Xolita en el Templo Mayor
El día de hoy, el Museo Nacional de Historia en el Castillo de Chapultepec, ubicado en la capital de la República mexicana, será el marco de la presentación del libro Xolita en el Templo Mayor, presentado por la doctora María Isabel Grañén Porrúa y Mira Harp ...
El día de hoy, el Museo Nacional de Historia en el Castillo de Chapultepec, ubicado en la capital de la República mexicana, será el marco de la presentación del libro Xolita en el Templo Mayor, presentado por la doctora María Isabel Grañén Porrúa y Mira Harp Grañén; 127 páginas pletóricas de historia, imaginación, talento y pasión en torno a acontecimientos reales, acompañados de una imaginativa secuencia de capítulos dedicados a un viaje de curiosidades mitológicas.
El Templo Mayor fue el espacio disparador en donde la escritura de un cuento empezó a transformarse en una novela, misma que incluye misterios equiparables a aventuras narradas por grandes escritores y, como lo comenta Mira Harp, tiene en la imaginación la más poderosa arma para escribir esta narración, en donde labores de investigación sobre bibliografía mexica les llevó a tener contacto con códices mesoamericanos, mismos que ayudaron a un entendimiento histórico más amplio, tlacuilos zapotecos como Demián Flores y Sabino Guisu ilustraron el libro que representa las historias mexicas y la aportación de la artista española Pía Larramendi, quien realizó el cuadro para la portada del libro, dándole una excelsa calidad pictórica.
El arqueólogo y antropólogo mexicano Eduardo Matos Moctezuma escribió: “¡Qué belleza de relato! Muy bien escrito y con datos verdaderos. Es increíble la manera en la que se van engarzando los datos antiguos y los modernos. La imaginación es un verdadero regalo y sorprende cómo en pocas palabras nos brindan mucho del pensamiento ancestral. El final, inesperado, me hizo emocionarme de verdad. Nunca pensé aparecer como protagonista de un relato así de bello. Se los agradezco infinito”.
El Gran Templo de México o mejor conocido como el Templo Mayor es un espacio que comprende una serie de construcciones, edificios y un patio, cercado por una pared que contaba con unas puertas que daban acceso a las calzadas principales de la ciudad, este fue el adoratorio indígena, centro absoluto de la vida religiosa mexica, es decir, la de los aztecas de México Tenochtitlan, ahí confluían los aspectos más importantes de la vida política, religiosa y económica, en donde tenían lugar las fiestas y la entronización de tlatoanis y funerales de viejos gobernantes, llegó a tener 78 edificios y es exactamente en esta zona del corazón de México en la que una niña guiada por su mascota, Xolita, se incorpora a través del cruce de un túnel del tiempo para develar lo que acontecía en la capital del imperio mexica, la secuencia de vivencias, peligros, contratiempos y magia se van entrelazando con diversos consejos, como aquel que reza “ten miedo del miedo”.
Se transita por 12 capítulos que van desde un buen presentimiento, pasando por una luz en mi camino, el juego de la vida y la muerte, el muro de cráneos y llegando al de renacer, “los mexicas eran unos guerreros muy poderosos y cada vez que resultaban victoriosos en una campaña de conquista ampliaban el Templo Mayor”, valga para mí esta analogía de la vida porque si cada vez que pudiéramos tener un sencillo logro lo trasladáramos a un hecho de gratitud con otros seres humanos pudiéramos emular, en el mejor de los sentidos, la capacidad para fortalecer nuestra historia como humanidad.
Cierra este libro con un mensaje dirigido al lector exigente, rescata el amplísimo respeto a la literatura y a la historia, a nuestros ancestros y nuestros antepasados y a las crónicas que dan pie y pauta de una historia de la que somos orgullosamente herederos.
