciones familiares. Los diferentes tipos de hojas que se usan, los métodos tradicionales de cocción y la gran variedad de rellenos regionales, son cosas que cambian de estado en estado.
- Cocción en horno de leña
El horno de leña es un método de cocción donde la madera es la fuente de calor. Se usa para pan, carnes, pescados y verduras, y aporta un sabor ahumado que no se logra con hornos de gas o eléctricos.
El calor de la leña permite dorar por fuera los alimentos sin que se sequen por dentro, y además conserva la temperatura por más tiempo que otros hornos. En muchas ciudades se ha reemplazado en gran parte por hornos modernos, pero en zonas rurales y en panaderías tradicionales todavía se usa mucho.

- Uso del barro en utensilios
En muchas regiones se usan cazuelas, ollas, comales y vajillas de barro. Cada zona tiene su estilo: barro negro en Oaxaca, rojo en Jalisco, vidriado en otros lugares.
El barro distribuye bien el calor, conserva la humedad y aporta un sabor especial a la comida. Sin embargo, requiere cuidados como “curar” las piezas antes de usarlas y evitar cambios bruscos de temperatura. También es importante asegurarse de que no tengan esmaltes con plomo, ya que eso puede ser dañino para la salud.
Es muy conocido, y en comunidades rurales se sigue usando a diario. Aunque muchas personas prefieren ollas de acero o teflón y desconocen cómo el barro cambia el sabor y la textura de los alimentos.
Las técnicas de la cocina mexicana no son simples métodos para cocinar: son parte de la cultura, la identidad y la historia del país. Conservarlas no solo ayuda a mantener sabores auténticos, también protege la tradición y apoya a las comunidades que siguen practicándolas.
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