Key West
Destaca la edificación del famoso puente de siete millas en el condado de Monroe, diseñado por los ingenieros de Muller & Figg.
Por motivos familiares la semana pasada viajé al estado de Florida en Estados Unidos y tuve el privilegio de regresar por tercera ocasión a un lugar icono que se llama Key West (Cayo Hueso).
Se trata de una isla en el estrecho de Florida situada en la punta meridional y que está a 93 millas (150 kilómetros) de Cuba, el nombre original de Cayo Hueso fue dado por exploradores españoles que encontraron que este espacio había sido utilizado como cementerio, dado el número de restos óseos encontrados por el primer europeo en visitar esta zona, el español Juan Ponce de León, en 1521.
Este y otros cayos del sur de la Florida fueron refugio de piratas, pescadores, comerciantes, buscadores de tesoros y gente rechazada socialmente, al paso del tiempo en 1821 el cayo paso al dominio del gobierno de Estados Unidos por medio del tratado de la Florida y se hizo la venta del territorio, dada la importancia geopolítica de esta área que fue apodada “Gibraltar del Golfo de México”, se construyó un importante fuerte que fue utilizado en la guerra hispano-estadunidense.
Al paso del tiempo y en pleno siglo XX, se edificó la infraestructura que hacía transitar el ferrocarril a través de los diversos cayos, mismo que fue dañado por el huracán del Día del trabajo de 1935, motivo por el cual la línea fue vendida al gobierno estadunidense y a partir de ese entonces se fueron construyendo vías para el tráfico vehicular, destacando la edificación del famoso puente de siete millas en el condado de Monroe, diseñado por los ingenieros de Muller & Figg, el cual ha ganado ocho premios, incluyendo el relativo a la obra excepcional para la innovación de la administración federal de carreteras.
Uno de los proyectos que acompañaron este esfuerzo de ingeniería y tecnología fue conectar a Key West con Cuba al levantar una serie de puentes con soportes de acero que llevarían a los vehículos automotores a un intercambio comercial y familiar entre los habitantes de ambos países, no obstante, la triunfante revolución encabezada por Fidel Castro desencadenó diversos episodios de orden social, económico y militar que por supuesto desalentaron esta iniciativa.
En la administración del presidente Barack Obama se retomó el planteamiento bajo diversos proyectos de manufactura inglesa dada la experiencia de realizar puentes en altamar que soportan las corrientes marítimas y los múltiples huracanes que cíclicamente se manifiestan en las aguas del Atlántico y del Golfo de México.
Hoy en día es difícil prever el inicio de este proyecto dadas las circunstancias de relación política entre la administración del presidente Joe Biden y del gobierno del presidente cubano Miguel Díaz-Canel.
El pasado primero de enero de este naciente año fue vandalizada la boya histórica que señala la ubicación geográfica de este icónico lugar en donde se presume se puede observar la mejor puesta de sol en el planeta.
Tal vez sea una pequeña exageración, pero que bien vale la pena confrontar si se puede hacer el recorrido de 164 millas desde la ciudad de Miami y Cuba para tener un recuerdo inspirador sobre cómo la capacidad del ser humano ha hecho que se le ganen espacios al mar y en este caso, se conecten el pasado, el presente y el futuro de intereses legítimos por entrelazar aspectos multiculturales, mediante inversiones económicas que pudieran ser rentables en diversos aspectos y que de acuerdo con los expertos podría ser edificado el vínculo carretero en tan sólo en seis años.
