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Nacional

Ricardo Monreal, constructor los acuerdos

Se mantiene como el canal de diálogo entre los planes del Ejecutivo federal para los próximos tres años, que serán el cierre de la actual administración

Leticia Robles de la Rosa | 09-08-2021

CIUDAD DE MÉXICO. Cada vez más atacado por las corrientes radicales dentro de Morena, Ricardo Monreal Ávila, líder de los senadores morenistas, tiene un saldo positivo como operador político de la Cuarta Transformación, pues logró concretar reformas constitucionales hasta con votos unánimes, a pesar de carecer en el Senado de la mayoría calificada y ha debido recuperar procesos que parecían perdidos.

Sin cambio alguno en el liderazgo de Morena en el Senado, Ricardo Monreal se mantiene como el canal de diálogo entre los planes del Ejecutivo federal para los próximos tres años, que serán el cierre del gobierno federal, y hace sólo unos días volvió a desatorar los acuerdos para que la oposición accediera a aprobar un extraordinario, a fin de sacar los temas que urgían al Ejecutivo federal.

A partir del próximo 1 de septiembre, Morena dejará de tener en la Cámara de Diputados la mayoría numerosa que tuvo en la LXIV Legislatura que, combinada con las ausencias de la oposición, le permitió aprobar sin cambios diversas reformas constitucionales que eran de interés del Ejecutivo federal, incluso en medio de la polémica y la queja de los opositores concentrados en el PAN, PRI, Movimiento Ciudadano y PRD.

 

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Una de las negociaciones más duras fue la aprobación de la Guardia Nacional. Foto: Archivo

 

El escenario en San Lázaro es que necesitará forzosamente de los votos de los integrantes del bloque PAN-PRI-PRD para concretar las reformas constitucionales que necesita, pues, aun cuando Movimiento Ciudadano cierre filas con el oficialismo, no será suficiente para lograrlo.

Pero el cambio en la correlación de fuerzas también tiene un impacto en el Senado, a pesar de que su composición política no se modifica como efecto del cambio de Legislatura, dado que el pleno senatorial se renueva cada seis años; es decir, vive dos legislaturas, en este caso la LXIV y la LXV.

Morena y sus aliados políticos tienen la mayoría absoluta, pero no la mayoría calificada. Por nueve votos, Morena necesita dialogar con la oposición, que en este caso ha tratado de unificarse en un bloque opositor integrado por PAN, PRI, MC y PRD.

A partir del 1 de septiembre, el mayor poderío de la oposición en San Lázaro tendrá un efecto de mayor poder en la oposición en el Senado, pues sin sus votos no pasa ninguna reforma constitucional y ningún nombramiento que requiere de la votación calificada.

Ricardo Monreal Ávila ha logrado construir en tres años un ambiente de diálogo, acuerdos y el valioso principio de la política: la palabra cumplida, como lo han aceptado y declarado los coordinadores, vicecoordinadores e integrantes de las bancadas del PAN, PRI, MC y PRD.

Por ejemplo, en junio, Ricardo Monreal declaró a Excélsior que Morena iba a ejercer la mayoría que tenía con el cambio de senadores de la oposición al oficialismo, por lo que iba a quitar el lugar que tiene el senador Miguel Ángel Mancera, del PRD, en la Comisión Permanente, a fin de contar con los 25 votos necesarios para que Morena y sus aliados, sin la participación de la oposición, aprobaran sesiones extraordinarias de las cámaras.

El día que los grupos parlamentarios negociaban la integración de la Permanente, la panista Xóchitl Gálvez anunció su intención de pasarse al PRD, y como estaba activo el suplente del emecista Juan Zepeda, que es perredista, el arribo de la panista le daba al PRD una bancada de cinco integrantes, con lo cual podía mantener su espacio en la Permanente.

Pero el propio Ricardo Monreal analizaba ya la incorporación de algunos legisladores de las bancadas aliadas para acrecentar el poder de voto de Morena y quedarse con ese espacio.

Fue un día de intensos diálogos bilaterales. En el Patio del Federalismo, Ricardo Monreal y Miguel Ángel Mancera caminaron durante horas lejos de los testigos. Al final, Mancera mantuvo su lugar, en apego a la palabra empeñada por Monreal del acuerdo logrado en 2018, a fin de intentar ajustes de mayoriteo.

Y frente a las posiciones radicales que algunas de sus compañeras asumen con frecuencia en contra de la oposición, al grado de exigir que le quitaran la presidencia de la Comisión de Derechos Humanos (CNDH) a la panista Kenia López Rabadán y hacerle vacío a Gustavo Madero, presidente de la Comisión de Economía, para que su trabajo esté al ritmo que marca Morena, Ricardo Monreal opta por respetar las reglas internas de la representatividad de todas las fuerzas políticas en las posiciones de poder dentro del Senado.

 

LOS ACUERDOS

Además de los acuerdos logrados para la gobernabilidad interna del Senado, que incluyen, por ejemplo, la aceptación de los opositores a que bajara el monto de subvenciones a los grupos parlamentarios, a los viajes internacionales, al salario y a las prestaciones de los trabajadores, también ha logrado acuerdos para sacar temas que parecen imposibles.

La Guardia Nacional fue rechazada por todos los grupos parlamentarios de oposición. Mientras la Cámara de Diputados no le cambió ni una coma a la propuesta del Ejecutivo federal, en el Senado se instalaron mesas de consenso entre todas las fuerzas políticas y el Ejecutivo federal. El resultado fue una votación unánime de 127 votos.

Y a pesar de las duras críticas que se ganó por la forma en que Morena eligió a Rosario Piedra como presidenta de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH), Monreal ha logrado que los canales de comunicación con la oposición no se rompan, porque le son indispensables para concretar los deseos del Ejecutivo federal.

El año pasado, el 28 de julio, Ricardo Monreal dio muestras de que sus alcances políticos no se limitan al Senado, sino que cuando es necesario alcanzan a la Cámara de Diputados.

En esa ocasión, el Ejecutivo federal tenía interés en aprobar que el Congreso de la Unión avalara en una sesión extraordinaria la reforma para comparar medicamentos en el extranjero y para eliminar los primeros cinco fideicomisos. Aunque en Diputados había consenso, en el momento de la sesión de la Comisión Permanente, Morena, entonces coordinada por Mario Delgado, metió la frase “y otros temas”, lo que encendió las alertas en la oposición, que votó en contra la convocatoria al extra.

Polarizados, los oficialistas y los opositores en la Cámara de Diputados no tenían punto de encuentro, pero Ricardo Monreal llamó a una reunión en su oficina y logró que los priistas Dulce María Sauri y Rubén Moreira dieran los votos para el extra, a cambio de que se retirara definitivamente la polémica frase.

Hace unos días ocurrió algo similar. La Cámara de Diputados tenía semanas de no poder abrir un extraordinario para desahogar los procesos de retiro de inmunidad a los diputados Mauricio Toledo y Saúl Huerta, porque la oposición se negó a avalar un extraordinario que incluyera también al fiscal general del estado de Morelos, Uriel Carmona, quien logró una suspensión definitiva en su favor.

Fueron dos semanas enfrascados en esa polémica y en medio quedaron tres temas de alto interés para el Ejecutivo federal: prologar un mes el plazo perentorio para regular a las empresas de subcontratación y las ratificaciones de Rogelio Ramírez de la O, en la Secretaría de Hacienda, y de Roberto Salcedo, en la Función Pública.

El martes 27 de julio se rechazó el extra para los desafueros y el dictamen estuvo a punto de desecharse, cuando Ricardo Monreal consiguió el consenso con la oposición para que el tema se regresara a comisiones.

A partir del diálogo con la oposición, logró que aceptaran el extraordinario, con la separación de los desafueros, porque una cosa es el pleno de la Cámara de Diputados para legislar y otra para instalarse en jurado de procedencia. Una vez superadas las diferencias, en la que también fue fundamental la intervención del Ejecutivo federal para que Ignacio Mier, coordinador de los diputados de Morena, presentara la propuesta oficial, sin incluir los desafueros.

Así, en 48 horas Morena logró el extra para las empresas de subcontratación y los nombramientos, mientras los desafueros se intentarán nuevamente.

Y aunque el bloque opositor trata de mantenerse unificado, lo cierto es que han sido más las veces que han votado de manera diferenciada, porque uno, dos, tres de los cuatro logran acuerdo con Ricardo Monreal, por lo regular PRI, MC y PRD, mientras el PAN se ha quedado sólo en al menos 14 ocasiones.

Así, Monreal Ávila llega a la LXV Legislatura como un negociador consolidado de la Cuarta Transformación, en medio de un contexto de mayor fortaleza de la oposición.

 

 

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