Demografía hindú

En este gigante asiático, desde hace 12 años, no hay un censo oficial

Desde hace tiempo se ha creído que China es el país más poblado del planeta, no obstante, diversas estimaciones demográficas señalan que más de mil 430 millones de personas habitan en la India, con lo que superaría por cerca de 3 millones de personas a China continental; más de 800 millones de seres humanos han nacido en los últimos 50 años en la India y la Organización de las Naciones Unidas (ONU) considera que esta tendencia demográfica se mantendrá en las próximas 3 décadas, por lo que se estima que en el 2060 rondará los mil 700 millones de habitantes.

Análisis del Banco Mundial respecto a la tasa de fertilidad de la India muestra 2.2 nacimientos por cada madre, mayor tasa de fecundidad y, de acuerdo al portal Our World In Data, la mortalidad infantil ha disminuido, también reseña que tres de cada diez personas hindús tienen menos de 18 años y la edad media de India alcanza a rondar los 29 años, frente a los 38 años de China, hay que subrayar que estos dos países tienen el 35% de toda la población del planeta Tierra.

En este gigante asiático, desde hace 12 años, no hay un censo oficial, en parte por el aplazamiento debido a la pandemia del covid-19, se estima que para el 2024 se tendrá más información de carácter oficial. En los centros poblacionales con más densidad demográfica destacan ciudades como Bombay, Nueva Delhi y Calcuta.

El Fondo de Población de las Naciones Unidas (FPNU) informa sobre el estado de la población mundial y ha detectado que China ha dejado de crecer e India tiene un crecimiento de 0.7% al año, es el séptimo país más extenso del planeta, siendo multicultural y rico en naturaleza, comercio y espiritualidad. Los británicos dejaron su huella que se vio interrumpida por el movimiento independentista de Mahatma Gandhi, quien, tras lograr la independencia, provocó que se constituyera una república federal a mediados del siglo XX.

Los hindús se ubican con un espectro de religiosidad donde el hinduismo evoca en diversas partes de su territorio lugares de peregrinaje, como el que acontece a orillas del río Ganges, en donde se purifica para alcanzar la liberación y para el ciclo de la reencarnación, hay decenas de palacios hacia el agua donde las personas realizan ofrendas y rituales en sus calles repletas de vacas y personas adultas en busca del templo dorado de Shiva, precisamente los templos son un atractivo arquitectónico, como el Taj Mahal, colosal mausoleo construido por el emperador musulmán Shah Jahan, en honor a la que fue su esposa, Mumtaz Mahal; las celebraciones son diversas, destacando la denominada Holi, que es el festival de los colores y que se celebra entre marzo y abril, en donde se encienden hogueras y se lanzan polvos de colores, es una costumbre con orígenes mitológicos, leyendas sobre cómo el bien tiene que triunfar sobre la maldad para que prevalezca el amor y, así, cada color tiene un significado diferente, unificando a los diferentes sectores socioeconómicos y religiosos.

La India, nación emblemática de Asia del sur, tiene una historia de más de 5 mil años, desde el imperio mongol hasta la influencia inglesa, que sigue permeando el sincretismo cultural y religioso. En la actualidad, el primer ministro, Narendra Modi, está catalogado como uno de los más populares dirigentes políticos del mundo. La influencia económica de esta nación tiene, al igual que en el pasado, rutas comerciales que le generan una globalidad que se ha ido desarrollando en las últimas tres décadas; ya en 2017 la economía india se constituyó como la tercera más grande del mundo y la sexta en términos del Producto Interno Bruto. Un país que convive con la pobreza, analfabetismo y falta de desarrollo, con la capacidad de ser uno de los nueve países que poseen arsenal nuclear.

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