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El muro del Suchiate

Francisco Garfias

Francisco Garfias

Arsenal

México ya hizo la tarea. Se puso enérgico. Blindó la frontera sur para evitar aranceles en la frontera norte. Hay imágenes elocuentes de soldados, marinos, policías, agentes de migración que levantan el muro del Suchiate.

Niños que lloran, mujeres que imploran, hombres que resisten, centros de migración abarrotados. No más visas humanitarias a los “hermanos de Centroamérica”. Sí más detenciones y deportaciones.

No sólo eso. La Unidad de Inteligencia de la SHCP bloqueó ayer cuentas de 26 personas presuntamente vinculadas al tráfico legal de migrantes.

Pero no es suficiente para Trump. Quiere a México sometido a su voluntad. Verlo en el papel de “tercer país seguro”.

Es decir, que los migrantes que soliciten asilo político en Estados Unidos lo hagan primero en nuestro país. Lo dice The New York Times. 

México no ha cedido. La exigencia va más allá de su dignidad. Por eso Washington mantiene el plazo del lunes para imponer aranceles a todas las importaciones mexicanas.

Lo dijo ayer Sarah Sanders, vocera de la Casa Blanca.

Lo confirmó el canciller Marcelo Ebrard, al término de la segunda jornada de negociaciones con representantes del gobierno de Estados Unidos: No hay acuerdo. Siguen las pláticas.

A AMLO le deben doler las escenas descritas en la frontera sur.  Lastiman sus convicciones, desacreditan su discurso, lo hacen verse débil frente a míster Trump.

Pero es Presidente de México. Ya definió su prioridad. Debe cuidar —así lo dijo en la mañanera— la relación con Estados Unidos.

“Tenemos que aplicar nuestras leyes y evitar la migración ilegal… respetando los derechos humanos”, recalcó.

Anduvimos por el Senado. Nos enteramos que se pospuso la reunión de las tres comisiones involucradas en el dictamen del T-MEC: Relaciones Exteriores, Economía y Puntos Constitucionales.

Van a esperar hasta el martes para iniciar el proceso. Quieren saber cuál será la decisión final de Donald Trump sobre los aranceles a todas las importaciones mexicanas.

Hablamos del tema con Ricardo Monreal. El presidente de la Junta de Coordinación Política percibe “endurecimiento” en las negociaciones por parte del gobierno de Estados Unidos.

Trump dijo la mañana de ayer, en Irlanda, que las negociaciones sobre migración con México son “grandiosas”, pero que de todas maneras los aranceles van.

Al senador de Morena le preocupa el impacto de estas tarifas en la economía mexicana y en el tipo de cambio. “Nos puede ir mal a los dos países”, recalcó.

¿Dónde quedó la Mesa para Atender los Asuntos Migratorios que se creó en el Senado desde octubre de 2018? En el olvido.

Se suponía que fue creada para dar seguimiento al explosivo tema que hoy nos tiene enfrentados con el gobierno de Trump, pero no ha hecho nada.

Apenas, hace tres semanas, el senador del PRI, Jorge Carlos Ramírez Marín, previno a los legisladores sobre la crisis migratoria que se avecinaba y la falta de previsión por parte del Senado que, por Ley, le corresponde atender el tema.

La crisis ya está allí. ¿Y la mesa? Bien gracias.

Hoy habrá reunión de los aspirantes a la presidencia nacional del PRI en las oficinas de Claudia Ruiz Massieu, en Insurgentes Norte.

Hay quien asegura que saldrán chispas. Voces como la del exgobernador interino de Chiapas, Willy Ochoa, se han elevado para rechazar “la intromisión” de AMLO en la nueva dirigencia del PRI.

Sabemos, además, que por lo menos uno de los aspirantes lleva un documento muy crítico sobre la forma como se lleva el proceso interno.

“La elección del nuevo presidente no se ganará con 11 votos”, nos dice una de esas voces críticas que reprueban el pronunciamiento de 11 gobernadores a favor de Alejandro Moreno.

El todavía gobernador de Campeche se defiende.

Alega que no puede haber imposición de ninguna índole porque el método es consulta a la base.

 

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